IVE: Un derecho hecho realidad ǀ «Pudimos hacer esa primera receta de Misoprostol y que la persona acceda a un aborto seguro.»


La médica Estefanía Cioffi, que es parte de la Red de Profesionales de la Salud por el Derecho a Decidir, recetó la primera Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE): «Por primera vez pudimos acompañar sin pedir ningún justificativo.»

A continuación el video de la entrevista realizada por IP Noticias a la médica Estefanía Cioffi:

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La doctora Cioffi publicó en su cuenta de Instagram: “Primera Interrupción VOLUNTARIA del Embarazo ?. Hoy el derecho a poder decidir es una realidad después de años de organización feminista. La emoción desborda el cuerpo. Acá estamos para garantizar la ley 27.610, para acompañar amorosamente, para acompañar SIEMPRE. Justicia social es poder decidir. CONTÁS CON NOSOTRES  @redsaludxelderechoadecidir @campabortolegal”

A continuación entrevista realizada por el portal Nuestras Voces a la médica Estefanía Cioffi:

Es médica, militó el aborto e hizo su primer receta de Misoprostol a una paciente

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“Fue muy impactante firmar esa primer receta, ese primer consentimiento informado, escribir en la historia clínica la palabra interrupción voluntaria del embarazo, en donde la voluntad está delante de todo. Sintiendo que efectivamente cambiamos la historia”, asegura la médica Estefanía Cioffi del Centro de Salud Barrio Ricciardelli y la Red de Profesionales de la Salud por el Derecho a Decidir. Con la entrada en vigencia de la ley reglamentada por el presidente Alberto Fernández un nuevo derecho se hace realidad.

“Después de tantos años de lucha para mí fue un momento emocionante poder firmar la primera receta de Misoprostol para acompañar un aborto legal”. La que habla es Estefanía Cioffi, médica generalista del Centro de Salud (CeSAC) 20 en el Barrio Ricciardelli del Bajo Flores, del hospital Solano de Quilmes. Ella forma parte de la Red de Profesionales de la Salud por el Derecho a Decidir y lo dice unas horas después de firmar por primera vez, el 25 de enero del 2020, una receta a una paciente que manifestó su voluntad de interrumpir el embarazo. Ocurrió luego de que entrara en vigencia la Ley Nº 27.610 que fue promulgada hace 10 días por el Presidente de la Nación. “Fue muy impactante acompañar, firmar esa primer receta, ese primer consentimiento informado, escribir en la historia clínica la palabra interrupción voluntaria del embarazo, en donde la voluntad está delante de todo. Fue muy, muy emocionante. Sintiendo que efectivamente cambiamos la historia”, contó a Nuestras Voces esta médica de 33 años.

—¿Cómo fue la experiencia en el día de ayer?

—La primer receta de Misoprostol para una interrupción voluntaria del embarazo la hicimos ayer con mi compañera enfermera en el centro de salud. Recibimos a una mujer que conocemos ya hace muchos años y que nos enteramos esta semana que era probable que esté transitando un embarazo y por supuesto, como siempre, dimos una consejería de opciones para ver qué quería hacer con embarazo y decidió interrumpir voluntariamente el embarazo. Así que la acompañamos con toda la información, como lo hacemos siempre y dando lugar además de a sus planteos, a sus preocupaciones y también planificando qué método anticonceptivo quiere usar después. Es bastante similar a las interrupciones de embarazo que hacíamos hasta el viernes, pero ahora no pedimos o no necesitan justificar por qué, sino que con su voluntad alcanza. Lo cual, por supuesto que es muy emocionante.

—¿Cómo empezó tu camino en la militancia por el aborto legal?

—Ya hace muchos años que acompaño a personas que deciden abortar, incluso antes de ser médica. Pero sobre todo cuando arranque la residencia de Medicina General y familiar en un centro de salud en Villa Soldati, en donde el equipo que trabajaba ahí ya realizaba acompañamientos pre y post aborto desde una perspectiva de reducción de riesgos y daños. Y además participé de la conformación de la colectiva feminista Mala Junta y de los acompañamientos feministas de ese espacio. Ya después de unos años se empezó a organizar la Red de Profesional de la Salud por el Derecho a Decidir que nos encontró a todos aquellos profesionales a los que veníamos garantizando interrupciones de embarazo dentro del sistema de salud.  Y eso claramente profundizó mi compromiso y mi militancia en este tema.

—¿Cómo viviste el proceso de la legalización?

-La legalización del aborto fue un proceso muy largo. Yo viví todo ese proceso como de muchísimo aprendizaje. Obviamente, cuando yo empecé a organizarme alrededor del aborto ya existían muchísimas mujeres que también habían fundado la Campaña Nacional por el Derecho al aborto legal, seguro y gratuito. Y yo me sumé a ellas. Así que el momento de la legalización en este diciembre pasado fue para mí muy emocionante, sobre todo recordando a todas aquellas personas que habían decidido interrumpir sus embarazos y lo habían hecho, encontrando las formas que pudieron. Y también recordando con mucha felicidad a todas aquellas personas que pudimos acompañar, pero también a las compañeras que perdimos en el camino. Viví la legalización como un momento de muchísima alegría y desborde de emoción, poder ver todas esas compañeras en la calle, sabiéndonos protagonistas de la conquista de este derecho. Un derecho que nos cambia la vida cotidiana a un montón de personas, pero que sabemos sobre todo que es una promesa de futuro. Porque vernos organizadas y que a través de toda esta lucha conquistamos ese derecho, nos invita a organizarnos y a pensarnos más allá.

—¿Cómo creés que sigue?

—Creo que en un futuro muy cercano, casi presente, se viene una pelea muy fuerte por la implementación de la interrupción voluntaria del embarazo y poder lograr que efectivamente en cada uno de los territorios de la Argentina, en cada pueblo, en cada ciudad, en cada provincia, se garantice la interrupción voluntaria del embarazo, escuchando que es lo que las personas necesita. Que el sistema de salud efectivamente abra sus puertas, por lo cual lo que se nos viene a estar organizadas en cada uno de los territorios.  Me parece que más que nunca necesitamos un feminismo popular que esté a la altura de las circunstancias, que se acerque a las personas.  Un feminismo de la cercanía, de la escucha que está en cada uno de los barrios, que sepa cuáles son las realidades, que se acerque a los centros de salud y a los hospitales para acompañar a estas personas, para asegurarnos de que se garanticen abortos, que sean cuidados, que sean amorosos, que se garanticen con prácticas que sean adecuadas, como las que recomienda la Organización Mundial de la Salud.  Así que creo que nos espera mucha actividad, pero creo que están las condiciones políticas dadas para poder avanzar en esto.

“Fue muy impactante firmar esa primera receta. Ese primer consentimiento informado, escribir en la historia clínica la palabra interrupción voluntaria del embarazo, en donde la voluntad está delante de todo. Sintiendo que efectivamente cambiamos la historia”, contó al sitio Nuestras Voces.

“Después de tantos años de lucha para mí fue un momento emocionante poder firmar la primera receta de Misoprostol para acompañar un aborto legal”, relató la profesional.