Este viernes la marea feminista volverá a inundar las calles para hacer caer las estructuras que sostienen al patriarcado y desarmar los sistemas de opresión. Mujeres, lesbianas, travestis y trans protagonizarán un nuevo paro global y movilización, bajo la consigna «#8M: Paro plurinacional e internacional de mujeres y disidencias». Los motivos sobran para esta tercera huelga que se replicará en más de medio centenar de países. Desde la Asamblea Feminista de Rosario se definió hacer una marcha que partirá de la plaza San Martín, donde la convocatoria es a las 17; para luego marchar hacia el Parque a la Bandera. Allí se leerá el documento consensuado, a modo de proclama, habrá bandas en vivo y un pañuelazo, al cierre, para exigir que este 2019 la Interrupción Voluntaria del Embarazo, sea ley. Para garantizar la asistencia a la marcha, habrá acceso gratis a colectivos de 15 a 23.
El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, es una de las fechas más importantes en la agenda feminista, y desde 2017 se conmemora con un paro internacional de tareas. La primera experiencia fue argentina y marcó un antecedente mundial: el 19 de octubre de 2016 se hizo el primer paro tras el femicidio de Lucía Pérez, asesinada en Mar del Plata. Cinco meses después, se replicó en decenas de ciudades del mundo. Como cada año, la modalidad de paro es definida por cada sindicato o sector.
Majo Poncino, del Movimiento Evita y Ni Una Menos Rosario, señaló que las asambleas terminaron el viernes y recordó que el 8M «paramos en todas nuestras tareas, incluso las del hogar, aquellas no remuneradas. La idea es que nuestra lucha sea visibilizada. El aumento de la feminización de la pobreza tiene que ver con este contexto de ajuste que lleva adelante el gobierno nacional en el marco de un proyecto político que afecta sobre todo a los sectores más populares. El paro tiene que ver con eso, en esta coyuntura». Como contracara, destacó: «Nos consolidamos, generamos encuentros que sirven como caja de resonancia para generar nuevas formas de hacer política, construir nuevas herramientas para seguir instalando una agenda social, política en pos de reivindicar nuestros derechos y de pensar el país, la ciudad y la provincia que queremos. Sumamos cada vez nuevas estrategias, diversidad de los feminismos y ruptura de los sectores de poder». Al mismo tiempo, destacó la participación de las mujeres sindicalizadas, de las estudiantes secundarias y universitarias y otros sectores que hacen a la celebración del «territorio ganado».
Habrá un documento que sintetice la proclama y se repetirá el pedido para que sea ley la Interrupción Voluntaria del Embarazo.
Desde la organización Mumalá, relevaron que entre el 1 de enero y el 28 de febrero hubo 45 femicidios en el país, es decir «una víctima de violencia machista cada 31 horas», alertaron. Sofía Botto, coordinadora de Mumalá, miembro de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito y candidata a concejala por Libres del Sur, en el Frente Progresista, destacó que este 8 de marzo «está teñido, por un lado, por el feminismo como movimiento transformador de la sociedad, que va incorporando nuevas reivindicaciones como se verá claramente en la composición del documento para esta fecha. Por el otro, hay un contexto social y económico complejo, luego de más de tres años de Cambiemos, con políticas de ajuste que tiene un impacto superior en las mujeres, sobre todo en aquellas que son madres solteras, con hijos e hijas a cargo y sin posibilidad de una jornada laboral completa o de mejores condiciones laborales. Las crisis nos impactan de manera diferente, por eso una parte de este paro es concreto contra el gobierno nacional, que genera condiciones de exclusión y hambre: desde el feminismo nos posicionamos como actrices en contra de estas políticas». Y agregó: «También nos preocupan la cantidad de femicidios que hay en lo que va del año, que nos hicieron sacar a las calles el reclamo contra los casos, que también se dan en Santa Fe, por lo que venimos reclamando la emergencia nacional en violencia de género».
Liliana Leyes, de ATE, sumó que el paro es «contra el ajuste y la feminización de la pobreza que está más fuerte que nunca.
Muchas compañeras ejercen una triple jornada laboral, con salarios muy por debajo de la canasta básica, que está en 40 mil pesos, cuando nuestros salarios en general son de 18 mil, por lo que la mayoría tiene que tener otro trabajo, para después llegar a casa y seguir con las tareas del hogar. Hoy más que nunca salimos a las calles a pelear por un trabajo digno, por estabilidad. Actualmente tenemos 4.200 personas precarizadas en nuestra provincia, en el ámbito estatal, por lo que pedimos el pase a planta. Los despidos son otra preocupación enorme: 2018 fue un año más que difícil para nosotras, porque muchas compañeras quedaron sin trabajo, lo que acrecienta la violencia en nuestros hogares. En otros casos, muchas mujeres son el único sostén de hogar», enumeró. También mencionó la brecha salarial: «La jerarquización del trabajo en favor de los varones, hace que la brecha en la provincia exceda el 23 por ciento», lamentó.
Fuente: Página 12
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