En el día de la mujer compartimos una historia de derechos conquistados


Es la historia de dos mujeres, Viviana y Andrea, ex pacientes del Hospital Moyano que a fines del año pasado contrajeron matrimonio y sus curadores fueron testigos de este “amor que sana”.

matrimonio-igualitario-1947745w645
Viviana y Andrea en el Registro Civil de la Ciudad de Buenos Aires, el 22 de Septiembre de 2014

Es la historia de Viviana, de 58 años, y Andrea, de 32, dos ex pacientes externadas del Hospital Moyano, que el año pasado concretaron el deseo de casarse, acompañadas por sus curadores. “El mejor amor entre dos personas es el que hace que ambas se ayuden a ser más libres” – dijo la jueza Liliana Gurevich durante la ceremonia realizada el 22 de septiembre de 2014.

El matrimonio entre Viviana, externada del Moyano tras diecisiete años de tratamiento, y Andrea, luego de siete años en ése mismo neurosiquiátrico, fue posible gracias al nuevo paradigma de la salud mental, que pone a las personas con padecimientos de éstas características en el lugar de sujetos con derechos, tal como lo exige la nueva Ley Nacional de Salud Mental. Sin embargo, la unión no hubiera sido posible sin los dispositivos que la Defensoría General de la Ciudad, dispuso para acompañar este proceso.

Eduardo Corneo, curador de Andrea, y María Adelina Navarro Lehittede, de Viviana; explicaron que las mujeres fueron evaluadas en reiteradas oportunidades, debido a las objeciones de los distintos operadores jurídicos. Luego de varias pericias, pudieron asegurar que las pacientes comprendían perfectamente el acto y sus consecuencias, y que el vínculo entre ellas era sólido. Por otra parte, los abogados consiguieron que el Ministerio de Desarrollo Social del gobierno porteño les otorgara un subsidio para que las mujeres puedan alojarse en un hotel hasta que puedan acceder al programa de Emergencia Habitacional. Las recién casadas quieren que se conozca su caso «por tantas compañeras alojadas en el Hospital Moyano que -con sentencia de insania o sin ella- piensan que de allí no hay retorno» y porque la Nueva Ley Nacional de Salud Mental significó una transformación del paradigma, que consagra y reafirma la condición de sujetos de derecho de las personas con padecimientos mentales, su autonomía y su capacidad de decisión respecto de lo que les suceda, y es un deber social alcanzar su plena reglamentación.

 
Notas relacionadas: