Las organizaciones sociales que luchan contra el uso de agrotóxicos en Pergamino lograron que el juez federal Carlos Villafuerte Ruzo ordenara la suspensión del uso de agroquímicos en los barrios Villa Alicia, Luar Kayard y La Guarida y sus alrededores, ante las evidencias de contaminación del agua y de graves perjuicios contra la salud de los habitantes. Además, el Juez estableció al municipio la obligación de proveer agua potable a la población. Las organizaciones sociales de Pergamino reclaman que se declare la Emergencia Sanitaria.
Varios informes técnicos establecieron que el nivel de agroquímicos en las napas de agua es superior a lo que tolera el organismo humano. Una investigación del INTA-Balcarce dio cuenta que el agua que consumen en estos barrios presenta en su conjunto hasta 18 agrotóxicos. Asimismo, los resultados en los análisis de suelo son contundentes: se encontraron hasta 19 agrotóxicos, con niveles muy altos. Las Madres de Barrios Fumigados, a través de la abogada Sabrina Ortiz del Valle, acompañada en la dirección jurídica del caso por Naturaleza de Derechos, se constituyeron como parte querellante en la causa judicial que tramita el Juzgado Federal de San Nicolás.
La medida cautelar se enmarca en la causa penal que investiga la responsabilidad de fumigadores y productores sojeros que desde hace varios años utilizan agrotóxicos en las adyacencias de las viviendas de la periferia de la planta urbana de la localidad bonaerense de Pergamino. En la misma causa judicial también se solicitó que se investiguen las responsabilidades penales de los funcionarios públicos del Municipio de Pergamino. Análisis de orina que figuran en el expediente demuestran una presencia diez veces superior de glifosato en sangre de la que puede metabolizar el organismo humano. Las investigaciones científicas que demuestran la presencia de altos valores de glifosato y otros agroquímicos perjudiciales para la salud en el suelo, en los peces, en los alimentos y en los seres humanos, se van sumando y complementando unas con otras.
Durante la campaña de siembra y cosecha 2017/2018 en Pergamino se usaron más de 3 millones de litros de agrotóxicos. Es el cuarto distrito en la provincia de Buenos Aires con mayor uso de agrotóxicos después de General Villegas, Tres Arroyos y Lincoln. Según las cifras oficiales, en el distrito se utilizaron 3.100.000 litros/kilos durante la campaña 2017/2018.
El documento presentado el 5 de abril de 2019 (ver link al final del texto) por la organización Madres de Barrios Fumigados en Pergamino describe los pormenores de la dramática situación que padecen los habitantes de los barrios linderos a campos donde realizan producción agropecuaria intensiva con fumigación de agroquímicos. Además, denuncian al intendente Martínez por pretender ocultar y negar las consecuencias del uso de agroquímicos sobre la salud de la población e intentar atenerse a reglamentaciones derogadas hace muchos años. Los argumentos del intendente están en línea con los que expuso el presidente Macri en Gualeguaychú cuando calificó como irresponsable una decisión judicial que determinó que no se puede fumigar a menos de cien metros de las escuelas. Pergamino está en la zona núcleo de la soja y es uno de los lugares con mayor uso de agrotóxicos del mundo.
El documento de las Madres de Barrios Fumigados presenta los resultados de los análisis de agua que realizaron científicos de INTA Balcarce y destaca que “De los 18 agrotóxicos encontrados en el agua de Pergamino (GLIFOSATO (y su metabolito AMPA), 2,4-D, ATRAZINA (y sus metabolitos OH, DESISOPROPIL y DESETIL), IMAZAPIR, IMIDACLOPRID, IMAZETAPIR, IMAZAQUIN, METRIBUZIN, METALAXIL, EPOXICONAZOL, TRITICONAZOL, METOLACLOR, TEBUCONAZOL y TETRAMETRINA), ninguno es analizado según la legislación (derogada y vigente) que invoca maliciosamente el municipio. Del estudio realizado por el INTA-Balcarce, surge que de las 7 muestras analizadas del Barrio Villa Alicia en 6 viviendas se detectaron agrotóxicos (siempre no menos de 6 principios activos) y en varios casos los niveles cuantificados superan los estándares europeos. Casualmente en las viviendas donde se detectaron mayor cantidad de agrotóxicos, dentro de los componentes familiares hay miembros que han estado o están con enfermedades cancerígenas o con tratamientos con medicamentos oncológicos.
Pergamino: Plaguicidas en ocho cada diez peces
Ya en 2017 se denunció que se había detectado agrotóxicos en el 81% de los peces del arroyo Pergamino. Según informó el Instituto de Recursos Biológicos (IRB) del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) se detectó la presencia de 17 tipos de plaguicidas en ocho de cada diez peces de la especie Jenynsia multidentata (conocida vulgarmente como madrecita) en la cuenca del arroyo Pergamino.
Esta investigación fue publicada en la revista Chemosphere. El equipo liderado por Julie Brodeur, autora principal del trabajo e investigadora del Conicet, estudió el impacto de los fitosanitarios en anfibios, peces y aves como indicadores de calidad ambiental y salud en los agroecosistemas. El trabajo evidencia que la acumulación de pesticidas impacta en la salud y crecimiento de los peces.
