Las producciones audiovisuales del Gomecito: arte al servicio de la salud y la integración


Ignacio Blaconá es el tallerista del C.C. Gomecito encargado de la producción y la edición de las destacadas propuestas audiovisuales que realizan en el Centro Cultural. Recuerda que gracias a la llegada de las herramientas: cámara, micrófono y grabador externo, lograron la calidad que necesitaban para difundir las producciones que soñaban mientras hacían talleres de radio y algún psiquiatra, o psicólogo, les impedía llevar la cámara porque “la imagen de la locura no se podía mostrar”. Más tarde, personas más auspiciosas, pero también respetuosas, posibilitaron producciones maravillosas como las sagas Luces Calientes y Pastillas o el largometraje Ánfora, que todos podemos disfrutar en Youtube.

Las producciones audiovisuales están realizadas con una calidad técnica destacable para poder ser difundidas en formatos exigentes como la televisión o el cine, pero lo más importante, según los realizadores, es la interacción, «porque en ellas participan todos: gente de la comunidad, artistas, los usuarios, los trabajadores, fuimos pasando todos por ahí y ahí creo que es donde se funde esta idea del intercambio, no es solo de usuarios para usuarios sino que es una producción para que circule por la comunidad.»

Uno de los intérpretes de la producción audiovisual Pastillas, al ser consultado por el sentido de la vida, dice: “No sé, no somos todos iguales, para cada persona tiene un sentido; algunas viven sin saberlo y sin sentido, por ejemplo haber transitado por un lugar como este (el manicomio) es vivir sin sentido, salir de un lugar como este, tiene sentido.”

 

Entrevista a Ignacio Blaconá, periodista y realizador audiovisual. Taller de Producciones Audiovisuales CCG

 

-¿Cómo se construye este colectivo de producciones audiovisuales en el C.C. Gomecito?

-Ignacio Blaconá: Hoy somos compañeros de trabajo y cada uno tratamos de aportar para realizar una producción audiovisual, cada uno de acuerdo a sus posibilidades, sus talentos, sus saberes. Es un laburo que tiene un plus en cuanto a las gratificaciones personales porque a mí me agrada mucho este marco de trabajo y también es una posibilidad concreta para dar voz a personas que, en algunos casos, tienen totalmente cercenada esa posibilidad de expresarse. Y más teniendo en cuenta que nosotros nos planteamos un objetivo alto en cuanto a lo audiovisual, porque podríamos habernos quedado con el objetivo con el que realizamos las primeras producciones que hacíamos dentro del hospital, que no está mal, que era mostrarlo ahí, para los que lo hacíamos y para los que trabajan, pero nos pusimos como objetivo también que esto trascienda y nos encontramos con los condicionamientos de calidad que te piden si uno quiere mandar material, por ejemplo, a la televisión. Es una tensión entre lo que estamos queriendo realizar y la falta de recursos y tenemos que luchar contra eso para producir un material que no solo exprese nuestro pensamiento sino que también tenga ciertos estándares de calidad que te piden, como la calidad de sonido y de imagen. Y cuando lo pudimos resolver, de alguna manera pudimos desembarcar en la tele y en el cine, porque el año pasado hicimos una película y la proyectamos en el cine público de acá de Rosario. (Ver link del largometraje Anfora). En la televisión de cable de Rosario hace ya tres o cuatro años que pasamos programas. Eso fue un desafío y nosotros simplemente somos compañeros de trabajo y queremos hacer las cosas lo mejor posible, con nuestras herramientas y con nuestra voz, que se escuche nuestra voz, lo que tenemos para ofrecer nosotros.

 

-Sin dudas la calidad de las producciones es muy destacable ¿Eso los ayudó para difundir el material?

-Ignacio Blaconá: Nunca me interesó que se muestre o que se difunda uno de nuestros trabajos en una calidad de “pobrecitos” o con cierto morbo de la locura que atrae, entonces pasamos cualquier cosa. No, el interés fue tener una voz que exprese nuestro sentimiento, lo que tenemos para aportar nosotros desde el mejor lugar, nosotros no queríamos que los condicionamientos técnicos de alguna manera, “prohibieran” nuestros materiales o que no los pudiéramos incluir en la televisión o en formato de largometraje, de película. Esto es una estrategia de difusión para poder decir lo que tenemos para decir y no quedar entrampados ahí, en un circuito cerrado y que esto solamente lo veamos nosotros, y nos divirtamos nosotros nomás, con los familiares, con los usuarios de salud mental y nada más. Nuestra estrategia fue siempre saltar de ahí, para poder mostrar nuestro material y que circule. Y hay un detalle importantísimo, que nosotros en el Gomecito lo rescatamos como recurso, que es la importancia de la edición como herramienta, porque en el material que se realiza la parte de edición es muy sensible.

 

-Ahora está muy claro que el proyecto audiovisual del Gomecito es una experiencia muy enriquecedora para todos los que participan pero uno supone que el recorrido puede no haber sido sencillo: ¿Encontramos mucha resistencia para realizar su trabajo?

-Ignacio Blaconá: Hace muchos años, apenas arrancamos, yo hacía talleres de radio y no querían que lleve la cámara. No sé por qué, un psicólogo o un psiquiatra había decidido que la imagen con la locura no era compatible. Fue una frustración porque yo tenía ganas de ir con mi cámara y empezar a experimentar con imágenes y poder integrar los radioteatros que hacíamos. Yo decía: por qué no hacer esto que estamos haciendo para la radio con la imagen de por medio, pero aparecieron esos personajes que dijeron que no, que no era posible, entonces yo me quedé como un año mascullando esta bronca, pensando qué lástima. Hasta que lo volvimos a hablar en otro momento con otra gente y nos dimos cuenta que era una tontera y la experiencia misma demostró que era una tontera, por todo lo bueno que generó, por toda la empatía que generó y las ganas de la gente también de mostrar estas producciones en formato audiovisual.

 

-¿Cómo evaluás desde tu tarea la incidencia de la implementación de Ley Nacional de Salud Mental y Adicciones?

-Ignacio Blaconá: Yo no noto muchas diferencias desde la implementación de la Ley de Salud Mental. Algo que sí pasó, al menos en los talleres en los que yo participo llegaron herramientas: llegó nuestra primera cámara, nuestro primer equipo para registrar sonido, que no es menor eso porque nos dio la posibilidad de hacer algo un poquito más logrado técnicamente. Y tener un micrófono, una cámara, un grabador externo, nos permitió hacer cosas mejores, eso lo tomo como un momento bisagra. Pero si vos me preguntás por la implementación de la Ley de Salud Mental, yo no noto nada distinto, no es que nos abrió una puerta o nos permitió más difusión, la verdad es que no, nuestro trabajo lo hacemos nosotros de la misma forma, por empuje propio, grupal, como equipo, pero no porque la Ley nos facilite algo, hoy por hoy. Esta es una opinión muy personal.

 

-Uno imagina que hay una gran diferencia entre el trabajo interdisciplinario y las formas de atención en las cuales prevalece fundamentalmente una mirada desde la psiquiatría, ¿es así?

-Ignacio Blaconá: Nuestro trabajo es interdisciplinario junto a trabajadores sociales, músico terapeutas, psicólogos, asistentes sociales y trabajadores de otros rubros, lo que hace muy rico el intercambio porque se expresan visiones diferentes que se van nutriendo unas con otras, donde ya no es tan fuerte el pensamiento del psicólogo o el psiquiatra porque todos opinamos con la misma voz, con la misma posibilidad de aportar nuestras herramientas de trabajo para una acción colectiva.

 

¿Creés que están dadas las condiciones para que se cierren los manicomios a partir de 2020?

-Ignacio Blaconá: Yo creo que está perfecto cerrar los manicomios y tendríamos que ir por ese camino, pero yo no veo que las acciones vayan por ese mismo rumbo, porque una cosa es la teoría, lo que pregonan, incluso para el 2020 estamos planteando un cierre de los manicomios, pero yo no veo que se esté construyendo un cambio o una alternativa posible, aunque nosotros luchamos por esto pero en los hechos concretos es muy difícil, hay dispositivos alternativos muy precarizados. Personalmente yo no veo que esto vaya creciendo, que esa alternativa se vaya haciendo sentir, me parece que falta mucho tiempo para que se pueda hacer un cierre de manicomios y ofrecer algo alternativo. Es un camino que falta transitarlo desde muchos lados: funcionarios, trabajadores, usuarios, es algo muy complejo.

 

Entrevista y texto: Rubén Fernández

 

Luces Calientes

 

Luces calientes Trailer from nachoblaco on Vimeo.

 

Pastillas

 

 

Largometraje Ánfora