Por un CUPO SOCIOAMBIENTAL en el debate electoral


Desde IDEP Salud adherimos a esta importante iniciativa de ponerle cupo socioambiental al debate electoral porque gran parte de los penares humanos, animales, de nuestros suelos y aires se deben al desastre que ocasionan los negocios de modelos productivos megaextractivos al servicio de mercados irracionales. Las campañas políticas no pueden seguir obedeciendo a estos patrones de destrucción, tienen la oportunidad histórica y la obligación moral de alterarlos.

MÁS DE 500 ARTISTAS, INTELECTUALES E INVESTIGADORES RECLAMAN UN «CUPO SOCIOAMBIENTAL» EN EL DEBATE PARA LAS PRÓXIMAS ELECCIONES

Personalidades de la cultura, investigadores y referentes de distintas disciplinas firmaron un documento público donde exigen que se establezca un «cupo socioambiental» en el debate para las próximas elecciones. En el texto solicitan a los candidatos y medios de comunicación que cumplan con un «cupo socioambiental del 25% mínimo en la discusión y que al menos 1 (una) de cada 4 (cuatro) preguntas que se realice a candidatxs en campaña sea sobre temas socioambientales urgentes, para que esta problemática forme parte de las propuestas políticas».

Acceso al documento completo: picar acá

El documento expresa que: LOS EVENTOS climáticos extremos como consecuencia de un maldesarrollo, avanzan y afectan a la población toda, especialmente a lxs más jóvenes, amenazando concretamente su presente y su futuro, y a lxs más pobres, alejándolxs aún más de un modo de vida justo.
ES NECESARIO habilitar la discusión política sobre formas de transición socioecológica a modos de producción y consumo sostenibles; a políticas de adaptación a los cambios ya existentes que garanticen el derecho a tener agua potable, alimentación saludable y techo.
LA AMENAZA de colapso global no supone la negación de otras luchas de necesidades inmediatas; lo que urge es articularlas con la crisis climática, si de verdad queremos que lxs niñes, adolescentes y jóvenes tengan un futuro.
LLAMAMOS a la dirigencia política y los medios a incorporar el debate socioambiental en esta campaña electoral.

De cara a las próximas elecciones parlamentarias, exigimos que cada candidatx se pronuncie con proyectos estratégicos y propuestas concretas en relación con la protección de los bienes comunes como el agua, los ecosistemas y el territorio; propuestas para reducir la pobreza estructural (tierra y servicios; techo y trabajo), y una agenda de transición ecológica integral -energética, productiva, urbana y rural.

Preocupa la ausencia de los temas socioambientales y de la crisis climática en el debate político de la Argentina. El planeta está cerca de un punto de no retorno: las alertas climáticas y la pobreza se aceleran juntas y entrelazadas ante una población desinformada por gran parte de los medios y de la dirigencia política. Quienes ejercen la gestión pública o aspiran a ella, y aquellos que ocupan espacios en los medios tienen una enorme responsabilidad. Y las decisiones acerca de qué tenemos que hacer como sociedad ante los impactos que ya estamos viviendo serán determinantes para la Argentina.

En un contexto internacional en el que la agenda de “la transición ecológica” domina los debates no sólo de los países centrales -desde Estados Unidos, la Unión Europea y China-, sino también de todas las organizaciones multilaterales, sorprende la ausencia de temas ambientales en los debates contemporáneos del país. Casi nadie entre lxs candidatx está propiciando el debate sobre modelos de desarrollo, ni mencionando la “transición ecológica”, algo de lo que ya se habla en todo el mundo. No es cierto que este sea un debate que sólo le importa al «ambientalismo» como se ha querido imponer, las pandemias de origen zoonótico o el agotamiento hídrico, llaman a la puerta de todxs. Por eso es urgente pensar una agenda socioambiental con participación ciudadana. Es evidente la relación directa entre pobreza estructural y destrucción de ecosistemas. Lxs representantes políticxs tienen una agenda de desarrollo atada al pasado, caduca, que no contempla ni el presente ni el futuro de lxs niñxs y lxs jóvenes.

Por todo esto, lxs intelectuales, escritores, docentes, artistas, investigadores, universitarixs y activistas autoconvocadxs abajo firmantes exigimos a lxs, los y las candidatxs parlamentarixs y a los medios de comunicación, un CUPO SOCIOAMBIENTAL del 25% mínimo en la discusión y en los debates políticos, y que al menos 1 (una) de cada 4 (cuatro) preguntas que se realice a candidatxs en campaña sea sobre temas socioambientales urgentes, para que esta problemática forme parte de las propuestas políticas.

De cara a las próximas elecciones parlamentarias, exigimos que cada candidatx se pronuncie con proyectos estratégicos y propuestas concretas en relación con la protección de los bienes comunes como el agua, los ecosistemas y el territorio; propuestas para reducir la pobreza estructural (tierra y servicios; techo y trabajo), y una agenda de transición ecológica integral -energética, productiva, urbana y rural.