“El 58 % de los peces tenía más de dos plaguicidas en su cuerpo y esto se asocia a efectos negativos claros en su salud, por lo que es esencial encontrar la fuente de contaminación para preservar la integridad de los ecosistemas acuáticos”, indica la investigadora y explicó que relevaron la presencia de los insecticidas –diclorvos y pirimifos-metil, sustancias autorizadas solamente para el acopio de granos– que no deberían llegar a los cuerpos de agua bajo ninguna circunstancia, debido a que son muy tóxicos para la fauna acuática.
Argentina en el primer puesto a nivel mundial en la cantidad de uso de plaguicidas por habitante por año
Damián Marino, científico del Centro de Investigaciones del Medioambiente (CIM), un organismo de doble dependencia UNLP-Conicet, remarcó: «el glifosato es una molécula muy pequeña que tiene la función de ser un herbicida generalista porque no discrimina, sino que mata todo aquello que sea verde a excepción de un organismo genéticamente modificado como la soja, el maíz o el algodón. Con el tiempo, algunas especies después de 20 años del uso de este compuesto comenzaron a hacerse resistentes, motivo por el cual debió aumentarse la cantidad del químico por hectárea». Según Marino, «en los últimos 10 años entraron más de 1000 millones de litros de glifosato. Este número pone a la Argentina en el primer puesto a nivel mundial en la cantidad de uso de plaguicidas por habitante por año (10 litros de plaguicidas por habitante por año)». Y detalló: «en las distintas muestras ambientales que se toman en nuestro país, se puede ver que el glifosato ocupa entre el 80 o 90 % de la carga másica total de plaguicidas de la muestra». «Cuando arrancó hace 20 años el modelo de agroproducción extensivo en base a transgénico, se usaban en el país 3 litros de glifosato por hectárea por año. Hoy el promedio es de 15 litros de glifosato por hectárea por año, y en el caso del algodón hasta 40 litros por hectárea por año. Las dosis han ido aumentando porque ya no hacen el mismo efecto que hacían al principio y esto se debe a la resistencia que van generando las distintas especies», explicó el investigador.Para Marino «cuando hablamos del modelo productivo tenemos que entender que se trata de un modelo de base química, el glifosato está destruyendo los distintos ecosistemas, produciendo una pérdida de la biodiversidad, ya que por ejemplo al eliminar determinada planta también se elimina la especie animal que depositaba sus huevos en esa planta, consecuentemente a la especie que se alimentaba de ese bicho, lo que provoca la destrucción de la flora y la fauna autóctonas».
El glifosato es un contaminante pseudopersistente en suelos, como se puede demostrar en el estudio realizado entre el CIM y el INTA, ello significa que en el ambiente no ha logrado degradar la cantidad que ingresa, y se acumula a razón de un miligramo por kilo por año.Un estudio del CIM a nivel regional demostró que cuando llueve en el centro de la ciudad de La Plata, cae glifosato y otros herbicidas, asociados a la gota de lluvia. Esto se comprobó midiendo la concentración de este compuesto en distintos eventos de lluvia en el caso urbano de la ciudad. Los investigadores del CIM también comprobaron que el glifosato está en la cuenca del río Paraná – Paraguay, tramo argentino, que es la más importante del país, tanto como fuente de provisión de agua para consumo humano, como asociada a distintas actividades productivas.
Capital Nacional de la Semilla
En la nota Operación Pergamino: la verdad de la mentira, el periodista Darío Aranda mostraba la cantidad de intereses corporativos que operan en la zona núcleo de la soja: Pampa Húmeda. Las tierras más productivas y preciadas del país. Allí está Pergamino, noroeste bonaerense, a 220 kilómetros de Capital Federal, 105 mil habitantes y 300 mil hectáreas. El 60 por ciento tiene soja. El otro 20 por ciento, maíz transgénico y trigo. Desde 1997 es la “Capital Nacional de la Semilla”. Allí están Monsanto, Palaversich, Produsem, Sursem, Rizobacter, Dreyfus, Agronort (distribuidor oficial de Bayer CropScience, Dow, BASF y Don Mario) y Gesagro (representante de Syngenta). Las pocas empresas que no están en Pergamino, se radican a 140 kilómetros, en Venado Tuerto.
La Asamblea por la Protección de la Vida, la Salud y el Ambiente nació en 2013. Herejes que denunciaban las consecuencias del modelo agropecuario (desde fumigaciones hasta las consecuencias sociales) en una ciudad donde todo se mueve a ritmo “del campo”.
Redactaron un proyecto de ordenanza para limitar las fumigaciones. Solicitaron 500 metros para las aspersiones terrestres y 3000 metros para las aéreas.
Muy rápido salió al cruce “Agrolimpio”, un conjunto de instituciones que son parte del negocio: Sociedad Rural, Aapresid, Casafe, CREA, empresas de aeroaplicación y la Federación de distribuidores de insumos. También sumaron su apoyo la Asociación de Ingenieros Agrónomos del Norte de Buenos Aires (Aiamba), sectores de la Universidad Nacional del Noroeste de la provincia de Buenos Aires (Unnoba), sectores del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la abogada, Analía Balbarani. La propuesta de Agrolimpio: 100 metros para los químicos más tóxicos y sin distancia para los “banda verde” (glifosato y atrazina, entre otros).
Rubén Fernández IDEP Salud ATE Argentina
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