Entrevista concedida por el doctor Paulo Amarante a Las almas repudian todo encierro. Doctor en Medicina y Filosofía (MD – PhD), pionero del movimiento de reforma psiquiátrica en Brasil. Profesor Titular e Investigador y Coordinador del Laboratorio de Estudios e Investigación en Salud Mental y Atención Psicosocial (LAPS) de la Escuela Nacional de Salud Pública Sergio Arouca, Fundación Oswaldo Cruz (ENSP / Fiocruz) de Río de Janeiro. Presidente Honorario de la Asociación Brasileña de Salud Mental (ABRASME).
“Hay un desafío que es cerrar los manicomios”
Los manicomios representan una forma obsoleta, arcaica, de pensar la locura como peligrosidad, como incapacidad, irracionalidad, discapacidad y la locura no es generalmente esto, es sufrimiento mental, es necesidad de cambio, de acogida, de cuidado, de trato social, asegura el Doctor en Salud Pública Paulo Amarante.
-Dada la compleja realidad de Latinoamericana, ¿cuáles le parece que son los desafíos de los que trabajamos en el campo de la Salud mental hoy?
-Paulo Amarante: Para nosotros que trabajamos en el campo de la salud mental, hoy el primer desafío es más o menos el mismo de siempre porque América Latina es un campo de disputa de hegemonía de los países colonizadores (Estados Unidos y países de Europa) que están siempre haciendo acá sus políticas de mercado y de implantación de intereses que son ajenos a nosotros. Y siempre es muy difícil hacer políticas sociales de salud, de seguridad social, de trabajo, de vivienda, de derechos humanos. Esa es la gran dificultad de siempre, más general, de políticas de derechos humanos, sociales, civiles, laborales, políticos. En el campo de la salud mental el desafío es un poco mayor porque nosotros trabajamos con personas que tienen dificultades más visibles, con dificultades de relación, con dificultades para realizar cambios sociales. En general son pobres y las gestiones son más problemáticas en las poblaciones de la periferia, en las favelas, villas miseria, y además, con sufrimiento mental, con situaciones que dificultan tener un empleo, tener una casa o tener relaciones sociales. Esa es una gran dificultad. Por eso yo pienso que la reforma psiquiátrica para nosotros no es una reforma de servicios, de modelo de atención, sino una reforma del espacio social, de las relaciones sociales, cambiar las formas de cómo la sociedad piensa al otro, al sufrimiento mental, la diferencia, la diversidad. Esto es un cambio más cultural, más político y ético. Y para esto necesitamos, además de cerrar los manicomios, abrir nuevos servicios pero también abrir otras posibilidades de vida, de trabajo, como las cooperativas sociales, generar nuevos espacios de convivencia, proyectos sociales de cambios culturales, proyectos de producción de vida y subjetividad.
-¿Qué es lo que hay que abrir, según su mirada, para cerrar los manicomios?
(En Argentina nuestra ley establece un plazo hasta el año 2020. Esto en relación a qué políticas o decisiones «sustitutivas» se deben abrir, mientras se va cerrando el manicomio para evitar el modelo mixto en el que el manicomio sigue vigente.)
-Paulo Amarante: Hay un desafío que es cerrar los manicomios porque los manicomios representan una forma obsoleta, arcaica, de pensar la locura como peligrosidad, como incapacidad, irracionalidad, discapacidad, y la locura no es generalmente esto, es sufrimiento mental, es necesidad de cambio, de acogida, de cuidado, de trato social. Yo pienso que esto es un gran desafío: cerrar los manicomios al mismo tiempo que se abren otros dispositivos sociales, asistenciales, como los centros de atención de salud mental o atención social durante las 24 horas, para el cuidado intensivo en situaciones de crisis, cuando las personas no se pueden quedar en su casa, no deben ir a un manicomio. Hay que establecer servicios que puedan tener la capacidad de atención de urgencias y emergencias en las crisis, durante las 24 horas, servicios que tengan la capacidad de actuación en territorio, promoviendo cambios, promoviendo contratos sociales con el territorio y otro tipo de dispositivos que no son servicios, como centros de convivencia, centros culturales, centros sociales, proyectos culturales, proyectos de trabajo, proyectos artísticos y muchas otras cosas que promueven la salud mental, promueven la subjetividad, promueven los cambios y promueven la integración de las personas. Se trata de prácticas de ciudadanía, de participación social, de que todos estén pudiendo participar de los servicios, de los dispositivos, de las ideas, de la creación de grupos artísticos, musicales, teatrales, culturales, todo foro de trabajo con la participación efectiva de los actores sociales, incluidos los usuarios, las personas con sufrimiento mental. Jamás hacer cosas sin la participación de las personas con sufrimiento mental; hay una frase que acá se dice: nada sobre nosotros sin nosotros, siempre con este protagonismo. Es muy importante este principio de hacer juntos todas las personas: cambia las prácticas, cambia los servicios, cambia las políticas, cambia las prácticas de ciudadanía de derechos.
