Participaron de la Mesa Apertura: Daniel Godoy, Ricardo Peidro, Rodolfo Arrechea
Daniel Godoy
Director IDEP SALUD ATE Argentina
“El medicamento es un bien social y no un bien de mercado”
Hoy, también como expresión de esa voluntad política nueva y colectiva, nos vamos a reunir en este auditorio, yo creo, las mejores expresiones de la militancia y de la intelectualidad sanitaria en el tema medicamentos. Es para ATE realmente un orgullo tener en casa a las expresiones más acabadas, que hace mucho tiempo están estudiando los medicamentos desde la perspectiva de un bien social y desde la perspectiva del Derecho a la Salud.
Hola a todos, bienvenidos, hoy estamos compartiendo el inicio de esta jornada con Ricardo Peidró y Rodolfo Arrechea, compañeros, amigos de ruta y militancia. Son días muy convulsivos, de mucha volatilidad política, institucional, y la agenda está hoy dominada por la emergencia alimentaria, la crisis social y una transición muy difícil, a lo que felizmente el pueblo argentino dictaminó en las PASO, que es el cierre de un periodo nefasto para la institucionalidad argentina y abrir el paso a una nueva etapa.
Así que estamos todos y todas, todas las representaciones, todos los grupos, todos los sectores, generando debate, propuestas, resistencia, calle, tensión política, digamos, para terminar de obturar este momento. Yo creo que en buena parte esta situación también demuestra que hay movida, hay movimiento: acá a pocas cuadras están los compañeros de los movimientos sociales resistiendo por el tema de la emergencia alimentaria y el hambre en los barrios, en las escuelas y en los comedores. Y a unas cuadras, los compañeros docentes, con otras organizaciones del movimiento sindical, repudiando los hechos de represión en Chubut.
Estamos en este momento de la Argentina y nos estamos ocupando, desde hace un tramo, de recrear la agenda sanitaria del campo popular, no solos, estamos con un conjunto de confluencias, de organizaciones y de otras representaciones, intentando también contribuir al tiempo que viene desde una perspectiva programática. Entonces, buena parte de todas las acciones que hacemos tienen que ver con no dejar caer la agenda que supimos construir durante muchos años, con otras fuerzas del campo popular.
Los 15 Puntos por el Derecho a la Salud, que se consolidaron en una confluencia histórica de más de 400 organizaciones y que estamos, de alguna manera, paseando por todo el escenario político, expresan esa confluencia: Que el Ministerio de Salud vuelva a ser un Ministerio, que haya acceso, que haya mejor financiamiento, que haya una revitalización de los programas, que haya una reincorporación de despedidos y despedidas, de cesanteados y cesanteadas, y que se atiendan las emergencias alimentarias, sociales, como condicionantes de enfermedad también.
Y el componente de medicamentos es un componente trascendente que queda diluido en los 15 Puntos pero es tan trascendente que, de alguna manera, hay un efecto de pinzas sobre una escalada loca del aumento de precios que hace impacto, sobre todo, en los sectores populares. Hay un decaimiento de los niveles de cobertura de la seguridad social, hasta niveles históricos e inéditos y un desmantelamiento de los programas públicos. Por tanto, esas tres dimensiones y tantas otras que se cruzan, están haciendo impacto en un proceso con un aspecto específico como es el acceso a los medicamentos.
Así que hoy, también como expresión de esa voluntad política nueva y colectiva, nos vamos a reunir en este auditorio, yo creo, las mejores expresiones de la militancia y de la intelectualidad sanitaria en el tema medicamentos. Es para ATE realmente un orgullo tener en casa a las expresiones más acabadas, que hace mucho tiempo están estudiando los medicamentos desde la perspectiva de un bien social y desde la perspectiva del Derecho a la Salud. Para nosotros es una contribución para una agenda popular, una contribución a la restitución del derecho a la salud; es una contribución a la perspectiva de consolidar la idea de que el medicamento es un bien social y no un bien de mercado.
