Hace mucho tiempo que se sabe que la circulación de un virus tiende a que se produzcan modificaciones en el mismo: estas variantes pueden provocar mayores daños a los seres humanos, aunque también las consecuencias pueden ser menores. En el caso de la nueva variante ómicron, declarada “de preocupación” por la Organización Mundial de la Salud, todavía se conoce muy poco aunque ya se la secuenció y se sabe que tiene muchas mutaciones.
¿Serán las vacunas y los anticuerpos capaces de atenuar sus efectos? ¿Será la inmunidad celular la que nos proteja para no terminar internados en un hospital? ¿Tendrá ómicron peores consecuencias que las variantes Delta y Manaos? Todavía no se sabe, pero todo indica que las personas inmunizadas con dos o tres dosis contarán con una buena inmunidad ante la nueva variante y sus múltiples mutaciones en la proteína Spike, sobre la que se basan la mayoría de las vacunas. También se sabe que África, el sitio donde se halló la nueva variante, es el continente con menor porcentaje de vacunación: solamente el 11,3% de la población recibió al menos una dosis.
Ante la amenaza de la nueva variante, muchos países establecieron prohibiciones y restricciones a los vuelos provenientes de algunos países de África como Sudáfrica, Lesotho, Botswana, Zimbabwe, Mozambique, Namibia y Eswatini. Nadie olvida que la principal fuente de propagación del coronavirus en el planeta se produjo mediante personas que viajaron en aviones, pero Ayoade Olatunbosun-Alakija, vocera de la Alianza Africana para la Entrega de Vacunas, denunció que «La aparición de esta variante era inevitable. Se debe a la falta de vacunación por el acaparamiento de vacunas por parte de los países desarrollados. Para ser muy honesta, son inaceptables estas restricciones de viajar a países del continente porque están basadas en temas políticos y para nada en una investigación científica. Es que no tenemos suficiente información sobre ómicron. Lo mejor que podemos decir sobre esta variante desde un punto de vista científico es que no sabemos nada. Hasta que todo el mundo no esté vacunado, nadie está seguro frente a esta pandemia.”
Respecto a la situación en África, el experto en informática Rodrigo Quiroga advirtió que “En Sudáfrica los casos diarios reportados en la provincia de Gauteng pasaron de 148 a 11553 en 17 días.”
Por lo que se conoce hasta ahora, los casos que provoca ómicron son leves: dolor de cabeza y resfrío. Y, aunque en Sudáfrica aumentaron las hospitalizaciones y la nueva variante se convirtió en predominante, no hay registros de que haya provocado alguna muerte. Un caso resonante se produjo en un restaurante de Oslo donde 120 personas participaron en una reunión y 60 resultaron contagiadas. Hasta el momento está confirmado que 15 lo están por la variante ómicron.
El biólogo molecular y biotecnólogo Ernesto Resnik explica que “Con el virus muy contagiante todavía circulando, el virus infectará a muchos, y el rechazarlo completamente apenas entre en nuestro cuerpo –eso sería el trabajo de los anticuerpos neutralizantes– es casi imposible. Pero la inmunidad es mucho más que los anticuerpos, es la inmunidad celular y la inmunidad de memoria. Vacunados tenemos toda esa inmunidad, y aun cuando no podamos evitar el contagio, podemos en casi todos los casos evitar la enfermedad.” Para el científico la nueva variante es un motivo de preocupación, alerta y preparación, pero no es motivo de pánico: un nuevo modelo de la vacuna se puede realizar en poco tiempo. En el mismo sentido destacó la excelencia de las vacunas que se produjeron y que, si bien, pueden perder cierta inmunidad, lo más probable es que la inmunidad siga siendo muy buena: “hay expertos que sostienen que con tres dosis va a haber una muy buena protección, yo agrego que con dos dosis también.”
Ante la sensación generalizada de haber dejado atrás lo peor de la pandemia, vacunar a la mayor cantidad de población con esquemas completos sigue siendo el camino para atenuar las consecuencias del coronavirus y todas sus variantes. Esta tarea colisiona contra la insolidaridad y la desigualdad que azotan a la humanidad y que también se expresan en la inequidad que existe para la distribución de vacunas en todo el mundo.
También, ante la incertidumbre, los productores de las vacunas de Pfizer y Moderna (ARN mensajero) y Sputnik (adenovirus) ya anunciaron que, si fuera necesario, en un período corto de alrededor de dos meses podrían modificar las vacunas para adaptarlas a ómicron.
El mayor problema que enfrenta la humanidad en esta pandemia sigue siendo la circulación del virus y la incapacidad para realizar una vacunación universal igualitaria.
Datos de Argentina
En la Argentina ya se vacunó más del 81% de la población con al menos una dosis y más del 66% de la población completó el esquema. Desde el último pico de contagios, en la semana del 22 al 28 de mayo con 31.416 casos de promedio diario, la mayor campaña de vacunación de la historia los redujo a 1.950 en la última semana.
También es importante destacar que, en promedio semanal, el total de casos en el país se duplicó en las últimas ocho semanas: del 9 al 15 de octubre fueron 900 y en la última semana 1.950.
El ascenso de casos es más pronunciado en CABA y Tucumán.
También hubo un incremento en la ocupación de Unidades de Terapia Intensiva cuyo promedio semanal pasó de 580 a 619.
El promedio de decesos diarios se mantiene estable alrededor de 20 por día, en las últimas cinco semanas.