Observatorio de Medicamentos como Bien Social IDEPSALUD, Marzo 2024 | La prevalencia del Dengue se extiende vertiginosamente en países de la región y ya es una preocupación cierta, presente y futura para el diseño de políticas sanitarias. Perú, Brasil, Paraguay y nuestro país registran niveles inusuales de casos. Así como se están estableciendo proyecciones de cambios en los patrones epidemiológicos clásicos de esta enfermedad. Cambio climático, desigualdad, pobreza, planificación urbana desorganizada, entre otras causas, ofrecen las explicaciones a estos fenómenos producidos por la transmisión de la enfermedad por el Aedes Aegypti.
Paralelamente, desde mitad de febrero el AMBA fue invadido por mosquitos. Juan Manuel Carballeda, Doctor en Biología, Investigador del Conicet y docente en la Universidad Nacional de Quilmes y en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, explicó que este fenómeno sucedió por las últimas lluvias e inundaciones, que resultaron muy importantes en distintas zonas de la provincia de Buenos Aires.
“El agua acumulada es el ambiente en el que se pueden desarrollar los huevos de mosquitos y eclosionar, es decir, romperse y comenzar el ciclo de larva. Cinco o siete días después, dependiendo de la temperatura, la especie del mosquito y otros factores, se desarrolla la larva y llega el mosquito adulto que vemos ahora. De estos, solo las hembras pican a humanos o mamíferos y en el único momento del ciclo de vida que lo hacen es justo antes de poner huevos”, aclaró Carballeda.
El «mosquito de inundación» apareció hace un mes en gran parte del territorio bonaerense, que sufrió una situación similar a causa de las intensas lluvias de ese entonces. El investigador sostuvo que “es natural” que ocurran fenómenos de este estilo, pero que la situación se agrava porque “estamos en un contexto de cambio climático donde los eventos extremos suelen ser más seguidos. Entonces, ante más eventos extremos, por ejemplo, lluvias muy fuertes, es común que pueda volver a pasar una proliferación de estos mosquitos”.
Los productos de uso doméstico para este tipo de situaciones (también llamados domisanitarios) en nuestro país, están bajo la tutela del ANMAT. Por supuesto, su autorización implica una presentación del producto a producir frente a la autoridad, quien cumplido los estándares, certifica que es un producto apto para el uso humano.
Como ocurrió en pandemia con los productos que daban alguna protección (alcohol gel, barbijos) los repelentes también desaparecieron de las góndolas y sus precios escalaron a más del doble en menos de una semana, en una clara maniobra especulativa y lucrativa de los “halcones” de las empresas.
¿Pero cuánto sale producir un envase de repelente en spray? El principio activo sale 40 dólares el litro comprado en precio minorista. Se gasta 1 dólar por envase. Agregando el vehículo y el envase llegamos alrededor de 1500 pesos de costo. Por supuesto los grandes laboratorios reducen estos costos.
Se pusieron en marcha respuestas parciales desde los laboratorios de producción estatal, proveyendo a hospitales y salas de atención primaria, sobre todo en los casos de dengue que hace necesario el bloqueo.
Seguramente en esa red de Laboratorios Públicos hoy desmantelada y abandonada por la decisión del gobierno de Milei, está la posibilidad cierta y concreta de producir en una escala de eficacia y oportunidad sanitaria, la cantidad de repelente para afrontar las necesidades de esta situación.
Lamentablemente es necesario que haya un brote de la enfermedad o una situación crítica como ésta para volver a plantear si podemos dejar las cuestiones estratégicas para la salud en manos solamente privada, si puede el mercado ser la única respuesta en crisis epidemiológicas. Y otra vez, se reafirma la importancia de contar con estructuras en el Estado para garantizar el cuidado de sus poblaciones.