Es necesaria una confluencia de una serie de dispositivos de política pública que aseguren en el cortísimo tiempo el acceso a los medicamentos, sobre todo, a los sectores populares, que no se acaban con la restitución del programa REMEDIAR. Seguramente los compañeros lo van a expresar, que puede haber la perspectiva de la compra centralizada, de la producción pública de medicamentos, resolver el alto costo como un problema de derecho, pero también como un problema de factibilidad financiera de los presupuestos públicos y no públicos. Y, finalmente, entender un poco como está fluyendo todo el mercado de medicamentos en una tensión no digerida por la historia argentina de Oñativia y Carrillo, en el sentido de esta tensión que hay entre una industria privada que busca rentabilidad y un bien público anclado en la plataforma de derechos.
Así que bueno, vamos a tener las tres mesas que ustedes saben y vamos a tener, no a todos, pero buena parte de los mejores compañeros y compañeras que vienen estudiando el tema y vienen militándolo. Y les damos la bienvenida en nombre de Consejo Directivo y del Secretario General de ATE , Cachorro Godoy. Le damos la palabra a Rodolfo Arrechea, que es Coordinador de ATE Salud del Consejo Directivo Nacional, y a Ricardo Peidro, que además de ser Secretario General hasta hace poquito tiempo del gremio de los Visitadores Médicos (AAPMRA), por lo tanto un gremio que está bien en la cocina de esa trama, y ahora es Secretario General de la Central de Trabajadores Autónoma de la Argentina.
Deseándoles una buena jornada de trabajo, bienvenidos de vuelta y muchas gracias por venir.
Ricardo Peidro
Secretario General CTAA, Secretario Adjunto Asociación Agentes de Propaganda Médica de la República Argentina.
“La industria farmacéutica no quiere ningún tipo de regulación”
Elea Phoenix despidió a 90 compañeros y compañeras, de los cuales mandó telegramas directos a 27 representantes gremiales, representantes gremiales con tutela sindical. Sigman mandó 27 telegramas de despido con una impunidad tan grande, como diciendo: ni en esto nos van regular a nosotros, nosotros vamos a desconocer hasta las leyes nacionales y los convenios internacionales que nos condenan por esto.
Estamos movilizados todos estos últimos tiempos, si bien la CTAA viene ya hace mucho tiempo con el plan de lucha, pero los últimos acontecimientos que han ocurrido, especialmente después de la derrota que sufrió este plan económico y social en las últimas elecciones, se agudizaron algunas cuestiones y algunas de las cuestiones que se agudizaron, es que se profundizó la destrucción de algunos parámetros que hacen a una vida digna para la clase trabajadora y para el pueblo en general.
Aparte de traer el saludo de toda la CTAA, de todos los compañeros y compañeras, sabemos de la importancia de este tema, de los 15 Puntos por el Derecho a la Salud y que, desde nuestra central, tienen un valor fundamental porque el acceso a la salud es un derecho humano fundamental, lo venimos militando desde siempre. Ahora soy Secretario Adjunto del gremio de APM y Secretario General de la CTAA pero a veces nosotros decimos que estamos militando y haciendo gremialismo desde las fauces del león, porque estamos ahí dentro de la industria farmacéutica. Nuestros patrones son la industria farmacéutica, tanto multinacional como nacional y, con algunas particularidades, es un gremio que tiene delegados en todos los laboratorios. Todos los laboratorios donde vendan medicamentos, tenemos delegados y es lo que no se banca mucho la industria… No es que no se lo banca mucho, la industria farmacéutica no se banca que haya sindicatos que le discutan. Y a veces nos dicen: ¿cómo puede ser, no hay una contradicción? Porque nosotros les salimos a discutir la comercialización, los precios… Y a veces hay contradicciones con nuestros compañeros y compañeras que nos dicen: Pará, no les pegues tanto que nosotros también cobramos de lo que venden los laboratorios.
