El Jueves 5/11 se realizó una nueva charla sobre Agrotòxicos y Salud en el Hospital de Pediatría, Juan P. Garrahan convocada por la Junta Interna de ATE; actividad de información, concientización, denuncia y encuentro que se viene llevando a cabo desde el año 2011.
En esta oportunidad contamos con la disertación de Damián Marino, Dr. en química de la UNLP y con las Directoras (de Escuelas Fumigadas) Ana Zabaloy y Mariela Leiva.
Agrotóxicos en la salud, en los algodones y en las escuelas
No es sólo un problema de campo:
Tras esta muestra de trabajo conjunto Marino se paró al frente a contar los hallazgos del año intenso del EMISA:
Escuelas rurales y fumigadas
Así llegó el turno de hablar de esos niños, a través de dos de sus maestras. La primera en narrar su caso fue Ana Zabaloy, directora y maestra de la Escuela Rural n° 11 de San Antonio de Areco.
Ana tiene a su cargo 14 chicos de la zona, que queda a 20 kilómetros del casco urbano. “Estamos rodeados de campo sembrado, y campo sembrado es campo fumigado”, dijo. Acompañó sus palabras con un Power Point en el que mostró fotos de la escuela y sus alrededores, marcados por el monocultivo: “Este es el paisaje primaveral”, bromeó, en referencia a la falta de diversidad de colores en el paisaje.
Por su parte Mariela Leiva contó el caso de la escuela en que también es directora y maestra, la n° 44 de Colonia Santa Anita, Entre Ríos. Allí asisten 5 chicos, “que en muchos casos son hijos de los mismos aplicadores”, contó.
Santa Anita es una comunidad belga-alemana asentada en plena zona rural del departamento de Uruguay, Entre Ríos. Mariela mostró un mapa de Google que grafica la isla que significa la escuela, de 40×40 metros, en medio del océano de soja.
El 4 de diciembre del 2014 sufrieron la primera contaminación directa por una fumigación desde un avión: “Una nena vomitó, muchos tuvieron mareos”, relató Mariela, mientras mostraba fotos de su piel que había hecho una erupción. “En el Hospital me dijeron que pida un taxi y los lleve a los chicos, pero yo no tengo la independencia para hacer eso”, dijo, contando cómo finalmente se acercó una ambulancia. La fumigación terminó en denuncia por parte de la Escuela Rural 44, y motivó la visita del Ministro de Educación local al otro día del hecho. “Después no vino nunca más”, contó Mariela. Hoy la escuela 44 de Colonia Santa Anita es parte de la campaña “Paren de fumigar las escuelas” que aporta recursos y talleres de información para docentes y padres.
Fuente: Revista Mu
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