Profesionales de las ingeniería agraria y referentes de organismos vinculados al uso de agroquímicos, coincidieron en la necesidad de ajustar mecanismos de capacitación y control del uso de estos productos en mano de productores. En Corrientes sólo el 5% de la aplicación de agroquímicos se hacen bajo supervisión de profesionales.
El uso racional de fitosanitarios fue eje central de debate del último Congreso Provincial de Ingenieros Agrónomos realizado en la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) con la resencia de autoridades del Ministerio de la Producción de Corrientes, de la Federación Argentina de Ingenieros Agrónomos, de la Universidad, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el SENASA, organismos de agricultura familiar, entre otros presentes.
Durante el congreso, se coincidió en que se ha avanzado en gran manera en la formación de profesionales en conocimientos del uso racional de agroquímicos, y que la deuda pendientes es poder, tanto desde el Estado como de los mismos profesionales, encontrar estrategias para la formación de los productores que son quienes están a cargo de las aplicaciones.
Señalaron que no hay que quitarse las responsabilidades en el tema, todo lo contrario, hacer que desde el sector profesional surja un cambio radical en el uso responsable de los productos usados en la producción y no dejar librado sólo al contralor estatal o la responsabilidad de quienes lo usan .
Se ejemplificó el rol de los profesionales como el de un médico que recomienda un medicamento y la dosis. Luego el paciente puede comprar mal el producto en la farmacia, o confundirse en su casa y tomar otro medicamento, o tomar dosis mayores a las indicadas.
Los representantes de organismos del Estado reconocieron la dificultad de contralor por falta de normativas adecuadas, como la imposibilidad de ingresar a los campos a controlar.
El presidente de la Federación Argentina de Ingenieros Agrónomos (FADIA), Ing. Agr. Walter Sáez sostuvo que “cuando un producto fitosanitario es aplicado por un profesional íntegro no es tóxico”.
En ese sentido, agregó que “la cadena fitosanitaria dentro del marco de las buenas práctica agrícolas es el ABC de nuestra profesión” en relación a que el conocimiento sobre uso racional de agroquímicos es ya parte básica de la formación de los ingenieros agrónomos.
El referente nacional sostuvo que las recomendaciones sobre uso de agrotóxicos conjugan dosis adecuada para lograr el impacto en la producción en mejorar rindes y a la vez con niveles sin incidencia en la salud humana.
Por su parte, el ministro de la Producción de la Provincia de Corrientes, Jorge Vara, repasó la distintas acciones tomadas por el Gobierno en pos de aplicar leyes vigentes relacionadas con el uso de agrotóxicos. Señaló que existen muchos “baches” en las leyes existentes, que no son “muy realistas” por no tener en cuenta las estructuras del Estado para poder hacer cumplir la ley.
“En Corrientes el cumplimiento de la ley se hizo incluso sin mucha claridad en la reglamentación”. “Hay que cuidar de hacer leyes cumplibles” agregó y pidió la colaboración de los ingenieros agrónomos sean colaboradores como auxiliares en la aplicación de la ley.
Vara coincidió en la necesidad de apuntar al último eslabón de la cadena del uso de agroquímicos, es decir los productores. Aclaró no querer cargar culpa hacia los productores sino reconocer lo que en realidad está ocurriendo, y que en las soluciones deben involucrarse, los profesionales, técnicos, organismos del Estado y productores.
“No es el ingeniero agrónomo el que está en la producción, sino las familias rurales o productores” dijo y reiteró que debe apuntar a la formación de quienes aplican los productos.
Vara detalló que en los pooles de siembra o grandes compañías quienes aplican agroquímico son profesionales dedicados específicamente a esa función. “Pero en el total de personas que usan agroquímicos constituyen una minima parte”.
Ejemplificó que en arroz y citricultura el 70% de la producción esta profesionalizada, con alta participación de profesionales en el uso de fitosanitarios.
Pero tomando en cuenta la totalidad de las actividades productivas de la provincia, sólo el 5 o 6 por ciento de las aplicaciones de agroquímicos se hacen con control profesional, lo que acentúa las posibilidades de uso incorrecto.
Incluso en algunos sectores, como el hortícola, están a cargo de la manipulación de agroquímicos gran cantidad de personas que nisiquera saben leer o escribir.
Reiteró en esa línea que debe trabajarse en optimizar la comercialización sólo de productos habilitados, e intensificar luego la capacitación a productores.
“Hoy el Estado provincial ni siquiera puede entrar a un campo a controlar” dijo en relación el énfasis puesto en capacitar a los productores.
Fuente: Momarandu Diario Online