Este tipo de intervención es la primera vez se realiza en un paciente pediátrico y se concretó con éxito en el hospital público “Blas Dubarry” de Mercedes, en la provincia de Buenos Aires.
La operación constituye otro gran hito sanitario realizado por el sistema público ya que se trata de un procedimiento sumamente complejo que implica la apertura del cráneo y el testeo en quirófano de funciones como el lenguaje, la compresión y la visión.
Testimonio de Simón, de 15 años, el joven que fue intervenido en el hospital público Blas Dubarry de la localidad de Mercedes: https://twitter.com/i/status/1746929985867141210
La intervención estuvo a cargo del neurocirujano Juan Marelli junto a un equipo interdisciplinario integrado por el especialista en neurofisiología, Darío Savini, quien tuvo a cargo la preparación pre-quirúrgica y el monitoreo intraoperatorio del lenguaje, que incluye el habla y la comprensión, la anestesióloga Marina Siri, el médico Mariano Teyssadier, la médica Julia Lembo, la instrumentadora Rebeca Scorzo y la licenciada en Enfermería Pamela Granussi.
“El procedimiento es complejo y requiere de una evaluación psicológica previa y una preparación del o la paciente que consiste en que conozca a todos los miembros del equipo y el paso a paso de la cirugía que, en este caso, duró cuatro horas y media, por lo tanto, la persona no tiene que ser muy ansiosa y debe estar mentalmente preparado para afrontar esta operación”, explicó Marelli.
Al adolescente que protagonizó la primera operación de este tipo le habían diagnosticaron un tumor en el hemisferio izquierdo del cerebro. Para realizar la resección o extirpación del tumor, el equipo de salud debió realizar, en primer lugar, una craneotomía, es decir, abrir el cráneo y la duramadre, que es la capa exterior de tejido que protege al cerebro.
Para esa primera fase de la cirugía sí se anestesió completamente al paciente. Pero luego fue necesario despertarlo ¿Por qué? “Porque nosotros necesitamos verificar que la resección del tumor no va a perjudicar ninguna de las funciones del hemisferio izquierdo del cerebro y, para eso, precisamos estimular con electrodos (pequeñas descargas eléctricas) toda la zona de resección y estar en diálogo con la persona para monitorear las funciones cerebrales”, detalló Marelli.
“Afortunadamente salió todo muy bien, reseccionamos todo el tumor, y ayudó mucho que el paciente sea un chico muy tranquilo, que se preparó mucho y al momento del procedimiento se comportó como un verdadero estoico: respondió todas las preguntas perfectamente y se mantuvo sereno durante toda la cirugía”, concluyó el neurocirujano; y agradeció el apoyo de los directores del hospital Dubarry de Mercedes, los médicos Walter Crema y Guido Antonelli, y de la Dirección Provincial de Hospitales del ministerio de Salud bonaerense, a cargo de Juan Riera.