2 de abril en La Plata | Memoria de agua sin micrófonos, ni cámaras ni flashes…


Foto: Familias de victimas de la inundacion (16)

Hacer saber | Hacer partícipe | Transmitir y recibir | Unir, poner en relación… son algunas de las frases que definen comunicar. Los medios de comunicación son un instrumento a través del cual las sociedades se valen para que todo lo anterior suceda, y también el encuentro y las redes…
Hoy se cumplen tres años de la correntada de agua que arrastró el esfuerzo, el trabajo y la vida de los ciudadanos de La Plata.  Ese 2 de abril de 2013 una línea de comunicación apareció como los gomones que esperaban los inundados: REDES COMUNITARIAS; especialmente las interpersonales y las radiales desde las primeras horas, redes gráficas y redes sociales… asistieron a los barrios, registraron las realidades, se involucraron con las problemáticas, las necesidades y fueron una de las claves para enhebrar la solidaridad que se multiplicó espontáneamente en cada vecino, en cada platense que necesitó saber a dónde ir a pedir ayuda o a dónde ir a ayudar. Barrio por barrio, casa por casa, escuela por escuela.
Pasaron 36 meses, 145 semanas, 1096 largos días y el reclamo de cada vecino que perdió un familiar; la peregrinación para recuperar “lo posible” de cada inundado e inundada, las fotos que ya no son, y tantas marcas… laten oscuras debajo de la pintura, las mentiras y el silencio de funcionarios y medios de (in) comunicación.
A tres años de la peor inundación de la que tenga memoria la Ciudad de La Plata y la provincia de Buenos Aires, las redes comunitarias, medios alternativos, y los colectivos autoconvocados y organizados… acompañan a familiares, retratan su proceso de elaboración, brindan espacio para el intercambio y también para la denuncia, son pilar de comunicación, lucha y re-construcción. Memoria de agua sin flash.
Marcha 1 año 42
 
El 2 de abril de 2014, fue de alto impacto: emoción, fortaleza, coherencia, participación, expresión, creatividad, verdad, reclamo…
Miles de personas concurrimos a una convocatoria tan legítima como el reclamo que se sigue profesando: Memoria, Verdad y Justicia, como una continuidad histórica en la que las víctimas de un sistema que no es seguro [i] y no dignifica la vida, debe peregrinar día tras día, a lo largo de los meses, los años… demostrando que el modelo no representa la verdad de sus realidades e intenta esconder con poder y artilugios mediáticos todo lo no justo.
[i]  Cuando hablamos de sistema no seguro, o de la inseguridad del sistema, nos referimos a todo lo que éste no ofreció/ofrece para resguardar la vida y la salud de las personas antes, durante y después de la inundación. Inseguridad socio-sanitaria, pobreza como un punto de partida nefasto. Incapacidad de las distintas gestiones de gobiernos municipales, provinciales y nacionales de involucrarse con los hechos. Falta de intervención a tiempo, cuando La Plata estaba llenándose de agua, falta de capacidad para rescatar a las personas; cuando la ciudad estaba devastada, falta de capacidad para ayudar a los damnificados. Falta de obras anteriores a la catástrofe, cuando había informes que alertaban de la necesidad de las mismas. Un Código Urbano que potenció todo tipo de riesgos y favoreció el negocio inmobiliario con vía libre para alterar la composición de la ciudad sin sustentabilidad. Falta de organización sanitaria para ofrecer salud a una población atravesada por una catástrofe. Obstrucción de las investigaciones. Falta de respuesta a las pérdidas materiales. Falta de contención a un colectivo social, cultural y económico inmerso en una situación muy angustiante y desequilibrante. Y tantas otras cosas que atentan contra la seguridad de las personas podrían seguir enumerándose.
Cómo estamos hoy, a tres largos años de la tragedia?
 
Lo que ha sucedido en La Plata es motivo de alarma y de lucha.
No sorprenden los anuncios del Juez Arias, corroboran; porque hemos vivido el desastre en carne propia y somos conocedores y protagonistas de esta lucha. Indigna el silencio, el oportunismo y la mentira.
 
Durante semanas la realidad platense estuvo atravesada las 24 horas en todas sus capas vitales por la inundación devastadora del 2 de abril.
Las calles del casco urbano continuaban dando huella de la correntada de agua que arrastró el esfuerzo, el trabajo y la vida de los ciudadanos. Los barrios de la periferia soportaban sus días con las aguas estancadas, sobreviviendo gracias al trabajo muy comprometido de la gente, de organizaciones sociales, barriales, sindicales, jóvenes…
El universo de la inundación, como un micromundo específico de la región La Plata, Berisso y Ensenada, se repartió en diferentes planos que, aunque con distintos signos, latían todos embadurnados de ahogo.
Las palabras cuerpo, perdí, frio, nada, muertos, muerta, muerte, contaminación, agua, colchón, comida, mienten, se recicló al infinito en cada casa, en cada lugar de trabajo, en cada almacén, quiosco, escuela…
Confusión, pérdida, dolor, bronca, resignación, agotamiento… tendía a obturar a cada uno de los inundados y a quienes los asistieron  hermanados en el intento de recuperar algo de lo que quedó.
La impunidad continúa, todas las voces seguimos gritando Memoria Verdad y Justicia, La Plaza Moreno es el lugar de encuentro, a tres años de la inundación de La Plata, ni olvido, ni perdón, LUCHA!!
 
Cecilia Fernández Lisso, Producción de contenidos y comunicación IDEP Salud, ATE Argentina