Cobertura Universal de Salud | Golpe al Derecho a la Salud y al acceso universal


MANOUKIANpor Dr. Daniel Esteban Manoukian, Médico generalista, Hospital Zonal Chos Malal.

 

 

 

«Se lucha por el derecho a la salud, pero la lucha misma es salud.”  .Dr. Floreal Ferrara

Introducción

En mayo de 2016 se reunió el segundo Consejo Federal de Salud (COFESA). En ese cónclave el ministro de Salud de la Nación, Jorge Lemus, afirmó que el objetivo es que “todos los individuos, especialmente los más vulnerables, tengan acceso a servicios de calidad a lo largo de toda su vida”. Pronunció esa frase en el marco de la presentación ante los responsables provinciales de lo que denomina una de las doce políticas sustantivas de la gestión que encabeza, la Cobertura Universal de Salud (CUS).

El pasado 8 de agosto, luego del tercer COFESA del año que se concretó el Tucumán el Ministerio de Salud comunicó oficialmente que el conjunto de ministros de salud, incluido el de Neuquén, abogó en favor de avanzar en la implementación del CUS. Declaró: “Estamos en Tucumán para llevar adelante un COFESA histórico, porque los que estamos aquí reunidos tenemos un compromiso con el pasado y también con el futuro”, indicó el ministro Lemus al abrir las deliberaciones. “Tenemos por delante objetivos ambiciosos en salud, pero el cambio necesita que estemos juntos y establezcamos alianzas estratégicas”, abogó el titular de la cartera sanitaria nacional.

“La Cobertura Universal de Salud –continuó Lemus- es una estrategia de salud pública que nos compromete a todos. La nominalización de nuestros beneficiarios es fundamental para completarles la cobertura que merecen sin importar donde estén”[1]. La iniciativa está plasmada en un decreto de necesidad y urgencia publicado en el Boletín Oficial Argentino (BOA) 908/2016, que crea la Unidad Ejecutora para la Cobertura Universal de Salud (CUS).

Considerando la trascendencia que se le otorga a esta iniciativa, en sentido positivo de parte de la actual conducción nacional y en sentido francamente negativo desde nuestro punto de vista; y teniendo en cuenta que se trata de una estrategia consensuada con los responsables sanitarios provinciales, entendemos que es menester fijar postura sobre el tema y socializarla en todas las jurisdicciones del país.

Esto es así toda vez que desde nuestra visión, fundada en el conocimiento de la evolución del sistema de salud argentino en general, vislumbramos que detrás de una aparente iniciativa bienintencionada con buen marketing, se esconden trampas conocidas.

Dicho de otra manera, bajo la supuesta promesa de mejoría para algunos, se oculta el intento de cristalizar diferencias inadmisibles, porque son injustas e inmorales.

Contexto histórico y político del anuncio

El padre del Hospital Público Argentino y prócer de la Salud Pública, Ramón Carrillo, fundó a mediados del siglo anterior una nueva etapa en la historia de la salud de nuestra patria.

El excluido dejó de ser objeto de caridad para ser sujeto de derecho. La salud empezó a entenderse como una forma más de dignificar al pueblo trabajador en el marco de garantizar un conjunto de derechos sociales. Carrillo entendía que un pueblo de enfermos no es, ni puede ser un pueblo digno, y cuando sostenía que“. . . frente a las enfermedades que genera la miseria, frente a la tristeza, la angustia y el infortunio social de los pueblos, los microbios, como causas de enfermedad, son unas pobres causas” nos dejaba el legado de pensar a la salud como un fenómeno social que trasciende las fronteras del ámbito sanitario. El trabajo, la vivienda, la educación, la cultura y la distribución equitativa de la renta, como forma de construir Justicia Social, hacía a la salud en forma integral e integradora.

