Hace menos de un año que el primer gobierno de izquierda en manos del presidente Gustavo Petro Urrego y la vicepresidenta Francia Elena Márquez Mina asumió el poder en Colombia. Durante este período, el presidente impulsó una serie de reformas radicales en materia fiscal, laboral, pero las más importante y la que mantiene en jaque a la política y el poder, es la tan controversial reforma en el sistema de salud.
Estas reformas, generan hoy opiniones divididas; aceptaciones y apoyo en positivo desde el sector popular, social, académico como así también resistencias y estrategias en contra desde los sectores económicos y político, con una creciente y visible polarización en la comunidad conservadora del país.
Desde principio de año, cuando se presentó el ambicioso proyecto de la reforma estructural para el sistema de salud en Colombia, que busca garantizar la atención primaria de salud para toda la población; reducir las brechas en salud; incorporar un sistema de prevención de enfermedades; centralizar los pagos a través del estado en su totalidad; brindar calidad de vida para el personal trabajador de la salud; comprometer tanto a las prestaciones públicas como privadas; adquirir calificación y seguimiento técnico de instancias internacionales, entre otras.
Todo indicaba que el camino no iba a ser fácil ni mucho menos liberado para el mandatario. Tal es así que en muchas oportunidades ha brindado discursos desde el palacio presidencial, ha dado conferencias y ha entusiasmado al pueblo a que lo sigan, ha pedido a la población de manera ferviente que se levanten y marchen para no dejar caer este proyecto.
Han pasado varios meses con muchas idas y vueltas, sesiones y debates en el Congreso hasta el 18 de mayo último que, después de una larga jornada de la Comisión Séptima de la Cámara, aprobó 93 artículos del proyecto de ley que se suman a los 24 que habían sido aprobados en sesiones anteriores. Esto significa que el 84% de los artículos han recibido el visto bueno, con 117 artículos de un total de 139. Cabe destacar que de las 93 disposiciones de la reforma aprobadas, solo se cambiaron 31, quedando el resto como se describe originalmente en el documento. Actualmente, solo se discuten y votan 22 puntos, que debido a la complejidad y lo que hay en juego han decidido que se voten de manera individual y detalladamente, pero siguen a la espera de ser sesionadas.
La última reforma que ha tenido el sistema de salud de Colombia fue en 1995, con la Ley N.º 100, los cambios postulados ofrecen una modificación revolucionaria en los entramados del sistema, recuperando la democratización en el derecho a la salud, recuperando el rol del estado en la supervisión y control del mismo y por sobre todo el acceso para todxs. Que la salud no sea solo una cuestión de poder adquisitivo de cada quién con la idea de “sálvese quien pueda” sino que sea una política de Estado garantizando su acceso a todxs.
El proyecto lleva adelante una disputa de sentidos que requiere de un amplio apoyo ya que muchos negocios pierden con él su camino. La salud vista como un bien de los pueblos no le sirve a los grandes grupos económicos que lucran con la enfermedad y cosifican los procesos vitales para reducirlos a una mercancía más de sus catálogos. Desde la lógica capitalista megaextractivista el derecho a la salud no debe llevarse a cabo.
A pesar de que en Colombia hay más oposición que conformidad, las políticas impulsadas por el presidente Preto van haciendo eco alrededor del mundo. Tal es así, que muchas personalidades destacadas de distintos ámbitos -intelectuales, líderes políticos, sindicales, académicxs, entre otrxs, a través de la publicación de una carta, dieron a conocer su apoyo a favor del presidente colombiano y sus proyectos:
Fragmentos de la carta
“Las y los abajo firmantes consideramos que hoy es un momento histórico para la nación y que es la oportunidad para avanzar en cambios sustanciales, en cambios de fondo, que preserven y potencien la vida y la salud de los y las colombianas.
A través de esta misiva queremos solicitarle se mantenga y profundice la propuesta de reforma de salud, en el marco del conjunto de propuestas de reformas que hoy cursan en el Congreso de la República y las otras previstas para este periodo de gobierno nacional.
Creemos que las propuestas de reformas buscan cumplir con lo pactado en el acuerdo constitucional del 91 y con la de salud en particular, con lo estipulado en la Ley Estatutaria para que realmente se garantice el derecho a la salud. Consideramos que el retorno del manejo de los recursos y de la acción del Estado es fundamental para la garantía de los derechos, como bien la historia lo ha mostrado, con la vivencia de periodos en que se tuvieron las mejores condiciones de bienestar para las poblaciones de muchos países del mundo. No creemos que, en este momento histórico, como se plantea, el papel del Estado sea solamente de regulador de la acción de actores de mercado”.
La Asociación Latinoamericana de Medicina Social ALAMES Colombia llevó a cabo un petitorio que recorre el mundo titulado “10 razones para apoyar la reforma a la salud del gobierno del cambio en Colombia”, en donde explica argumentativamente y detalladamente el porqué debe apoyarse este proyecto al mismo tiempo que da su apoyo al gobierno para continuar con estas acciones de cambio a pesar de las adversidades:
“La reforma a la salud presentada por el Gobierno Nacional recoge en su esencia las aspiraciones de sectores sociales, étnicos y políticos diversos de todo el territorio colombiano, que se han movilizado durante más de 3 décadas para exigir el cambio de un sistema que ha entorpecido y en muchos casos impedido en acceso al derecho fundamental a la salud.
Desde la Plataforma Colombiana de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo, conformada por 135 organizaciones de derechos humanos de todo el territorio nacional, creemos firmemente que esta reforma representa un avance hacia la construcción de un Estado desarrollado desde la perspectiva de los derechos humanos, tanto fundamentales como económicos, sociales y culturales, individuales y colectivos, propios del Estado social de derecho, como lo mandata la Constitución Política de 1991. Debido a esto, las organizaciones abajo firmantes presentamos al Gobierno Nacional y a la sociedad civil 10 razones para apoyar la reforma a la salud”.
Desde el mismo gobierno se hace frente a sus políticas en constantes comunicaciones, marchas y conferencias para abogar por los cambios y para denunciar las irregularidades.
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