Misiones, 26 Abr, Agencia Infancia Hoy
La sociedad argentina de pediatría lo había vaticinado en 2006 • Desde 2007 se vienen utilizando paradigmas internacionales diseñados para medir a niños del Primer Mundo • Los resultados estadísticos confirman lo que los especialistas presagiaban: desaparece la desnutrición de las cifras oficiales.
Recientes datos suministrados por el Ministerio de Salud Pública de la Provincia en relación al estado nutricional de pacientes pediátricos de la Zona Centro confirman la advertencia realizada en 2006 por la Sociedad Argentina de Pediatría al respecto de las consecuencias del uso de curvas de crecimiento internacionales en reemplazo de las nacionales: la disminución del 50 % de la prevalencia de niños de 6 meses a 5 años con desnutrición global en las estadísticas oficiales.
Esto significa que la mitad de los niños que con las tablas de medición de origen nacional – confeccionadas por la SAP, que se utilizaron en el país desde 1987 a 2007- ingresaban a las estadísticas con grados de Desnutrición III, con las nuevas tablas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) – pensadas para la medición de chicos que habitan en condiciones socioeconómicas y ambientales del Primer Mundo – hoy pasan a los registros como “Bajo Peso” o “Riesgo de Bajo Peso”. Desapareció incluso, la denominación “desnutrición”, y de este modo se obtienen estadísticas favorables que luego se utilizan como pretexto por ejemplo, para el desmantelamiento de unidades especiales para desnutridos en los hospitales públicos, como ocurriera recientemente en el Samic Oberá.
Para comprender mejor las radicales y cuestionadas modificaciones en la aplicación de curvas de medición del crecimiento infantil y sus consecuencias en Misiones, a continuación se brinda un panorama técnico a cargo de especialistas que abordaron esta temática incluso en ámbitos oficiales de la Salud Pública argentina.
Extranjerización de las curvas de crecimiento
En octubre de 2007, a través de la Resolución Ministerial 1376/07, el Ministerio de Salud Pública adoptó las nuevas curvas de crecimiento de la Organización Mundial de la Salud para el seguimiento de los niños, desde el nacimiento y los 5 años de edad, en reemplazo de las anteriores, que se usaron durante los últimos 20 años. Previamente, pediatras, nutricionistas y especialistas de todo el país sostuvieron un arduo y complejo debate acerca de esta modificación. Surgieron así, voces críticas que presagiaban algunos impactos negativos que tendrían la aplicación de estas curvas internacionales en reemplazo de los parámetros históricos de la Sociedad Argentina de Pediatría. En este contexto, ya en octubre 2006, la Dirección Nacional de Salud Materno Infantil emitió un documento dónde advertía las “Consecuencias para la salud pública argentina de usar las curvas de crecimiento de la OMS”. En este texto – dónde se exponen incluso cuadros comparativos de uno y otro método de medición antropométrica – se explicita que “existirá disminución del 50 % de la prevalencia de niños de 6 meses a 5 años con desnutrición global (peso para la edad por debajo de los percentilos 3 y 10), aumento del 75 % de la prevalencia de niños de 6 meses a 5 años acortados y aumento del 125 % de la prevalencia de obesidad”.
La Federación Argentina de Medicina General advirtió entonces que “Si bien las curvas parecen similares, en menores de 6 meses los parámetros aumentan hasta 600gramos en comparación con las locales pero a los 21 meses esa tendencia en totalmente inversa , siendo en 600 gramos menores las de las OMS. A los 5 años , en cuanto el peso , las tablas de la OMS es menor que las locales en 250 gramos en niños”.
Para mayor claridad, la encargada del puesto de salud de Puerto Azara – poblado misionero con histórica alta incidencia en desnutrición infantil – María Alvez, graficó que “lo que sucede es que desde que cambiaron las curvas, la mayoría de los chicos que antes figuraban como desnutridos hoy son chicos normales para las estadísticas. Entonces pierden el derecho a recibir asistencia como por ejemplo leche y hierro, por supuesto también quedan marginados de tratamientos especiales, y es así como en vez de solucionarse el problemas de la desnutrición, se expande, pero las estadísticas son muy lindas”.
Por su parte, la Myriam Tonietti, de la Sección Nutrición y Diabetes del Hospital de Niños “Ricardo Gutiérrez, señaló que “La principal debilidad de estas nuevas curvas es que están limitadas a los primeros 5 años y, evidentemente, se necesitará poder expandirlas a los niños mayores. Con la utilización de las curvas de la OMS, luego de los 6 meses de edad, la frecuencia de bajo peso nacional sería inferior al estimado por las actuales curvas nacionales, en tanto las frecuencias de baja talla y sobrepeso serían mayores”.
En Misiones, el Ministerio de Salud Pública de la Provincia reconoció que el uso de las curvas de la OMS trajo aparejado la disminución estadística – pero no la real – de desnutridos pediátricos: “Respecto a los resultados obtenidos a partir del uso de las graficas de la OMS en la provincia , existen una disminución de los niños anteriormente evaluados con desnutrición global , pero también hay un aumento de Baja Talla lo que nos infiere a reforzar aún mas las acciones para la atención de los niños en los 2 primeros años de vida” señala el organismo provincial en su página web.
Mala palabra: desnutrición
El cambio en la forma de medir el crecimiento de los niños de 0 a 5 años implementado desde 2007 a esta parte también cambió la denominación de los estados nutricionales que surgen de esas mediciones. Con el anterior sistema, se utilizaban las clasificaciones: Eutrófico , Desnutrido Agudo I , Desnutrido Agudo II , Desnutrido Agudo III, Desnutrido Crónico , Sobrepeso. Actualmente las denominaciones son: Eutrófico o Normal, Riesgo Nutricional, Bajo Peso , Baja Talla , Sobrepeso y Obesidad.
