Por Hugo Cachorro Godoy
2012 alumbró en nuestro país con una pueblada en Famatina y Chilecito en la provincia de La Rioja, cuestionando y poniendo en discusión el proyecto de producción de minas a cielo abierto y dejando sobre la mesa el debate de un nuevo modelo productivo y de desarrollo en nuestro país para que el Estado controle y garantice los recursos estratégicos de la Nación. Es así como el Estado debe abandonar el rol de oficina de concesión de patente de corso para que las empresas multinacionales arrasen con las riquezas naturales de nuestro país y se reconozca la soberanía popular que emana de estas manifestaciones del pueblo.
También para los trabajadores estatales el año 2012 se inició con importantes luchas para ponerle freno a iniciativas políticas de los gobiernos, tanto el nacional, como provinciales y municipales que intentan quitarnos derechos a los trabajadores en vez de crear un Estado más democrático y participativo. El balance positivo es la reacción inmediata de nuestro gremio que ha permitido, no solamente poner en discusión y cuestionar esas medidas gubernamentales, sino hacerlas retroceder. En algunos casos totalmente y en otros parcialmente. Pero mostrando, una vez más, que es el camino de la lucha, la organización y del debate sobre el modelo de Estado lo que permitirá defender nuestro derecho como trabajadores y avanzar en una perspectiva de más justicia, más equidad y mayores derechos en el marco de un Estado más democrático para todos los argentinos.
Así es como en el Estado Nacional hemos logrado que el Ministerio de Justicia le devuelva el pago de la bonificación que se le había negado y que afectaba a más de 8000 trabajadores. Lo mismo sucedió con los trabajadores del Parque Nacional Lanín. Allí estuvieron luchando en unidad con la comunidad Mapuche, logrando no sólo la reincorporación de los dieciocho trabajadores despedidos y el pago de la bonificación que por aplicación del decreto 324 se había suspendido por parte de las autoridades de ese organismo, sino que también se logró que lo propuesto por los trabajadores de generar una estructura que permita el co-manejo con las comunidades Mapuches en el Parque Nacional Lanin, se concretara y efectivizara. En el INTI también se logró el pago de una bonificación, pero aún está pendiente el reconocimiento a un adicional que se venía cobrando pero se dejó de percibir por la aplicación del decreto 324. Si bien está pendiente que se recupere en 13 organismos lo que se ha dejado de percibir por este DNU, demuestra que en aquellos organismos en donde fortalecemos la unidad de los trabajadores, clavamos el taco y nos afirmamos en nuestros derechos, no hay lugar para que pase ningún tipo de medida gubernamental que atente contra los derechos adquiridos de los trabajadores.
Así también lo hemos hecho en diversas provincias. En Santa Cruz intentaron aprobar una ley de ajuste y de reestructuración regresiva en el estado provincial y la lucha de los trabajadores logró impedirla obligando a postergar el debate legislativo, preparándonos para que esas leyes de ajuste no avancen en esa y en ninguna provincia. La misma pelea la estamos dando en Río Negro en donde frenamos el despido de miles de trabajadores del sector salud en donde la mayoría de los trabajadores se encuentran precarizados producto de la aplicación de un plan de ajuste similar al que quisieron implementar en Santa Cruz. El gobierno provincial se ha visto obligado a reconocer el protagonismo de ATE, desde donde seguimos peleando por la reincorporación del resto de los trabajadores contratados que han sido afectados en su derecho de continuidad laboral.
Esa misma pelea es la que nos ha permitido protagonizar la lucha y ganar en muchos municipios de nuestro país donde se sufrieron distintas agresiones como el retraso injustificado en los pagos, en el caso de Luján en Buenos Aires, o el despido de una importante cantidad de trabajadores en las localidades de El Talar y El Carmen en la provincia de Jujuy o de Cafayate en Salta. Allí la intervención de ATE fue crucial para lograr la reincorporación de nuestros compañeros. Hemos logrado triunfos importantísimos como el definitivo pase a planta permanente de 135 trabajadores en la municipalidad de Quilmes. Todas estas cosas son solamente algunos ejemplos de la lucha que ATE viene desarrollando en todo el país y que en este mes de enero ha protagonizado poniéndole freno a estas medidas regresivas de los gobiernos y garantizando, no solamente los derechos que tenemos como trabajadores estatales, sino también uniéndonos con la comunidad, para ahondar el debate y erigir la fuerza organizada que construya el nuevo modelo de Estado.
Cuando analizábamos las medidas de los gobiernos que se venían sucediendo a finales del 2011 y principios de este 2012 se vislumbraba como accionar gubernamental la aplicación de viejas recetas para discutir la nueva realidad del Estado tanto nacional, provincial y municipal. Frente a eso, la respuesta de nuestra ATE nos ha reafirmado que es la unidad y la lucha lo que garantiza los triunfos que hemos obtenido apenas iniciado el año y que nos alienta en la perspectiva de nuevos triunfos. Para recuperar los derechos que nos han sido conculcados y así también construir una perspectiva de mayor equidad y justicia en la distribución de las riquezas.
Unidos los trabajadores estatales seamos nacionales, provinciales o municipales (porque lo que está en discusión es el modelo de Estado y de desarrollo como Nación) como así también con los demás sectores del movimiento popular de nuestro país (así como en Famatina o el Parque Nacional Lanín) demostramos que cuando como pueblo nos unimos en la claridad de un modelo de desarrollo donde las riquezas del país se distribuyan entre los argentinos y no entre empresas multinacionales y donde nos animamos a construir un modelo de Estado diferente, la fuerza del pueblo hace viable alumbrar nuevos amaneceres.
Fuente: http://www.eltrabajadordelestado.org/component/k2/item/400-nuevos-amaneceres.html