A 36 años del golpe militar de 1976 sigue habiendo hambre, desocupación, pobreza y falta de libertad sindical. En esta nota especialistas en Derechos Humanos enumeran y analizan las deudas pendientes de la democracia.
En el país de las espigas de oro, 13 bebés menores de un año mueren por día por causas relacionadas con la desnutrición. En casi dos años, 18 personas fueron asesinadas por fuerzas represivas en todo el país. Más de 5 mil trabajadores están procesados por luchar por pan, tierra y trabajo. A 36 años del golpe genocida y a 28 de la restauración del sistema constitucional, la democracia –el gobierno del pueblo- sigue siendo hoy una deuda pendiente.
“En realidad hablar de deudas es hablar de cosas pendientes y en primer lugar lo que está pendiente es la democracia”, dice Hugo Blasco, secretario de Derechos Humanos de la CTA en diálogo con ACTA. “Cuando hablamos de democracia hablamos de democracia participativa donde cada uno de nosotros sea protagonista de la suerte colectiva”, agrega Blasco. En un país sin democracia sindical (negada por el propio Estado a través del Ministerio de Trabajo de la Nación), hablar de democracia es una falacia.
El secretario de Derechos Humanos de la Central agrega además que en estos casi 30 años de sistema constitucional, la matriz distributiva sigue siendo regresiva como en los Noventa, cuyos antecedentes hunden sus raíces en las primeras manifestaciones del neoliberalismo con el plan económico de Martínez de Hoz en los ‘70. “Hablar de deuda significa de algo que no se ha hecho, yo creo que de lo que se trata es de una disputa, de una lucha permanente entre los trabajadores y los representantes del sistema capitalista. Vemos un modelo extractivista, aumento en la precarización laboral, vemos que se considera a los jubilados casi como una carga, no es prioridad su situación económica ni la de vastísimos sectores populares que están viviendo por debajo de niveles mínimamente dignos”, enumera Blasco.
“Es una vergüenza que en un país como la Argentina la mortalidad infantil esté en los niveles que está, incluso en la provincia de Buenos Aires que es la que tiene mayor ingreso nacional, los niveles de pobreza en algunos lugares son los más altos del país”, enfatiza el referente de la Central en Derechos Humanos.
“La gran deuda es el país que soñaron nuestros compañeros asesinados, cesanteados, exiliados, presos; un país donde la vida merezca ser vivida, una vida con dignidad, con salario digno, sin cierre de grados y por supuesto que la libertad no sea sólo una declaración sino la posibilidad de ser protagonistas de nuestra propia historia”, suma su voz Graciela Rosemblum, integrante de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre.
Ley Antiterrorista y Proyecto X
“La nueva modificación a la Ley Antiterrorista y el Proyecto X lo que hacen es poner en la superficie algo que nosotros sabemos que existe desde siempre que es el tema del espionaje político y social, todo este tipo de cosas es absolutamente incompatible con una verdadera democracia”, comparte Blasco.
“Desde Correpi entendemos que la plena vigencia de los Derechos Humanos, lo que se suele denominar las deudas de la democracia, no son de ninguna manera materias pendientes sino que se trata de la propia naturaleza de las cosas porque entendemos que gobierne quien gobierne mientras administre una sociedad con ricos y pobres, con explotados y explotadores necesitarán utilizar la represión para poder garantizar y profundizar esa explotación”, explica María del Carmen Verdú, abogada de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional.
Verdú detalla que la represión en democracia se cobra la vida de un pibe por el gatillo fácil o la tortura por día, tiene presos políticos, más de 5 mil compañeros sometidos a causas penales por organizarse y luchar, “nos quiere criminalizar como terroristas por defender nuestros derechos, nos espía y nos persigue en nuestras propias organizaciones”.
Gobierno del pueblo
“Las cosas que quedan pendientes son variadas y múltiples. Podemos enumerar que luego de una gran pelea del movimiento popular argentino entre los que nos contamos los organismos de Derechos Humanos pudimos anular las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, es decir, las leyes de impunidad, pero al día de hoy y a pesar de que hemos conseguido 274 condenas de los genocidas, tenemos tres impunidades en curso: una de ellas es la biológica, es decir, a 36 años del Golpe de Estado, la mayoría de los genocidas se han muerto o están en proceso de enfermedades graves y por lo tanto es imposible su castigo”, detalla Rosemblum.
La representante de la Liga enmarca la segunda impunidad en el poder económico, que fue el hacedor del terrorismo de Estado y el genocidio: “ese poder no solamente no está acusado en los juicios sino que sigue dirigiendo hasta el día de hoy las políticas de dominación y la tercera es que de los 274 condenados sólo 20 tienen condena en firme. Las deudas acumuladas son muchas pero es una deuda que se acumula en 2 mil años de historia con el desarrollo del sistema capitalista y por lo tanto tenemos que pensar cuál es el país que queremos, la cultura que queremos y eso lo construimos entre todos”, concluye Rosemblum.
“Si viviéramos en un verdadero régimen democrático, el mismo pueblo argentino decidiría cuáles son sus prioridades y obviamente que por amplísimas mayorías decidiría que sus prioridades son el bienestar común que llevaría a hacer prioritaria la vida, sobre todo de los sectores más vulnerables: los más chicos y los más viejos”, finaliza Hugo Blasco con la firme convicción de que sólo la unidad y la lucha harán posible otra sociedad.
“Que se abran los archivos para que nos digan qué pasó con todos y cada uno de los detenidos desaparecidos. Que se sepa a quién se les dio con falsa identidad a los niños apropiados. Que se aceleren los juicios para que no se vayan muriendo en el camino los represores. Que haya justicia social. Que haya distribución de la riqueza para que se termine la pobreza. Que sean respetadas las comunidades aborígenes y que les devuelvan las tierras para que puedan trabajar y vivir de ellas”, enumera Nora Cortiñas lo necesario para vivir en una verdadera democracia.
Por todas estas cosas, la CTA convoca al acto que se lleva a cabo este sábado a las 13 en el Obelisco. A dicho acto convocan un importante número de organizaciones sociales y sindicales, entre las que se encuentran la CTA Capital, COMPA, MTL, MOI, ADEMYS, FISYP, entre otras. En el desarrollo del mismo hará uso de la palabra la Madre de Plaza de Mayo, Nora Cortiñas. Tras la realización del acto, los compañeros y compañeras de la CTA se concentran a las 15 en Avenida de Mayo y 9 de Julio para sumarse a la Marcha convocada por el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia que desembocará en la Plaza de Mayo.
Fuente: Comunicación CTA