Cuando haya otra sociedad creo que todos vamos a trabajar para adaptarnos a la nueva sociedad, pero bueno nos tocó este rol y estamos orgullosos en el sentido de que hubo denuncias muy importantes de nuestro sindicato contra la industria farmacéutica. Porque, como conocemos todas las etapas de la comercialización y las técnicas de comercialización de la industria farmacéutica, podemos discutirles, cuestionarlas, desde ese nivel y, por supuesto, porque somos conscientes lo que significa el medicamento en la salud y en la salud colectiva, en el entramado que es la salud colectiva.
Nombraban a Ramón Carrillo y nosotros lo reivindicamos como sindicato a Ramón Carrillo porque en el año 1947 nos dio un lugar dentro –después trató de ser desvirtuado y nosotros tratamos de aferrarnos a ese mandato que nos dio Ramón Carrillo-, que fue darnos un lugar dentro de la salud colectiva como auxiliares de la salud. Ahora, por supuesto, como fue creciendo, como se fue generando este complejo industrial, financiero, productivo, que es la industria farmacéutica, fundamentalmente, trató de devorarnos –lo que no escapa a ninguna otra industria-, pero me refiero que acá impacta más por lo que significa el medicamento. Pero bueno, pudimos en estos casi 75 años de existencia de nuestro sindicato tener no solamente luchas muy importantes en cuanto a las reivindicaciones de nuestro trabajo, sino también una posición importante dentro del marco de todas las organizaciones que defienden y defendieron la salud pública y la salud colectiva.
Hoy, justamente, estamos en un conflicto muy importante porque, como les decía, no quieren ningún tipo de regulación, históricamente, la industria farmacéutica no quiere ningún tipo de regulación. ¿Vieron que dicen que hay que hacer apertura de paritarias? Bueno, nosotros no firmamos paritarias hace tres años. Tres años sin firmar paritaria del básico de convenio porque la condición que nos ponen es que tenemos que desconocer las leyes que regulan nuestra actividad. Ponen el porcentaje que queramos, una extorsión absoluta y la fuerza no nos da para poder doblegarlos, pero a ellos tampoco les da la fuerza para que nosotros les firmemos estas cuestiones. La que regula nuestra actividad es, fundamentalmente, ponerle límites a cierta promoción de medicamentos, es decir, quieren que nosotros aceptemos a libro cerrado la promoción de medicamentos a través de incentivos. Que lo hacen, no estoy negando que lo hagan, incentivos, coimas, directamente; y que les aceptemos que el personal jerárquico ingrese a los consultorios. Porque las leyes que regulan nuestra actividad suspenden la matrícula para promocionar medicamentos al personal jerárquico y la mayoría de esas leyes fueron promovidas por nuestro gremio, porque cuando te ascienden a personal jerárquico de una empresa farmacéutica, es un pacto de silencio. Vos, prácticamente, respondés a las estrategias de marketing y promoción de los laboratorios, por encima de lo que digan las leyes. Como las leyes que regulan nuestra actividad dicen que no podemos dar incentivos porque si no perdemos la matrícula, nos quieren correr para que ingrese el personal jerárquico sin matrícula a hacer ese tipo de promoción. Que hay compañeros que lo hacen, no lo discutimos, porque a veces se juega el mismo trabajo o la relación de fuerza. Pero estamos en esa posición que, aunque les parezca mentira, se juega que haya un sindicato que hace tres años que no firma paritarias porque no quieren regulación, porque quieren voltear las leyes, por mínimo que los regulen y no quieren.
“Para la industria farmacéutica el buen precio es un precio alto”
Y en esta cuestión del precio de los medicamentos hay una cosa que ocurre en este país y que no ocurre en casi ningún país, ni siquiera en los países en los que les gusta reflejarse a la clase dirigente cuando les gusta mirarse en el espejo de los países del primer mundo, que es que no hay ningún control sobre el precio de salida del medicamento. Nosotros una vez tuvimos una entrevista –en este gobierno ni siquiera nada, ni una reunión-, en el anterior gobierno había algún tipo de control sobre los precios de medicamentos. Una vez fuimos con Moreno, como anécdota lo cuento, fuimos con una carpeta así de grande mostrándole la comparación de medicamentos de alto costo: cuánto salían acá, cuánto en el país de origen, cuáles eran las pautas que había para el control de salida de precios de medicamentos y que era el único país donde no había ninguna pauta, salía a cualquier precio. Y en ese momento el Secretario de Comercio nos dice: no, mirá, llévenlo a otro lado, al Ministerio de Salud, yo tengo que fijarme desde el momento que sale, que no aumente, pero del precio de salida no tengo ningún tipo de control.