-¿Qué expectativas tiene para el 2° Encuentro Latinoamericano de DDHH y Salud Mental que se realizará a partir de octubre en la ciudad de Montevideo?
-Paulo Amarante: Yo pienso que el 2° Encuentro Latinoamericano de Derechos Humanos y Salud Mental es una oportunidad única de tener más proximidad con los compañeros de Latinoamérica que piensan o actúan políticamente en el campo de la salud mental, es una oportunidad de tener avances en las constituciones, en las prácticas de cambio y una cosa precisa es esto: hacer más intercambios, que se vean más personas de Argentina en Brasil, tener más personas de Brasil en la Argentina, en Uruguay, en Paraguay, en Chile y otros, conocer las experiencias, intercambiar las impresiones junto a las personas que están actuando y hacer producciones conjuntas, de investigaciones, de tesis, de libros. Y estar activos siempre haciendo eventos, nuevos encuentros, congresos, y ocupar los congresos existentes. Hay un congreso en ABRASME donde vamos a hacer una reunión previa al 2° Encuentro de Latinoamericano sobre Derechos Humanos y Salud Mental, así como hubo otra reunión en noviembre pasado en Argentina (Lanús), y tendremos el 2° Encuentro Latinoamericano en octubre, en Uruguay. Apostando a la posibilidad de ocupar los espacios ya existentes de salud, salud mental, salud colectiva, para que nosotros podamos mantener un vínculo permanente de lucha, de discusión y de profundización de nuestros temas. Además creemos que en Montevideo van a estar muchos compañeros de América Latina y seguramente de América del Sur, que será un momento muy rico de conocer personas, experiencias, de intercambiar y desarrollar posibilidades de futuro.
La expectativa de Montevideo es que será un momento de verdadero encuentro de compañeros de toda América latina, de varios países, de conocer personas y experiencias de estos territorios y de continuar desarrollando posibilidades de futuro.
Entrevista: Mariana Chidichimo, Celina Pochettino, Trabajadoras ATE Salud Mental Rosario-Idep Salud Mental
Redacción: Rubén Fernández
Paulo Amarante: Recorte entrevista
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Paulo Amarante: “Jamás hacer cosas sin la participación de las personas con sufrimiento mental; al respecto, hay una frase que acá se dice: ‘nada sobre nosotros sin nosotros’, siempre con este protagonismo. Es muy importante este principio de hacer juntos todas las personas: cambia las prácticas, cambia los servicios, cambia las políticas, cambia las prácticas de ciudadanía de derechos.”
Paulo Amarante: “Yo pienso que esto es un gran desafío: cerrar los manicomios al mismo tiempo que se abren otros dispositivos sociales, asistenciales, como los centros de atención de salud mental o atención social durante las 24 horas, para el cuidado intensivo en situaciones de crisis, cuando las personas no se pueden quedar en su casa, no deben ir a un manicomio.”
Paulo Amarante es autor y organizador de varios libros como “Teoría y Crítica en Salud Mental – Textos Seleccionados”, “Loco por la vida – La trayectoria de la reforma psiquiátrica en Brasil”, “Psiquiatría Social y Reforma Psiquiátrica”, “La salud y la atención psicosocial”, “Psiquiatría sin paliativos”, entre otros.