8M | PARO INTERNACIONAL DE MUJERES Y DISIDENCIAS


IDEP Salud adhiere y convoca al PARO INTERNACIONAL DE MUJERES Y DISIDENCIAS y saluda las diversas acciones que se realizan en nuestro país y en el mundo

por Cecilia Fernández Lisso, IDEP Salud ATE Argentina

El 8M propuso una forma inédita en la historia de los modos de organización dando luz a una problemática transversal: la opresión de géneros sin fronteras, culto, etnia, raza, religión…; y a una decisión indeclinable de lucha por los derechos avasallados. No fue una bajada de línea, ni se construyó como un producto de venta en los medios masivos; el 8M fue una respuesta histórica sin retorno. Compuesta en movimiento, en los barrios, en el laburo, en el encuentro. Se cultivó en la necesidad de parar con la violencia de todos los días, violencia que en nuestro país tiene su máxima expresión femicida convertida en un horror cotidiano: en 2023 hubo 56 víctimas de femicidio en los primeros 59 días del año

El Paro Internacional de Mujeres y disidencias es una medida de fuerza contra el patriarcado, contra todas sus formas de opresión y todas las violencias ejercidas histórica y sostenidamente contra las mujeres e identidades diversas del mundo, desde todas las formas que supo y pudo establecer el poder patriarcal para apropiarse de nosotres y nuestra fuerza de trabajo.

El informe EL COSTO DE CUIDAR, las brechas de genero en la economía argentina, del Ministerio de Economía que contiene un apartado dedicado a la Penalización por maternidad, en su resumen ejecutivo resalta que aunque al primer trimestre del 2022 muestra algunas mejoras en los niveles de empleo, actividad y desocupación de las mujeres en la Argentina (tasa de actividad un 1,2 p.p. más que en 2021; tasa de empleo creció 3,0 p.p. , tasa de desocupación 4,0 p.p. más baja, brecha de empleo disminuyó 2,2 p.p. respecto al mismo trimestre de 2021), las desigualdades entre varones y mujeres persisten y se agrandan cuando tienen hijos/as.

  • Las mujeres tienen mayores índices de informalidad que los varones (4,2 p.p. más), porque se insertan en las ramas de actividad más precarizadas: casi 4 de cada 10 mujeres trabajan en actividades relacionadas con los cuidados (trabajo doméstico, enseñanza, servicios sociales y de salud).
  • Esta desigualdad histórica se observa en el acceso a la jubilación: solo el 12,1% de las mujeres en edad jubilatoria (entre 55 y 59 años) cuenta con más de 20 años de aportes. En los varones, este porcentaje asciende a 25,5%. Además, 7 de cada 10 personas que perciben las jubilaciones mínimas son mujeres.
  • Estas inequidades se sostienen sobre una distribución del trabajo doméstico y de cuidado estructuralmente desigual: las mujeres le dedican 6,5 horas al trabajo no remunerado, mientras que los varones le dedican 3,7 horas (ENUT-2021).
  • A la inversa, los varones trabajan de forma remunerada más horas que las mujeres. Por semana, ellos dedican 40,8 horas al trabajo remunerado, mientras que ellas le dedican 32,5 horas.
  • La diferencia horaria se agranda cuando hay presencia de niños/as y/o adolescentes en los hogares: por ocuparse del cuidado, las madres dedican sólo 31,9 horas semanales al trabajo remunerado; mientras que los padres, 43 horas.
  • Esta diferencia es aún mayor entre madres y padres de hijos/as menores de 6 años: mientras ellos trabajan 44,6 horas semanales de forma remunerada, ellas dedican solo 28,9 al trabajo remunerado.
  • La desigualdad en el cuidado entre madres y padres se traslada a las brechas laborales y de ingresos: en el 1er trimestre de 2022, la brecha de actividad fue de 25,4 p.p. y la de empleo, de 26,3 p.p.
  • La brecha de ingreso total individual entre varones y mujeres fue de 28,3%. Esto significa que, en promedio, las mujeres tienen que trabajar casi 9 días más por mes para recibir el mismo ingreso que los varones. La brecha en el ingreso de la ocupación principal alcanzó el 27,8%, mientras que la brecha entre madres y padres fue del 34,5%.
  • A estas desigualdades se suma una penalización por maternidad, que se refleja en la diferencia salarial entre madres y padres, contemplando el nivel educativo y la experiencia laboral: las madres perciben un ingreso por hora 33,7% menor que los padres.

los varones comienzan a participar de las tareas
de cuidados recién hacia el final de sus carreras, mientras que las mujeres lo hacen a lo largo de toda la vida

Brechas de tiempo y cuidados (TDCN tareas de cuidado no remuneradas)

VER INFORME COMPLETO

Otro informe presentado por el centro de estudios ATENEA señala que en Argentina las mujeres ganan en promedio un 26 por ciento menos que los varones. Esta diferencia se registra en todas las categorías ocupacionales, y es aún mayor para los cargos de jefatura, donde la diferencia llega hasta un 30 por ciento en promedio.

