La Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex para América Latina y el Caribe – ILGALAC, exhorta a los gobiernos de los 35 Estados de Las Américas, que han debido decretar estados de Emergencia Nacional ante la pandemia del COVID-19 declarada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que en la implementación de estrategias para combatir la pandemia, siempre consideren la desigualdad estructural que viven las personas Trans (transexuales, transgénero o travestis), garantizando el respeto y el acceso a todos los derechos fundamentales que según los tratados internacionales se encuentren vigentes.
En la toma de decisiones para aplanar la curva de contagio, se han establecido estrategias sanitarias, como el aislamiento preventivo, pero que no han previsto, las particularidades e interseccionalidades de las y los ciudadanos de nuestros países y dejan en evidencia las falencias que hemos estado denunciando y de las cuales se hace cargo la Opinión Consultiva número 24/17 de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y de la que todos los 35 Estados parte del Sistema Interamericano tienen obligación de observar e implementar. Esta negligencia y discriminación por acción y omisión que hemos presenciado, deja a las personas trans indefensas ante la violencia de particulares y de los funcionarios de orden y seguridad de los Estados como son las Policías, dejando a su discrecionalidad, ignorancia y prejuicios, la posibilidad de permitir o no, el tránsito libre de personas trans para adquirir sus alimentos, medicamentos, o la posibilidad de acceder a sus viviendas u otras necesidades de
movilidad para garantizar su supervivencia. Algunos Estados de nuestra región han establecido medidas de tránsito a través de criterios de género esencialistas y binarios, se ha hecho caso omiso del reconociendo de la Identidad de Género de las personas Trans, se ha detenido, multado e incluso torturado física y psicológicamente de manera arbitraria y violenta a personas trans en estos periodos de cuarentena.
A esta crisis sanitaria se le añade una crisis económica global inédita, una convergencia de factores que ponen al mundo en alerta, pero que colocan a las personas trans en un mayor estado de vulnerabilidad. Es por ello que instamos a los gobiernos a respetar irrestrictamente los Derechos Humanos de nuestras comunidades, teniendo en cuenta el respeto a la identidad y expresión de género, la orientación sexual y las características corporales de todas las personas. Es fundamental que los Estados aseguren el acceso a los implementos de prevención, al agua potable, a los servicios de salud, a la vivienda y la alimentación, campos en los cuales ya hemos detectado graves deficiencias e impactos desiguales hacia las personas trans en mundo y en nuestra región.
Desde ILGALAC creemos que se deben considerar las intersecciones y los contextos particulares, así como responder a esta pandemia con políticas de Estado pertinentes y efectivas, ante la situación de las personas viviendo con VIH/SIDA, personas privadas de la libertad, poblaciones de personas trans en centros de asistencia social, en situación de calle, personas afrodescendientes, personas de pueblos originarios, personas con consumos problemáticos de drogas y alcohol, personas en situación de prostitución, trabajadores y trabajadoras sexuales, y personas migrantes y refugiadas, entre otras que requieren acceso a servicios de manera efectiva, equitativa y en condiciones de dignidad, seguridad y respeto.
Las personas Trans laboran principalmente en el sector informal, sin cobertura médica, situación derivada de la discriminación crónica que se les ha hecho vivir por la ausencia de políticas públicas efectivas en contra del flagelo de la discriminación y el trans-odio, y ante esto es indispensable que los Estados adopten medidas públicas y privadas para que los impactos en los proyectos de vida y en las economías de las personas Trans sean menos graves.
Creemos que un Estado presente y garante de los derechos humanos es la única alternativa para establecer el bienestar para todas las personas trans de nuestra región. La garantía de acceso a los derechos de forma equitativa, es la herramienta necesaria para erradicar la violencia estructural en la cual están emplazadas nuestras comunidades trans y que ante esta pandemia, se evidencian más las vulnerabilidades que deben sortear día a día.
La solidaridad, la empatía y la puesta en valor de la diversidad son las únicas que nos ayudarán atravesar la complejidad de este tiempo.