Nosotros los escuchamos a los gerentes cuando dicen una frase típica: Va a salir un medicamento a un muy buen precio. Para el común de nosotros, muy buen precio es un medicamento accesible, pero es exactamente al revés: El muy buen precio que sale es que con muchas menos unidades pueden facturar muchísimo más. O sea, el buen precio es un precio alto. A veces les discutimos a los gerentes: ¿pero a qué precio va a salir el medicamento? La respuesta es: a lo que el mercado dé… No es que nos asombre, porque vivimos en esta sociedad capitalista, lo que impacta mucho es que se está hablando del tema medicamentos.
En cuanto a las estrategias de aumento de precios: a cualquier medicamento le cambian la fórmula o le ponen una vitamina, por ejemplo, vitamina C, discontinúan el otro y este lo aumentan un 100%, o sea, no hay muchas posibilidades. Nosotros lo contamos muchas veces, en la década del 90 cuando los laboratorios metían los precios que se les cantaban, más o menos como ahora con descontrol y aumento de precios, a los trabajadores del sector privado –al principio del innombrable-, nos decían que no nos metiéramos porque era un problema de los estatales, nos decían que el sector privado iba a crecer… Venían exactamente con el mismo discurso que ahora, que había que poner los precios de los medicamentos a lo que el mercado dé y que con eso íbamos a tener mayores ingresos los trabajadores del sector privado de la industria farmacéutica. Y nosotros planteábamos una batalla cultural con los compañeros, al plantearles que nosotros necesitábamos como trabajadores que el medicamento –olvidémonos de la parte ética y la parte de salud que tiene que estar como derecho-, si lo tomaban como los gerentes, como un bien de consumo más, necesitábamos que lo consumieran; era hasta de un punto de vista egoísta y exclusivamente corporativo. Bueno, lo que ocurrió fue, en esa década del noventa, así como el sistema internacional declaró como inviables a países de África, nos decían a nosotros que había zonas inviables. Por ejemplo, yo vivo en Lanús, en Monte Chingolo, con un medicamento a esos precios no había ni médico que lo pudiera recetar, ni farmacia que los vendiera, ni paciente que los pudiera consumir. Entonces esa zona era zona inviable. ¿Qué pasó? Hubo despidos masivos de trabajadores de la industria farmacéutica pero que no impactó sobre la facturación de la industria farmacéutica, es decir, hubo un achicamiento sobre los trabajadores y trabajadoras, hubo, por supuesto, un impacto sobre la salud de los compañeros y compañeras, pero el nivel de ganancias y facturación de la industria farmacéutica se mantuvo pese a la disminución de las unidades vendidas.
Así que en estos tiempos, cuando hablamos de un medicamento de alto costo, sabemos lo que impacta sobre el sistema público de salud, sobre todo las obras sociales. Nosotros también tenemos una obra social y sabemos lo que es el impacto, porque está la necesidad de los compañeros y, después, los medicamentos de alto costo, cuánto es verdaderamente lo que salen y cuál es la innovación y si realmente se justifica que impacte de esa manera, si es un beneficio verdadero para los pacientes y que impacte de semejante manera sobre la salud pública y sobre el sistema de las obras sociales.
