El estudio analiza la pérdida del poder adquisitivo de las prestaciones previsionales y de otras asignaciones como la AUH frente a los costos de los medicamentos. Identifica que en la era macrista se vivió una «situación dramática». También indaga sobre la concentración del mercado en particular y desarma muchos de los argumentos de la industria farmacéutica sobre la fijación de precios de venta.
Un informe sobre los medicamentos más consumidos por las personas mayores plantea que «la gestión iniciada en diciembre de 2019 enfrentó una situación dramática en lo relativo al acceso a los medicamentos de las personas mayores». El trabajo ve la luz en momentos en que se discute el congelamiento en el valor de los remedios.
«Al fracaso de la movilidad ideada por Macri pese a la oposición de distintos organismos que nuclean a personas jubiladas y pensionadas que redundó en la pérdida del poder adquisitivo de las prestaciones previsionales y de otras asignaciones como la AUH, se sumó el incremento desmedido del precio de venta al público y de los precios afrontados por las personas afiliadas al PAMI, en conjunto con el desguace del programa de acceso gratuito a los medicamentos que había sido un baluarte hasta el 2015″, dice la presentación del informe, que analiza lo ocurrido en materias de precios de medicamentos a partir del gobierno macrista.
En la elaboración de los datos participaron el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), el Centro de Estudios Políticos para Personas Mayores (Ceppema), la Asociación Latinoamericana de Gerontología Comunitaria (Algec) y el Centro Cultural El Amor y la Igualdad. Los responsables de cada grupo son Hernán Letcher, Federico De Marziani, Mónica Roqué y Juan Manuel Pignocco, respectivamente.
La formación de precios
«La cadena de valor se estructura en torno a la figura de los laboratorios», que son «determinantes» en materia de «precios, márgenes de comercialización, mecanismos de financiamiento, y retribuciones a droguerías y farmacia», señala el informe, que destaca que los laboratorios «son los principales responsables de la formación de precios del medicamento». Son estos los que establecen el precio de venta al público a manera de sugerencia y «es empleado por el resto de los actores como referencia para calcular y analizar los diferentes descuentos y márgenes de compra y venta».
De acuerdo a datos de la Cámara Industrial de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos (Cilfa), en el país hay 354 laboratorios y 229 plantas industriales, de las cuales 181 son de capital nacional. La industria farmacéutica representa el cinco por ciento del valor agregado industrial de la Argentina.
El mercado de los medicamentos ostenta una fuerte concentración a nivel mundial, y en la Argentina no es una excepción. Hay muchas empresas en el país, pero las ventas se concentran en un puñado de firmas. El informe detalla que «las primeras 10 facturan casi el 50 por ciento del total y las primeras 20, el 70 por ciento del total». En ese ranking, las primeras ocho empresas son nacionales. Roemmers está al tope con 423 millones de dólares de facturación a precio mayorista en 2020. En el listado del top 20 figuran empresas como Bagó, Bayer, GSK, y Pfizer.
Si se comparan los balances de las empresas, la relación ente el primer semestre de 2020 y el primero de 2021, se observa que la facturación tuvo un aumento del 66,7 por ciento. Esto se debió a la suba del incremento registrado en la facturación de producción nacional, que alcanzó el 65,5 por ciento, y en la reventa local de importados, que trepó al 69,5 por ciento en las ventas al mercado interno, y al 37,4 por ciento en las exportaciones.
Si se toma el segundo trimestre de 2021, la facturación total del sector alcanzó los 135.420,5 millones de pesos. En comparación con el segundo trimestre de 2020, representa un incremento del 75,8 por ciento. De acuerdo al estudio, «esta variación surge por los aumentos de 72,7 por ciento en la facturación de producción nacional y de 83,8 por ciento en la reventa local de importados».
Evolución en el precio de venta
En otro apartado se toma la evolución de los precios desde que asumió Alberto Fernández. Los autores dividen en dos etapas. En la primera, marcada por el inicio de la pandemia, hubo una suba moderada en los precios. A diciembre de 2019 se observa una retracción del 6,1 por ciento. Hasta septiembre de 2020 se alternaron momentos sin variaciones y otros con subas. El aumento fue del 14,7 por ciento, es decir, del 1,4 por ciento mensual acumulativo. La segunda etapa, desde septiembre de 2020 hasta octubre de 2021, muestra que «se acrecentaron las variaciones mensuales sumando 65,9 por ciento, es decir, 4 por ciento mensual acumulativo».
La cobertura de PAMI alcanza a 4,4 millones de personas mayores de 60 años. En 2020, el PAMI amplió la cobertura gratuita y consiguió que, tras un aumento del 6 por ciento en marzo, los medicamentos estuvieran congelados hasta el 31 de octubre. Conviene precisar que entre abril de 2018 y noviembre de 2019 hubo un aumento del 70 por ciento en la jubilación mínima contra un aumento del 160 por ciento en los remedios. La pérdida de poder adquisitivo durante ese período fue del 35 por ciento.
Por el contrario, se dio un escenario inverso en el siguiente período, y tras el impacto inicial de la pandemia. La jubilación mínima subió un 100,2 por ciento entre noviembre de 2019 y octubre de 2021; mientras que el precio de venta de los remedios para adultos mayores tuvo una evolución del 90,3 por ciento. Para octubre de 2021, la recuperación del poder adquisitivo «medida en medicamentos PAMI alcanzó 28,3 por ciento».
Los últimos tres años
A continuación, el estudio se detuvo en el análisis comparativo de los últimos tres años. De octubre de 2018 a octubre de 2019 se detecta que el precio de los medicamentos le ganó por 40 puntos porcentuales a las jubilaciones. La pérdida de poder adquisitivo fue de 21,4 por ciento.
Entre octubre de 2019 y octubre de 2020 se vio que el precio de los remedios se mantuvo por debajo de la inflación y hubo una recuperación del 9,4 por ciento en cuanto a los medicamentos, y del 23,6 por ciento en los precios para PAMI.
Entre octubre de 2020 y octubre de 2021, la suba en los precios le ganó a la inflación y duplicó la variación del tipo de cambio. En cuanto a los precios para PAMI, subieron un 40,4 por ciento, con lo que las jubilaciones mínimas ganaron levemente. Ergo, hubo una pérdida de poder adquisitivo del 9,2 por ciento en la jubilación mínima «medida en medicamentos», y una suba de casi el dos por ciento en los precios para PAMI.
El tipo de cambio
La industria farmacéutica esgrime el tipo de cambio como elemento para subir los precios, por el uso de insumos importados. «Más allá de la veracidad del reclamo, lo que percibe es una disociación respecto de la evolución del tipo de cambio a partir de abril de 2021», expresa el estudio. En ese sentido, subraya que «la evolución del tipo de cambio y del PVP resulta más o menos homogénea entre noviembre de 2019 y abril de 2021, moviéndose 55,5 por ciento y 54 por ciento respectivamente».
No obstante, en el último semestre hubo una variación del 6,8 por ciento en el tipo de cambio, mientras que el aumento del precio de venta fue del 23,6 en términos anuales. Ergo, «los precios de los medicamentos se mueven a 3,5 veces más que el ritmo de depreciación del Banco Central, y esta dinámica debería bajar los supuestos difundidos, accionar como un ancla inflacionaria». Los autores remarcan que «se observa una amplia disociación directa con la evolución de precios de los medicamentos», y así se llega a una brecha de más de 20 puntos porcentuales en el período.
Fuente: Página 12