Aunque cuenten con el mismo nivel de instrucción o incluso mayores credenciales educativas que el hombre, al incorporarse al ámbito laboral las mujeres no acceden a los cargos mejor pagos

En la categoría de jefes y jefas el informe detectó un 73 por ciento de participación de varones contra sólo un 27 por ciento de mujeres.

Hombres y mujeres no se insertan en las mismas actividades, ya que hay ramas feminizadas y masculinizadas. Las mujeres ocupan la mayor cantidad de puestos de trabajo en los rubros vinculados al servicio y la enseñanza, mientras que los varones trabajan en actividades industriales, que están mejor remuneradas

Las tareas del hogar y de cuidado son dos de los aspectos más significativos de la brecha en el progreso socio económico, el informe revela que la cantidad de tiempo que los varones dedican al trabajo pago es de diez horas semanales más, en un promedio de 45 horas semanales contra 35 de las mujeres y lo atribuye directamente a que las mujeres “no tienen opción sobre la responsabilidad socialmente asignada al hogar y cuidado

Participación de varones y mujeres en el mundo laboral según categoría ocupacional

El cierre del documento presentado por el observatorio de derecho social de la central autónoma, Las desigualdades de género en el mercado de fuerza de trabajo en Argentina, destaca la importancia de pensar en formas novedosas para limitar la desigualdad de género en el mundo del trabajo, genera un desafío para las organizaciones sindicales. Un punto de partida es conocer las formas que asumen en el mercado de fuerza de trabajo: segregación horizontal, segregación vertical y su impacto salarial.

Para avanzar en estrategias de igualdad, es posible formular cláusulas de negociación que fomenten la inclusión de los sujetos segregados en las actividades, puestos o sectores. También resulta importante pensar y repensar las formas de regulación de los adicionales que generan una pérdida salarial sobre quienes recae la doble jornada.

Otro eje para avanzar en la igualdad es externalizar la doble jornada por fuera de los hogares. Las demandas de un sistema integral de cuidado son una herramienta que permite atacar las desigualdades salariales y promover el acceso de cuidados para el conjunto de la clase: trabajadores con empleo, trabajadores que buscan empleo o se ven impedidos de buscarlo porque cuidan a otros, pero también para quienes hoy en día trabajan cuidando a otros en los hogares y conforman el sector más precarizado del mercado de fuerza de trabajo. Ver documento completo

ATE moviliza en todo el país. Con la consigna “Con esta justicia no hay derechos ni democracia”, concentra en CABA a las 16 desde Av de Mayo y Salta. Además, habrá una conferencia de prensa desde Tribunales.

Los principales reclamos son

  • Acciones que garanticen un mundo del trabajo libre de violencia y acoso.
  • Una equitativa distribución del trabajo, del tiempo y de la riqueza porque somos las más impactadas por la precariedad, la pobreza de ingresos y de tiempo.
  • Salarios y jubilaciones que permitan sostener una vida digna, para que la  deuda no la paguemos las, los y les trabajadores. Es inaceptable que sigan sosteniéndose salarios estatales bajo la línea de pobreza.
  • Mejorar las condiciones de trabajo y poner fin a la precarización laboral.
  • El pleno cumplimiento del cupo laboral TT y las acciones que permitan que la inclusión sea en condiciones dignas evitando reproducir discriminación y violencia.
  • Obligatoriedad de la Ley Micaela
  • Convenios Colectivos con perspectiva de género:

– Que promuevan una organización del trabajo que no reproduzca violencias

– Que garanticen el derecho a cuidar, cuidarnos y que nos cuiden

– Que revalorice los trabajos de sectores femenizados y precarios.

– Que garantice condiciones de equidad en el acceso y las trayectorias laborales

La CTA Autónoma notificó al Ministerio de Trabajo la convocatoria al Paro Internacional Feminista que tomará acciones diversas en todo el país.

  • Poner fin a todo tipo de violencia contra las mujeres y diversidades.
  • Basta de femicidios y travesticidios.
  • Ley de reglamentación del Convenio 190 de la OIT sobre violencia y acoso en el mundo del trabajo, ratificado por el Congreso de la Nación que ya está en vigencia. Aprobación de protocolos para prevenir y erradicar la violencia de género en el mundo del trabajo.
  • Por Convenios Colectivos de Trabajo con perspectiva de género que avancen en la eliminación de las brechas en detrimento de las mujeres y diversidades.
  • Cupo laboral trans en el Estado y en los privados, junto a políticas de abordaje integral para las personas trans, travestis, lesbianas y no binaries.
  • Salario con derechos para las compañeras de los territorios que desempeñan tareas de cuidado.
  • Creación de jardines parentales en los lugares de trabajo, estudio y en los barrios.
  • Plena participación sindical y política de las mujeres y diversidades; paridad en todos los cargos y en las estructuras del Estado.
  • Reforma Judicial democrática y feminista, con formación en perspectiva de género en todos los niveles, con especial énfasis en los jueces.
  • Obligatoriedad en la Ley Micaela.
  • Educación Sexual Integral obligatoria.
  • Efectivo cumplimiento de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, sancionada en el 2020.
  • Por niñeces libres de violencias: Niñas, no madres.
  • Por libertad y democracia sindical.