En los últimos meses hemos sabido que la reducida Amazonia ha dejado de absorber carbono para convertirse en emisor de CO2. En el norte global, se padecen temperaturas elevadas de 50 grados, inviables para la vida en la Tierra, que además favorecen incendios que se suman a la destrucción de ecosistemas diversos. En el sur global, las bajísimas temperaturas en ciertas zonas de Brasil han generado el aumento, en apenas días, de los precios de alimentos básicos en el planeta entero. El stress hídrico de cuencas como la del Paraná, en una bajante histórica, pone en cuestión el acceso al agua dulce como un bien común. Mientras en el norte global los ríos desbordados se encauzan por las calles arrasando ciudades, el sur global somete sus territorios y su agua, un bien cada vez más escaso que ha comenzado a cotizar en bolsa, a la contaminación con agroquímicos y al extractivismo.

Ante mandato exportador, Argentina somete a su territorio como zona de sacrificio. Ninguno de estos hechos de origen humano se presenta aislado, son la confirmación de un colapso ecológico largamente anunciado que impacta directamente en la seguridad alimentaria y la salud. El hambre, la sequía, las inundaciones y los eventos climáticos extremos fuerzan las migraciones de millones de personas que forman parte de las clases populares del mundo. Otra señal de la crisis socioambiental son los grandes incendios forestales que vienen arrasando con el monte nativo y los humedales en nuestro país, indispensables para la supervivencia de ecosistemas fundamentales y de sistemas hídricos que afectan directamente la disposición de agua potable.

Mientras que la expansión del maldesarrollo se busca imponer sin licencia social, la falta de una nueva visión del mundo nos precipita al desastre. Según el último y reciente informe del IPCC (Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático), hay daños irreversibles pero aún estamos a tiempo para revertir los peores impactos. Por eso, es urgente que la dirigencia política y los medios de comunicación estén a la altura de los desafíos que esta crisis nos plantea. Los sectores populares (urbanos y rurales, pueblos originarios, campesinos) son los más damnificados por la escasez de agua, por la desigualdad en la distribución de los bienes naturales, el encarecimiento de los alimentos, por la pobreza energética y el sufrimiento ambiental. A pesar del intento de cancelación del ambientalismo social, los mensajes de la naturaleza se imponen.

Por todo esto, hacemos un llamamiento a lxs candidatxs parlamentarixs y a los medios de comunicación por un CUPO SOCIOAMBIENTAL, para comenzar a debatir cómo podemos construir un país con justicia social y justicia ambiental, un país resiliente, democrático, igualitario y plurinacional. Y con un futuro digno para las presentes y nuevas generaciones.

Proponemos:
– Proyecto de Ley de presupuestos mínimos para la Protección Ambiental de Humedales (3819-D-2020).
– Proyecto de Ley Nacional de Acceso al Agua potable, que declare el acceso al agua como Derecho Humano (P2020/2641).
– Proyecto de Ley de Delitos contra el Ambiente y la Naturaleza.
– Prohibición total de desmontes de los bosques nativos, frente al avance de la deforestación (en el marco de la Ley de Delitos contra el Ambiente y la Naturaleza).
– Proyecto de Ley de Agroquímicos que prohíba la aplicación aérea, e igualmente prohíba la aplicación a menos de 1500 metros de escuelas rurales, viviendas y asentamientos urbanos.
– Proyecto de Ley Nacional de Envases con Inclusión Social.
– Proyecto de Ley de Acceso a la tierra y promoción de la agroecología como sistema integral de producción, comercialización,
agroindustrialización y consumo de alimentos.
– Proyecto de Ley de reconocimiento de los derechos de la Naturaleza (6118-D-2020).
-Proyecto de Ley de propiedad comunitaria indígena, una deuda constitucional para con los pueblos originarios de nuestro país.
– Derogación del marco regulatorio minero (entre ellos, de la ley de inversiones mineras 24196/93 y sus modificatorias, y el Tratado Binacional minero con Chile).
– Derogación de las leyes neoliberales que regulan el sector energético, y avance en la desmercantilización de la energía.
– Elaboración de un Plan de Transición Energética, basado en la descarbonización y promoción de energías renovables, promoviendo la pequeña y mediana escala. Freno a la expansión de la frontera hidrocarburífera.
-Recuperación de las concesiones hidroeléctricas. Por una gestión pública, hacia la desprivatización de la energía
-Rechazo de los acuerdos a nivel nacional y provincial de las megafactorias porcinas que quieren instalar en Argentina, para la exportación.
– Cese de circulación con fecha de vencimiento para 2035 del 80% de todo el parque automotor con combustibles fósiles emisores de gases de efecto invernadero y su reemplazo por vehículos no contaminantes, en el marco de un programa de transporte público intermodal sostenible.
– Plan Nacional de Sustitución de Importaciones en infraestructura de energías renovables y eficiencia energética.
– Cese inmediato de la explotación pesquera (buque-factoria) e hidrocarburífera internacional en la Plataforma Continental del Mar Argentino e Islas del Atlántico Sur.
– Por un Nuevo Plan Estratégico de Desarrollo Territorial Federal y Socioambiental en la Argentina. Promover la integración urbana de los barrios populares, el acceso al suelo y a la vivienda social, entendiendo estos derechos como parte de una política integral de adaptación climática
– Por una política de repoblamiento de la Argentina, a través de nuevas ciudades y pueblos jóvenes, comunidades rurales organizadas y cinturones hortícolas protegidos. Freno al extractivismo Urbano y a la especulación inmobiliaria en las grandes ciudades, cuya contracara es la emergencia habitacional y la insuficiencia de espacios verdes públicos.
– Reclamo Internacional de la Deuda Ecológica y Climática del Sur al Norte Global.