Ante la gravísima situación que padecen lxs enfermerxs de la provincia de Corrientes, IDEP SALUD entrevistó a Gabriela Prieto, Delegada de CAPS ATE Corrientes, quien confirmó que “la situación de la salud pública en la provincia es de emergencia” y expresó una absoluta solidaridad ante la lucha que llevan adelante lxs enfermerxs que están movilizados para visibilizar el avasallamiento que están sufriendo por sus pésimas condiciones de trabajo.
Al respecto, Gabriela Prieto, que es Trabajadora Social, expresó que “para nosotros lxs enfermerxs que salieron a movilizarse en este último período son un puntapié inicial muy importante, porque son lxs compañerxs más precarizadxs, más explotadxs y oprimidxs que hay en el sistema de salud, porque ni siquiera son empleadxs del Ministerio sino que están tercerizadxs por el Colegio de Enfermeros. Y cuentan con todo nuestro apoyo y solidaridad.”
La Delegada de CAPS de ATE Corrientes describió la penosa situación laboral que enfrentan lxs trabajadorxs precarizados que están reclamando desde el comienzo de año ante la Casa de Gobierno de la Provincia: “La situación es la siguiente: el Colegio de Enfermeros de la ciudad de Corrientes hizo un convenio con el Ministerio de Salud de la provincia a partir del cual las enfermeras prestan servicios en los hospitales y centros de salud de la provincia a través del monotributo, es decir, ellas son monotributistas y están tercerizadas por este Colegio de Enfermeros”. Además, Prieto ratificó que “En esta situación hay más de 600 enfermerxs que tienen que cumplir guardias de ocho horas y pueden hacer un máximo de 22 guardias al mes y sus salarios van desde 9.000 pesos hasta un máximo de 14 mil pesos.”
En este sentido, agregó que “hay quienes no llegan a hacer tantas guardias porque en los lugares de trabajo no se necesita que hagan esas guardias, o sea, no las pueden hacer y están cobrando entre 7.000 y 9.000 pesos, según los casos. Hay una diferenciación respecto a quienes son profesionales, licenciadxs y auxiliares, pero todxs tienen que pagar el monotributo, tienen que pagar el seguro de mala praxis y tienen que pagar la cuota del Colegio de Enfermeros de la provincia. Además, el Colegio de Enfermeros les saca el 6% por este convenio, o sea, todxs lxs enfermerxs que están conveniadxs tienen que pagar un 6% de lo que cobran, así haya hecho seis o siete guardias o las 22. Y ante esta precarización lxs enfermerxs se movilizaron a Casa de Gobierno pidiendo el contrato y mejores condiciones labores. Entonces el Gobierno de la provincia recibió al Colegio de Enfermeros haciendo un circo como que habían resuelto el problema y no había resuelto nada el problema. Entonces lxs enfermerxs se movilizaron nuevamente al Ministerio de Salud de la provincia y van a seguir movilizándose hasta que se resuelva la situación.”
Gabriela Prieto también informó que “Lxs trabajadorxs de la salud de la provincia de Corrientes estamos en una situación de emergencia, la mayoría de los trabajadores son precarizadxs. El último pase a planta, donde algunos pudieron resolver la situación de precarización, fue en 2013 y desde ese año no hay pases a planta y todo el personal que ingresa lo hace por contrato, por becas y hasta ad honorem. Por ejemplo, en los centros de salud tenemos personas que están trabajando por becas, algunas de 3.000 pesos.” Además, criticó el arancelamiento que deben pagar los usuarios que se atienden en el sistema público e indicó que “con el dinero que se junta de las obras sociales de la provincia, los médicxs, solidariamente, dejan un porcentaje a los centros de salud y con ese dinero, por ejemplo, se cubre el pago de algunos médicos que vienen a trabajar dos o tres horas a las salas de atención primaria -para poder pagarles algo-, pero están cobrando 3 mil o cuatro mil pesos. Así sucede tanto con profesionales de la salud como con administrativos o auxiliares.”
Prieto también destacó la catástrofe para la salud pública que generó la gestión de Macri: “La última gestión de Macri dio de baja al Ministerio de Salud de la Nación y nosotros lo sufrimos muchísimo, como también se sufrió la implementación de la CUS (engañosamente llamada Cobertura Universal de Salud) en relación a la medicación, a los insumos, a la quita de presupuesto del Ministerio y al desguace de programas como el de Educación Sexual Integral o el Programa Materno Infantil.”
Finalmente, la Delegada de ATE describió la situación de la salud pública en general en la provincia de Corrientes: “La verdad es un caos la salud pública, yo creo que en todo el país, pero acá en la provincia de Corrientes la situación es de emergencia y de alerta. Y los trabajadores tenemos una situación bastante compleja en relación a la movilización para llevarla adelante, justamente, por esta situación de precariedad en la que uno está, sumada a la falta de trabajo, la falta de contrato. Todos los trabajadores del campo de la salud, médicxs, enfermerxs, trabajadorxs sociales, psicólogxs, que trabajamos en torno a la salud pública vivimos una situación de mucha presión y mucho miedo con respecto a la movilización y a la organización de asambleas. Eso sucede hace mucho tiempo en toda la provincia. Acá en Corrientes la precarización de los trabajadores de la salud es muy grande, desde el año pasado estamos reclamando por la situación de compañeras que realizan sus tareas mediante una beca provincial que se llama Formarse y Crecer por la que están cobrando 9.000 pesos más un plus que les da la provincia con lo que llegan aproximadamente a 18.000 pesos. Tienen acceso a obra social pero no tienen estabilidad laboral porque es una beca que se puede terminar en cualquier momento. Por medio de esa beca son 30 trabajadoras de CAPS, pero en toda la provincia llegan aproximadamente a 200 trabajadorxs en esas condiciones. Este grupo de personas sigue desarrollando tareas en estas condiciones. Esta es una lucha que viene desde el año pasado, cuando se presentó el Presupuesto para este año nosotros nos movilizamos porque la baja presupuestaria fue muy grande, no se tuvo en cuenta la inflación, tampoco se tuvo en cuenta la situación en la que estamos con respecto no solamente al personal sino que tampoco se tuvo en cuenta los recursos para insumos ni para las mejoras de los lugares de atención que fueron quedando muy chicos en relación al crecimiento de la población.”
Rubén Fernández, IDEP SALUD.