Desde el área por la Plena Aplicación de la ley 26657, de Salud Mental saludamos a todos los trabajadores que construyen con su trabajo cotidiano, un aporte a la salud de la población.
Les dejamos una nota sobre las Empresas sociales y el acceso al empleo digno de las personas con padecimiento mental.
Feliz Día del Trabajador!!!
Las empresas sociales: “ejerciendo un derecho y construyendo otra salud pública”
¿Qué es una empresa social?
Una empresa social es un dispositivo de la red de servicios de Salud Mental es una estrategia de capacitación, trabajo e inclusión que tiene como propósito la generación de fuentes de trabajo para personas con padecimiento psicosocial y personas de la comunidad. Este objetivo se complementa con otro: la integración de las personas a la sociedad. Para el logro de esta integración, siempre consideramos que son necesarios cambios tanto en las personas que padecen, como en la comunidad. Si no se avanza en estas dos direcciones, la integración es imposible o ficticia.
En cuanto a las personas con padecimiento mental, la participación en las empresas sociales permite volver a experimentar el rol social más importante de la vida adulta: “el de trabajador” muchas veces anulado por años de institucionalización y encierro. Esto les plantea sin dudas permanentemente desafíos de superación, dejar de verse como una persona improductivo y ampliar los propios límites. Una de las principales enseñanzas que dejan las empresas sociales es que uno puede hacer mucho más de lo que se imagina (y también mucho más de lo que los demás suponen).
Hacia la comunidad, el trabajo que se plantea es hacer reflexionar sobre ciertas certezas relacionadas con la locura; que la comunidad pueda vivir experiencias que le dejen ver que el padecimiento mental no tiene una relación directa y unívoca con la incapacidad ni con la peligrosidad; que la única respuesta posible no es el encierro y que una persona con sufrimiento mental puede prestarle un servicio o un producto de calidad. Para ello, consideramos que resulta imprescindible que el servicio que se presta sea de calidad y a precio razonable, comparable al que prestan otras empresas “normales”.
Por otra parte, la empresa social es en sí misma una muestra de integración: conviven en ella personas con y sin diagnóstico psiquiátrico, todas en igualdad de condiciones y poniendo todo lo que pueden. Uno de los pilares del trabajo es que nos enfocamos en las capacidades de las personas y no en su psicodiagnóstico. Al momento de organizar la tarea, importa lo que cada uno sabe hacer mejor, no cuál es su enfermedad. Creemos por eso que en las empresas sociales, no debe primar la mirada hospitalaria, es decir, en la que predomina el cuidado por sobre la autonomía.
En la relación con el sistema de Salud, la empresa social plantea un camino: “hacia la Salud Pública por el esfuerzo y el trabajo colectivo” Si bien como dijimos anteriormente La Empresa social es en nuestro país, un dispositivo de la red de servicios de salud mental… justamente el desafío es poder correrse del ámbito de la salud para producir SALUD MENTAL a través del trabajo, sus relaciones, el salario digno y la satisfacción de realizar aquello que a uno lo gratifique.
Esta idea de empresa social creemos que puede ser utilizada perfectamente más allá del ámbito de la salud mental. Entendemos que en cualquier situación donde la marginación, la exclusión social, la pobreza, sea un dato de la realidad y uno de los principales obstáculos a superar, emprendimientos de estas características pueden ser una herramienta apta para favorecer la inclusión social de las personas. Es decir: no sólo una empresa social puede servir para que alguien sea visto como un trabajador en vez de ser catalogado como “paciente”. Una empresa social puede ser un camino para que un “discapacitado”, un “joven de la calle”, un “ex – presidiario”, pueda ser un administrativo o una planchadora y pueda ser reconocido justamente en su rol de trabajador. Cambiar la visión que uno tiene de su lugar frente a los demás y facilitar que los demás reconceptualicen la visión que tienen de una persona excluida es la esencia de una empresa social.
Aportes: Marcelo Muscillo Cooperativa El Bolson, Rio Negro.
Celeste Romero Emprendimiento Social Bellisimas. PREA, Temperley. Buenos Aires.
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