“Hay fundaciones de pacientes armadas por los laboratorios”
Hay otras cuestiones, hay fundaciones de pacientes con trabajos verdaderos que son muy importantes, pero hay fundaciones que están hechas por los laboratorios: los abogados de los laboratorios son los abogados de esas fundaciones de pacientes donde ya tienen los formularios para accionar la medida cautelar y que el juez le otorgue el medicamento. Así que el mismo laboratorio que va a sacar un medicamento de alto costo y con alto costo sabemos de los precios que estamos hablando (miles de dólares), no son los ambulatorios que ya de por sí son inalcanzables y tienen al médico que lo va a recetar, el estudio de abogados que lo va a defender al paciente y el protocolo para que el juez lo otorgue. En este país ningún juez -si viene una receta para un paciente y fundamentada, no habiendo un protocolo que le diga otra cosa-, se arriesga a no darle el medicamento. En todo este entramado que tiene la industria farmacéutica es donde tenemos que darle la pelea. La fabricación pública de medicamentos y muchas otras cuestiones que hay que abordar y, seguramente, en esta jornada se van a abordar con especialistas muy importantes, para nosotros es clave el tema medicamentos, es clave por eso siempre dimos una batalla desde el punto de vista gremial, en defensa de los derechos de los compañeros y compañeras, pero sabiendo también la responsabilidad que tenemos en denunciar cada una de las actitudes de la industria farmacéutica que consideramos que va en contra de la salud colectiva.
“Hay un conflicto que está silenciado con el laboratorio Elea Phoenix”
El último dato, que si no lo digo los compañeros no me lo van a perdonar, hay un conflicto que está silenciado con el laboratorio Elea Phoenix –ustedes saben que la industria farmacéutica local tiene mayor participación en el mercado que las multinacionales-, pero lamentablemente no es que estamos muy contentos porque no es que sean buenísimos los de la industria nacional de medicamentos. El laboratorio Elea Phoenix, cuyos dueños son del sector progresista de la industria nacional, se la dan de progresistas; Sigman (Hugo) que es el dueño de la editorial de Le Monde Diplomatique y productor de películas como la última de los giles… es el cuarto o quinto laboratorio en facturación y despidió a 90 compañeros y compañeras, de los cuales mandó telegramas directos a 27 representantes gremiales. O sea, representantes gremiales pero con tutela sindical. Sigman mandó 27 telegramas de despido con una impunidad tan grande, como diciendo, no, ni en esto nos van regular a nosotros, nosotros vamos a desconocer hasta las leyes nacionales y los convenios internacionales que nos condenan por esto. Bueno, están los telegramas de despido con medidas cautelares, que los están reincorporando a los compañeros pero se siguen negando. Ese es un laboratorio con una patronal progresista, que seguramente lo vamos a escuchar en cualquier momento dando discursos sobre la industria nacional y la importancia del aparato productivo nacional. Tan es así que está silenciado porque la industria farmacéutica es una de las pautas publicitarias más grandes de todos los medios de comunicación. Y ahí es casi imposible entrar, cuando ustedes ven un canal que le empieza a pegar a la industria farmacéutica, dura una vez, porque a la otra vez ya tienen la pauta publicitaria. A un compañero nuestro, Salvador Agliano, que es el secretario general de la CTA de Tucumán, actual secretario general del gremio, el otro día en América 24, estaba sentado, lo habían maquillado y todo, porque iba a hablar sobre el conflicto. Estaba sentado ahí y ve que viene un técnico y le empieza a sacar el micrófono y lo sacaron de la mesa. Lo sacaron de la mesa cuando ya estaba sentado, le dijeron: orden de arriba. Había llamado Sigman para que lo saquen, se los digo concretamente.
Los vuelvo a felicitar en nombre de la CTAA por estas discusiones que son tan necesarias, aparte de nosotros cuestionar, sabemos que hay propuestas que seguramente más temprano que tarde con la fuerza popular vamos a lograr que se lleven adelante para que haya derechos y dignidad para todos. Muchas gracias a todos.
Rodolfo Arrechea
Coordinador de ATE Salud del Consejo Directivo Nacional y Delegado General de ATE en el Hospital Rivadavia.
