Referentes de ATE Rosario participaron en el panel “Sindicatos: El trabajo en salud y la salud de lxs trabajadorxs” en el marco del 3er Encuentro Latinoamericano y del Caribe de Derechos Humanos y Salud Mental. “Hemos recibido recortes presupuestarios en todas la áreas del Estado y, obviamente, la salud mental no fue la excepción. Hoy tenemos una ley que se construyó en base a un intenso debate protagonizado por trabajadorxs pero que no se termina de implementar, no sólo por la falta de recursos, sino por una decisión política de mantener en pie los manicomios”, destacó Raúl Daz, Secretario General de ATE Rosario.
Con la participación de ATE Rosario, en el marco del III Encuentro Latinoamericano y del Caribe de Derechos Humanos y Salud Mental, se realizó el panel “Sindicatos: El trabajo en salud y la salud de lxs trabajadorxs”, una importante instancia de debate y reflexión sobre las políticas de Estado en materia de salud y salud mental, y el rol de lxs trabajadorxs en la construcción de las mismas.
Participaron el Secretario General de ATE Rosario y trabajador de la obra social PAMI, Raúl Daz; el integrante de ATE Salud Mental Rosario y delegado de Colonia Oliveros, Esteban Fridman; quienes compartieron sus disertaciones junto a Fernanda Magano (CFP-CUT-Brasil), Silvana Lagata (Amsafe) y Cecila Ros (UNLa). La coordinación estuvo a cargo de Mariano Mussi (Comité Mixto UOM-VC-ARG) y la relatoría estuvo a cargo de Efimia Lagiu.
Numerosas temáticas fueron abordadas a lo largo de esta instancia: el debate por la plena implementación de la Ley de Salud Mental en Argentina, el importante antecedente en materia antimanicomial de Trieste (Italia) y el peligroso retroceso de las políticas bolsonaristas sobre el paradigma brasileño de salud mental.
Durante su presentación, Daz enmarcó la lucha antimanimocial en la Argentina de Macri, tras cuatro años de ajuste feroz: “Hemos recibido recortes presupuestarios en todas la áreas del Estado, y obviamente la salud mental no fue la excepción. Hoy tenemos una ley que se construyó en base a un intenso debate protagonizado por trabajadores/as pero que no se termina de implementar. No sólo por la falta de recursos sino por una decisión política de mantener en pie los manicomios”.
Ante este marco hostil el dirigente citó la obra del sanitarista argentino, Mario Testa, quien consultado sobre el cómo y el porqué organizarse reflexionó: “No hay procesos transformadores sin sujetos organizados en todos los niveles”.
Por su parte, y haciendo referencia al lugar de los trabajadores en los procesos de transformación, Fridman resaltó el rol de estos en la reforma psiquiátrica que tuvo lugar en Italia a fines de los 70. “Es central pensar que el proceso de cierre del manicomio en Italia va de la mano del proceso político de organización de los trabajadores y del conjunto de la izquierda italiana. Es impensable la experiencia de Trieste sin el aporte del movimiento obrero”, sostuvo.
Y particularmente sobre este amplió: “Movimiento obrero que durante esos mismos años desarrolló miles de investigaciones participativas sobre la nocividad en el trabajo, lo que se conoce como el modelo obrero italiano, que sigue funcionando hoy como una referencia central en la lucha por la salud de los/as trabajadores/as. De allí aprendimos que la salud no se negocia, ni se vende, ni se delega».