El caso de pedido de una muerte digna para Marcelo Diez, el neuquino que se encontraba en estado vegetativo desde 1994 para quien sus hermanas pidieron al centro de salud el retiro del soporte vital, llegó al Tribunal Superior de Justicia de Neuquén que finalmente consideró que la cuestión no requería autorización judicial por estar contemplada en la Ley de Muerte Digna y ante la apelación de la institución médica tuvo que decidir la Corte Suprema de la Nación. Tres comités de bioética aseguraron que su estado era irreversible.
Por primera vez, La Corte Suprema de Justicia convalidó el derecho de éste y todo paciente a optar por una muerte digna, y Marcelo Diez murió este martes horas después del fallo del máximo tribunal convalidando su derecho a dejar morir.
Ignacio Maglio, abogado diplomado en Salud Pública, quien asesora desde el accidente a los familiares de la víctima, explica el caso y las reflexiones que merece este caso emblemático sobre los derechos de los pacientes.
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