Ante las dificultades que desnudó la pandemia, “Volver a Carrillo”


Universalismo, integración de distintos sectores, condiciones laborales, producción de medicamentos y el daño macrista en salud tomaron visibilidad a partir de una reciente declaración de la vicepresidenta. ATE lanzó una campaña por la reconfiguración del sistema sanitario. ¿Qué tenemos y qué necesitamos?

Redacción Canal Abierto | En diciembre, la vicepresidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner dedicó un párrafo concluyente referido a la necesaria reconfiguración del sistema sanitario argentino: “Vamos a tener que repensar todo nuestro sistema de salud. Nuestro país debe ser de toda Latinoamérica el que más inversiones tiene en materia de salud, pero lo tenemos dividido en tres sistemas, el público, el privado y el de las obras sociales. Bueno, vamos a tener que empezar a repensar un sistema nacional integrado de salud en el que podamos articular todo esto para ser un uso más eficiente de lo que hay en la Argentina”, dijo.

La declaración puso en alerta a los sectores de negocios de salud y, al mismo tiempo, alentó a distintos colectivos sanitarios que desde hace décadas plantean la necesidad de una reforma estructural.

En esa perspectiva, la Asociación Trabajadores del Estado, a partir de sus áreas dedicadas a la salud, inició la campaña nacional “Volver a Carrillo” que propone abordar las deficiencias que evidenció la pandemia, el daño del desfinanciamiento y vaciamiento macrista, las señales evidentes del abandono crónico del espectro sanitario público argentino y las debilidades estructurales del sistema general.

En el medio del inicio de la vacunación contra el coronavirus, con más de 51.600 fallecidos de los cuales 400 son trabajadores de la salud, y casi 2.100.000 contagiados de los cuales 80.000 son trabajadores de la salud, la iniciativa se propone discutir sobre universalidad real, condiciones laborales y salariales, integración de los sectores público, privado y de obras sociales, perspectiva de género y financiamiento, entre otras cuestiones.

“El espíritu de la campaña tiene que ver con la interpretación de una etapa de la política argentina, en la que se abre desde varias perspectivas la posibilidad y la necesidad de volver a discutir el sistema de salud. Una de esas perspectivas es la pandemia y lo que mostró en términos de deficiencias estructurales del sistema, que tuvo que correr a destiempo en un montón de situaciones para evitar que los males fueran peores, como equipamiento, tecnología, recurso humano, integración del sistema, soberanía respecto de producción propia de insumos, etc.”, cuenta a Canal Abierto Daniel Godoy, director del Instituto de Estado y Participación-Salud del sindicato estatal.

“El sistema de salud argentino se ha convertido en múltiples nichos de oportunidad y de rentabilidad para los sectores de la especulación –advierte Godoy- desde el sindicalismo empresario hasta la industria farmacéutica, hasta las empresas prepagas o los sectores inversionistas que montan sistemas de salud privado, por lo tanto no es una sola cuestión la que está en discusión, por eso nosotros no vamos a la discusión de sistema único o sistema integrado desde una consigna, sino que proponemos la discusión sobre los componentes que le dan al sistema eficacia en términos derecho a la salud”

“Ahí podemos mencionar al financiamiento, la organización, la perspectiva de género, el recurso humano, la igualdad salarial, el acceso, la red integrada de atención primaria, la articulación de los sub-sectores, la producción pública de medicamentos, una seria de capítulos que componen la red del sistema al servicio del derecho o al servicio de la mercantilización”, agrega.

ATE, junto a otros sectores del sanitarismo argentino, organización sociales, partidos políticos, otros sindicatos, movimientos de mujeres y ambientalistas protagonizaron durante el gobierno de Juntos por el Cambio la amplia campaña por el “No a la CUS”, para oponerse a la Cobertura Universal  de Salud que impulsaba la administración de Mauricio Macri, a la que definieron como “un seguro para pobres”. Además, de cara a las elecciones del 2019 muchos de esos espacios conformaron la “Plataforma por los 15 puntos de salud”, que sentó algunas de las bases de la reconstrucción llevada adelante por el gobierno actual. En esas redes buscará desplegarse la campaña “Volver a Carrillo”.

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Sobre el momento, Godoy explica: “Otra situación que hace efectiva esta posibilidad es un nuevo tiempo en la Argentina que requiere ponerle fin a los intentos del neoliberalismo de privatizar el sistema de salud, tal como lo intento Macri con la CUS y el cierre del Ministerio. Desde los sectores populares decimos que el ´No al neoliberalismo, nunca más en la Argentina´, en salud significa decir ´No más planes del Banco Mundial ni de los organismos internacionales´ y volver a las fuentes de un sistema con criterios de derecho a la salud y universalidad de ese derecho”

“En términos de coyuntura, hacia el interior del partido de gobierno aparece una voz muy representativa como es la propia vicepresidenta a fin de año diciendo que hay que repensar el sistema de salud, y se instalan en el oficialismo distintos interpretaciones sobre cuál sería ese sistema de salud que hay que repensar, y en que direcciones. Por otra parte, ATE desde mucho tiempo atrás viene bregando por problematizar y poner en agenda un sistema público de esas características, enfrentándonos con las continuas legitimaciones que el proceso de reforma que se inicio en los 90 ha tenido en todo este tiempo. Por lo tanto, de alguna manera recogemos el guante de nuestra propia historia para retomar en una consigna muy propia de los sectores populares, como es el “Volver a Carrillo”, con una altísima simbología sanitaria, social y política, una campaña nacional para poner en debate y en agenda esa discusión del sistema de salud argentino”, concluye el director de IDEP-Salud.

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Por su parte, Rodolfo Arrechea, coordinador Nacional de Salud del sindicato y trabajador del Hospital Rivadavia, señala que “la tarea fundamental de los hospitales durante la pandemia en todo el país, ha demostrado el rol que cumple el sistema público con todos sus trabajadores”.

“Por eso tomamos la decisión de llevar adelante esta campaña”, destaca.

Además, Arrechea describe una de las propuestas que incluye la campaña, que es la Paritaria Nacional de Salud, semejante a la que existe para los docentes. “Somos el gremio mayoritario de salud en el Estado, y necesitamos que eso se plasme en una herramienta que permita resinificar el rol del hospital público”, advierte.

“Decimos que somos los herederos de Carrillo, porque durante las últimas décadas se ha desmantelado a los hospitales y hubo que ponerlos de pie por la pandemia, y no queremos que una vez que pase la pandemia queden olvidados y se desatiendan los hospitales públicos, como pasó después de Carrillo, que hubo una larga desinversión”, alerta el dirigente.

Y sobre la vacunación en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde se descubrió un esquema de favoritismos, Arrechea concluye: “Es un delito, porque el Estado nacional federalizó la distribución a todos los distritos, de ninguna manera se puede hacer lo que se hizo en la ciudad que es beneficiar a determinados sanatorios privados vacunando directamente a los socios, cuando acá hay un orden para acceder a la vacunación perfectamente diagramado que obedece a un criterio: primero a los trabajadores de la salud de primera línea, luego los demás, y después una segunda y tercera etapa al resto de la población. Es una privatización de la vacuna y también han vacunado a gente que no trabaja en los hospitales, no se controló si los médicos anotados estaban ejerciendo o dedicados a otras actividades, etc.”.

Fuente: Canal Abierto