Subejecución del presupuesto nacional de salud 2019 | Un instrumento más del ajuste


El promedio de ejecución es del 38%, pero hay gran cantidad de importantes programas que no llegan ni al 10 ni al 20% de ejecución de su presupuesto. El médico sanitarista Luis Migueles señala que existe «una gran heterogeneidad en la ejecución presupuestaria, que afecta especialmente a programas preventivos y asistenciales destinados a población vulnerable. Esto agrega riesgo a la salud de estos sectores, ya profundamente afectados por la coyuntura social y económica de aumento de pobreza, desempleo, inflación y caída de la actividad.» También es muy deficitaria la ejecución en los hospitales Posadas, El Cruce y Garrahan, donde la subejecución de sus presupuestos continúa y ratifica una decisión de vaciamiento de las funciones de los dos primeros, que ya se vieron afectados en años previos por restricciones presupuestarias y despidos masivos en el caso de Posadas.

Hay importantes programas de salud que no ejecutaron siquiera el 10% de su presupuesto como el programa de Lucha contra el SIDA y enfermedades de transmisión sexual (9,4%), en otros programas como el CUS-Medicamentos (que reemplazó REMEDIAR) solo se ejecutó el 17,8%. En el programa ANLAP (laboratorios de producción pública de medicamentos) solo se ejecutó el 16,4%. Pero la subejecución es un flagelo que afecta muchos programas de salud pública: Investigación, Prevención, Detección Temprana y Tratamiento del Cáncer (INC) 15,7%; Desarrollo de la Salud Sexual y la Procreación Responsable 13,7%; Desarrollo de Seguros Públicos de Salud (BIRF  8516-AR y 8853-AR) 11,8%; Apoyo al Desarrollo de la Atención Medica 10,6%; Atención de la Madre y el Niño 10,0%; Lucha Contra el SIDA y Enfermedades de Transmisión Sexual e Infecto Contagiosas 9,4%; Investigación para la Prevención y Control de Enfermedades Tropicales y Subtropicales 7,4%; Acciones Vinculadas a la Adquisición de Insumos Médicos (Compra Centralizada) 2,5 %; Fortalecimiento de la Capacidad del Sistema Público de Salud (0,1%).

Luis Migueles, integrante del equipo de IDEP SALUD y autor del informe, indica que: «Uno de los grandes problemas de la salud pública es no solo la reducción en términos reales del presupuesto de salud -considerando la inflación y la devaluación del año 2018-, sino la subejecución de muchos programas que a junio de 2019 no llegan al 10 o al 20% de ejecución. El apoyo del gobierno nacional al sector público es cada vez menor. Por ejemplo, hace cuatro años que aumenta la morbilidad por sífilis y hay dos programas nacionales de prevención de enfermedades de transmisión sexual en los cuales la ejecución presupuestaria se encuentra por debajo del 20%, habiendo transcurrido ya la mitad del año. Entonces la situación es grave porque al disminuir el presupuesto en términos reales, sumado a la subejecución de programas, ha disminuido también en forma muy visible la capacidad de las acciones preventivas, sobre todo de los centros de salud territoriales. Sorprende el hecho de que habiendo un aumento de la sífilis en los últimos cuatro años no se haya aumentado el presupuesto para fortalecer estos programas y, además, el escaso presupuesto que se aplicó no se está ejecutando correctamente.»

 

Para acceder al documento completo:

EJECUCION DEL PRESUPUESTO NACIONAL EN SALUD A JUNIO 2019

Análisis de la ejecución presupuestaria en salud del gobierno nacional a Junio de 2019

En este análisis la ejecución del presupuesto se considera como el porcentaje del crédito pagado sobre el crédito presupuestado, para cada uno de los Programas seleccionados de la Secretaría de Gobierno de Salud (ex Ministerio de Salud). Se incluye en este análisis al Programa Federal Incluir Salud de atención a beneficiarios de pensiones no contributivas, que a partir del corriente año se encuentra en la órbita de la Agencia Nacional de Discapacidad, dependiente de Presidencia. La fuente de los datos es el Ministerio de Hacienda de Nación en su web de presupuesto abierto.