Cambian los números, la desnutrición persiste
En nuestra provincia, la inclusión de las curvas de medición de la OMS en remplazo de las de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) que se usaron desde 1987 a 2007, redundaron en nuevas estadísticas que logran hacer posible una realidad numérica donde prácticamente no existe el problema de la desnutrición infantil.
Recientemente, el Ministerio de Salud Pública de la Provincia brindó cifras concernientes al estado nutricional de pacientes pediátricos atendidos en el Hospital Samic Oberá. La difusión de dichas estadísticas se hizo en paralelo con la justificación del cierre de la Unidad de Recuperación Nutricional “Creciendo Juntos”, que funcionó durante 14 años en este nosocomio.
Según los datos suministrados entonces, se desprende que de acuerdo a las consultas mensuales realizadas en el Samic Oberá en los últimos meses habría un 10% de pacientes con Riesgo de Bajo Peso y un 6, 66% de pacientes con Bajo Peso (obsérvese que no se mencionan desnutridos de ningún grado ni tampoco niños con riesgo de desnutrición). Y según la Base de Datos del Programa Plan Nacer de los departamentos de 25 de Mayo, Cainguás y Oberá existirían 1118 niños con Riesgo de Bajo Peso sobre un total de 12.428 niños controlados, es decir un 9, 38% (aquí ni siquiera se mencionan niños con Bajo Peso).
A la hora de comparar los cambios en las estadísticas entre la forma tradicional y la nueva forma de medir el crecimiento, los datos oficiales para toda la provincia (basados en la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud) indican que un 7, 7% de los niños sondeados en Misiones presentaban Bajo Peso con la curva de la SAP. Con la nueva curva, este porcentaje disminuyó a 3,3%, es decir, un 50% menos, tal cual lo presagiaron los especialistas previo al cambio en las curvas.
Pese a ello, los datos de la última Encuesta Nacional de Nutrición y Salud, señalaron a Misiones como la provincia con más altos índices de desnutrición crónica y bajo peso de todo el país. En cuanto a desnutrición aguda, Misiones figuró cuarta detrás de sólo tres provincias con índices más desfavorables: Mendoza, Buenos Aires y San Juan.
Esa misma encuesta, reveló además que Misiones es la segunda provincia – detrás de Chaco – con mayor prevalencia de anemia por deficiencia de hierro en menores de 2 años, con un índice de 55%.
También existe un estudio realizado por las Naciones Unidas entre enero y febrero de 2005 en Oberá, Posadas, Puerto Esperanza y Montecarlo. Este estudio abarcó exclusivamente a niños de entre 0 y 5 años. Reveló un 84% de niños con problemas de alimentación; 2 de cada diez niños con desnutrición severa; 1 de cada 10 con problemas de crecimiento irreversible; 80% sin aportes de calcio suficientes; 88% sin cobertura médica; 5% con malformaciones y un 60% con trastornos evolutivos. También se sondeó a embarazadas de entre 10 y 49 años, entre las que se observó un 85% con ingresos inferiores a la canasta básica.
El Centro Para la Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) recomienda para Misiones “considerar para revertir esta situación el fortalecimiento de las capacidades de los Centros de Atención Primaria de la Salud (CAPS) como lugar apropiado para mejorar el nivel de las familias en la definición y asunción de un rol activo y responsable en la práctica de la nutrición. Para ello, los CAPS deberían contar con equipos interdisciplinarios compuestos por pediatras, nutricionistas, trabajadores sociales, psicólogos y enfermeras”.
La concepción y uso de tablas de crecimiento (*)
El estudio de la OMS plantea la existencia de dos tipos de tablas para la evaluación del crecimiento: referencias y estándares. Las primeras (referencias) se confeccionan con amplios sectores de la población sana de un país; son las muestras utilizadas para la confección de las tablas argentinas (y las usadas también para las tablas nacionales del Reino Unido, Francia, Venezuela, etc.). Estas muestras son representativas de un espectro amplio de la población (y no de un grupo altamente seleccionado).
Estas tablas nacionales tienen, consecuentemente, un carácter descriptivo; es decir, muestran o describen la forma en que crece la mayoría de los niños sanos de un país, entendiendo por sanos, la ausencia de enfermedades especificas y de condiciones manifiestamente adversas al crecimiento.
Por el contrario, las tablas de la OMS (estándares) fueron confeccionadas a partir de una muestra altamente seleccionada de la población de seis países, con niños que crecen en óptimas condiciones de salud y atención, en un medio socioeconómico y condiciones ambientales altamente favorables. Estos estándares tienen un carácter prescriptivo, es decir, muestran que los niños deben crecer de esta manera.
Las curvas de la OMS no muestran, estrictamente hablando, el crecimiento de niños alimentados a pecho solamente, muestran las curvas de niños altamente seleccionados, alimentados según recomendaciones de la OMS, de un nivel socioeconómico alto, que vive en condiciones medioambientales muy favorables, con madres no fumadoras y un control sanitario regular y periódico. La caída pondoestatural que muestran los niños alimentados a pecho a partir de los seis meses, se debe seguramente a la alimentación. Pero los pesos y tallas más altos que los de otros países que muestran las tablas OMS, en edades cercanas a los cuatro y cinco años, se deben seguramente al tipo de muestra altamente seleccionada utilizada y no a la alimentación a pecho.
* Consideraciones del Grupo ad hoc para el análisis de las tablas de la Organización Mundial de la Salud y su uso en la Argentina.
(Desde Misiones, Sergio Alvez para Infancia Hoy)