“Hoy, cualquiera que se acerca a un hospital siente más una agresión que el estado que lo contenga”
Estamos sosteniendo que los hospitales estén de cara a la sociedad en un momento de muchísimas carencias, falta de insumos, falta de políticas de recursos humanos y de achicamiento de la salud.
Bueno, brevemente para no dilatar tanto y no repetir las mismas cosas. Esta semana se cumplió un año de la iniciativa que tomó el gobierno de Macri de degradar el Ministerio de Salud a Secretaría. Yo trabajo en el Hospital Rivadavia, soy Delegado General ahí en el hospital y no quería dejar de remarcar, que lo que pasó el año pasado nos permitió por primera vez en muchísimos años -prácticamente diría la única desde la recuperación de la democracia-, que fue juntar a más de 400 organizaciones en un marco muy diverso que nos permitió hacer la primera Marcha Federal de Salud. Y esto tuvo que ver más por el padecimiento de las políticas de Macri que por la voluntad que quisimos poner pero a veces, por mirarnos tanto el ombligo, nos cuesta a los trabajadores de salud tener la capacidad política de juntarnos.
Yo quería repetir algo que nos pasó: de todo lo que es producción nacional de medicamentos no entiendo mucho, pero sí recuerdo que en el año 2008 hicimos una conferencia de prensa en la puerta del Hospital Rivadavia con toda la representación de ATE, compañeros de la ciudad y del estado nacional, y le pedíamos al gobierno nacional, a partir de la Gripe A, que el estado tomara la producción nacional de medicamentos. No tuvimos mucho éxito con esa cuestión y, sin embargo, paradójicamente, la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires lo toma y aprueba. Por supuesto que fue una de las tantas leyes que Macri derogó inmediatamente porque era imposible que esta cuestión la pudieran llevar adelante.
Remarcando este espacio, a partir de la decisión que tomó Cachorro con el Consejo Directivo de ATE Nacional, y de lo que se construyó a partir del 4 de octubre –posterior a esa gran marcha que tuvimos-, que fue la elaboración de estos 15 Puntos por el Derecho a la Salud, que hoy, en estos días, hay diversos espacios que los han tomado y se han nacionalizado, se están discutiendo y hay muchísima iniciativa en el marco de esta nueva discusión, que tiene que ver con qué vamos a hacer con el sistema sanitario argentino. Nosotros decimos siempre que antes de ver cómo se financia el sistema público, lo que tenemos que ver es como se distribuye la riqueza. Porque, claramente, ha quedado evidenciado que con las políticas que todos los días sufrimos: el tema de la alimentación, el tema de terminar con la pobreza en un país tan inmensamente rico, tiene que ser una de las cuestiones que nos van a permitir tener un sistema de salud mucho más de cara a la sociedad y no como pasa hoy, que cualquiera que se acerca a un hospital siente más una agresión que el estado que lo contenga, porque nos pasa eso todos los días.
Así que creo que de esos 15 Puntos por el Derecho a la Salud, lo quiero volver a remarcar, tenemos que poner mucho énfasis en recuperar la categoría de Ministerio de Salud nuevamente, la reincorporación de todos los trabajadores y de todos sus equipos de salud, la cuestión del Hospital Posadas, la cuestión de hospitales que están en posibilidades de cierre por falta de mantenimiento en la provincia de Buenos Aires. Y creo que se ha abierto un espacio diverso que tenemos que hacer un esfuerzo, con mucha responsabilidad, que nos permita transitar todos juntos, ya que decimos todos los días que nuestro compromiso es el sostenimiento del sistema público de los hospitales gratuitos y solidarios. De alguna manera, que parece un título grande pero somos los herederos de Carrillo, los herederos de Oñativia, porque con todas estas dificultades que tenemos, estamos sosteniendo que los hospitales estén de cara a la sociedad en un momento de muchísimas carencias, falta de insumos, falta de políticas de recursos humanos y de achicamiento de la salud. El compromiso es que todos los espacios que tengamos los aprovechemos para que volvamos a tener una salud pública como en el país la pudimos construir.
Quería saludar también desde ATE a quienes están hoy acompañándonos. Gracias.