Como hallazgo general el porcentaje total de ejecución (38%) es bajo, habiendo transcurrido casi la mitad del año calendario. Más preocupante aún es la gran asimetría entre Programas en los porcentajes de ejecución del gasto. Como se observa en el cuadro y el gráfico que acompañan este texto, la mayoría de los programas se encuentra con subejecuciones, existiendo una apreciable cantidad de importantes Programas de Salud que no alcanzan ni siquiera el 10% de ejecución.
De esta forma, a la reducción real (considerando inflación y devaluación) del presupuesto en salud del año 2019 respecto de 2018 que fue analizado en informes previos, se suma la deficiente y despareja ejecución del mismo en lo que va del corriente año. A continuación se analizan algunos programas en particular.

Programas con ejecución menor al 20%

En referencia al Programa CUS-Medicamentos que reemplaza parcialmente al programa REMEDIAR, y el presupuesto de la ANLAP (laboratorios de producción pública de medicamentos), se restringe el acceso al medicamento de poblaciones vulnerables (ya seriamente afectado desde la caída del programa REMEDIAR a principios de 2017), y se libera al mercado la decisión del precio de medicamentos, al comprometer los precios de referencia que permite la producción pública.

La importante subejecución en el Programa de Salud Sexual y en el Programa de Lucha Contra el SIDA y Enfermedades de Transmisión Sexual, lleva a la falta de recursos en prevención y tratamiento de enfermedades que se encuentran con aumentos de morbilidad como es el caso de la sífilis, en un contexto de aumento de pobreza y desempleo, fuertes determinantes sociales de estas patologías.
En el caso del programa de Apoyo al Desarrollo de la Atención Medica y del Programa de Atención de la Madre y el Niño, la subejecución afecta a la asistencia médica en el primer nivel de atención, de poblaciones dependientes del sector público, con gran impacto negativo por la baja de acciones preventivas.

El programa de Desarrollo de Seguros Públicos de Salud (BIRF 8516-AR y 8853-AR) y el Programa de Fortalecimiento de la Capacidad del Sistema Público de Salud, deteriora la implementación, por lo demás incipiente y sumamente cuestionable de la Cobertura Universal de Salud (CUS), la política central de la Secretaría de Salud.

La subejecución en el Programa de Investigación, Prevención, Detección Temprana y Tratamiento del Cáncer, a cargo del Instituto Nacional del Cáncer (INC), compromete los recursos del Instituto para sus acciones sobre un grupo de enfermedades que se encuentra en constante aumento.

Programas con ejecución entre 21 y 40%

En el caso del Hospital Posadas, del Hospital El Cruce y del Hospital Garrahan, la subejecución de sus presupuestos continúa y ratifica una decisión de vaciamiento de las funciones de los dos primeros, que ya se vieron afectados en años previos por restricciones presupuestarias y despidos masivos en el caso de Posadas. Este hospital es la institución más grande del país en su tipo, mientras que el Hospital El Cruce y el Hospital Garrahan son centros de alta complejidad estatales líderes, no solo del país sino de Latinoamérica, que ven afectado su funcionamiento por la política presupuestaria.

La subejecución en la Asistencia Integral y Prevención en Drogadicción, no solo afecta las políticas específicas sino que indirectamente impacta sobre fenómenos de salud vinculados, como las enfermedades de transmisión sexual, debido a la asociación entre adicciones y conductas sexuales de riesgo.

Las Funciones Esenciales de Salud Pública (BIRF 7993-AR), a cargo de la Secretaria de Salud y la Regulación y Control del Sistema de Salud, a cargo de la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS), tienen injerencia estratégica en la organización del sistema de salud argentino, que se ve comprometida por la subejecución presupuestaria de sus fondos.

El compromiso de los fondos del Programa de Reducción de los Factores de Riesgo de Enfermedades no Transmisibles, del Programa de Desarrollo de Estrategias en Salud Familiar y Comunitaria y del Programa de Prevención y Control de Enfermedades Endémicas, tiene impacto adverso en actividades de prevención que son las más costoeficientes. Las consecuencias tienen que ver con mayor morbilidad y aumento del gasto en un contexto económico restrictivo. De esta forma, el sistema se muerde la cola generando más enfermedad cuyo tratamiento se niega a financiar.

Conclusión:

Se observa una gran heterogeneidad en la ejecución presupuestaria, que afecta especialmente a programas preventivos y asistenciales destinados a población vulnerable, por la subejecución de sus presupuestos. Esto agrega riesgo a la salud de estos sectores, ya profundamente afectados por la coyuntura social y económica de aumento de pobreza, desempleo,
inflación y caída de la actividad.