Desde esa mirada, Ramón Carrillo cambió el paradigmapreconizando la transición desde el modelo clínico individual a uno de base epidemiológica y por ello colectiva, que estaba directamente relacionado con un sistema de atención basado en servicios públicos planificados desde el Estado. Ese Estado presente como regulador y prestador,se hizo notar en muchos frentes. Se crearon institutos, centros de investigación, centros de salud y hospitales en todas las provincias. Un ejemplo ilustrativo es que las camas de internación disponibles aumentaron de 66.300 en 1946 a 134.218 en 1954, pero además destacando que mientras que antes de 1946 las camas privadas representaban el 36% del total, al dejar Carrillo el ministro solo equivalían al 13% porque fundamentalmente creció el Hospital Público. Lamentablemente debe decirse que hacia el 2004 el porcentaje de camas privadas llegaba casi a la mitad, retrocediendo como veremos luego.

Con la irrupción de la “revolución fusiladora” en 1955, cambia drásticamente la orientación sanitaria nacional. Comienza a gobernar la industria de la enfermedad y sus gerentes serán los representantes del complejo médico industrial.

Si bien la historia registra gestos orientados a retornar a las banderas de Carrillo, la síntesis de la segunda mitad del siglo XX quedó signada por los paradigmas que surgidos desde los países centrales, establecen pautas para el sector sanitario emanadas desde organismos multilaterales de crédito como el FMI, el BID y el Banco Mundial y rectores sanitarios como la OMS (Organización Mundial de la Salud) y la OPS (Organización Panamericana de la Salud).Después de la larga noche que inauguró el golpe cívico militar en 1976, esosdesignios se profundizaron en la década de los 90’, con Menem como presidente y especialmente con Alberto Mazza como ministro de salud.

Algunos ejes de esta orientación están representadas en los principales conceptos que inspiraron los procesos de reforma del sector, tales como:

  • Descentralización y gerenciamiento,
  • Hospital Público de Autogestión,
  • Desregulación de la Obras Sociales,
  • Programa Médico Obligatorio (PMO),
  • Programas verticales, focalizados, financiados y condicionados por organismos externos,
  • Tercerización de servicios y precarización laboral,
  • Estado mínimo.

La crisis del 2001 también golpeó a la salud y dio lugar a un nuevo capítulo de la historia de los argentinos que intentó progresivamente, no sin dificultades y con algunas contradicciones, volver a enarbolar las banderas históricas del movimiento nacional y popular argentino.

Asíen los últimos 12 años se concretaron políticas de inclusión y de restitución de derechos que entroncaron con el campo de la salud y que se han podido profundizar bajo formato de leyes y de programas, mas relacionadas a temas de la salud colectiva como «salud mental», «genero», etc., pero en lo que hace al sistema de salud (o dicho de manera más realista, sistema de atención), no se ha tocado casi nada, ya que no se ha podido generar una ley de salud que pudiera dar el marco político para una contra reforma sanitaria opuesta a la neoliberal[2].

Es más, las mejores políticas de salud pública y las más eficaces,surgieron desde otros ámbitos de gobierno, como el impacto generado por la asignación universal o el mantenimiento de una economía neo keynesiana que aumentóel nivel de empleo en general y redujo parcialmente la brecha de ingresos.

Sin embargo la discusión de fondo, cultural y política, que debía saldar las dos opciones: SUIS (sistema universal integrado de salud) con el objetivo de universalizar el sistema sanitario nacional para mejorar la equidad y el acceso al derecho a la salud vs. seguros de salud propiciadas por la OMS y el BM en los últimos 30 años, no pudo saldarse.

Los cambios producidos en el Ministerio de Salud de la Nación (MSN) en el último año de gestión, con muy buenas intenciones y alineadas con el pensamiento de Carrillo y Ferrara,perocon poco tiempo disponible para llevarlas adelante, no pudieron afectar en su mayor parte la línea política hegemónica de las últimas décadas sobre la idea de aseguramiento que venía ejerciendo el MSN. No se pudieron desmontar todos los atributos neoliberales heredados y llegamos a diciembre de 2015.

[1] Revísense las comunicaciones producidas por la Coordinación General de Información Pública y Comunicación del Ministerio de Salud de la Nación.

[2]DAVILA, Alejandro. “COBERTURA UNIVERSAL DE SALUD –CUS- Una mirada crítica y autocrítica del proceso de reforma de los sistemas de salud en Argentina”

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