Salud Internacional | En Uruguay las cianobacterias no ceden y afectan a 11 playas de Montevideo


Los impactos del modelo productivo megaextractivo depredador no dejan de hacer mella sobre nuestros bienes naturales, culturales, y sobre nuestros pueblos… Verano caliente y tóxico en el Río de La Plata y costas del mar atlántico

Las autoridades recomiendan no ingresar al agua donde hayan manchas verdes fluorescentes, y evitar que los niños se bañen o jueguen en la arena | Son hasta ahora 11 playas de la capital las que se vieron afectadas por la presencia de cianobacterias, según los datos de la Intendencia de Montevideo

El director Nacional de Medio Ambiente (Dinama), Alejandro Nario, reconoció que la proliferación de cianobacterias en la costa del país es «preocupante» y aseguró que están trabajando para evitar que ocurra a futuro; y aseguró que el cambio climático y los fertilizantes utilizados para el agro inciden en la proliferación de este fenómeno.

«Lo que sucede es que fruto de la acción humana, básicamente de la actividad agropecuaria que es la que genera los mayores niveles de fósforo y nitrógeno, cuando hay grandes lluvias como lo que sucedió ahora, son arrastradas a los ríos», explicó Nario.

Estos organismos se suelen ver en el río Santa Lucía o en la Laguna del Sauce y las lluvias han llevado a que proliferen también en el Río de la Plata, donde están ubicadas parte de las playas del país.

«Hasta hace poco se decía que el fósforo solo llegaba con los sedimentos pero también estamos viendo que hay tanta concentración que incluso termina pasando a la corriente fluvial y llegando a los ríos»,

Uruguay debe cambiar los modelos de producción agropecuaria, ya que tienen incidencias medioambientales, pero es un problema regional ya que los organismos llegan también del Río Uruguay, que limita con Argentina.

«Es preocupante, es un problema global del que el Uruguay se tiene que hacer cargo, y obviamente pone en cuestión los modelos productivos agropecuarios que son intensivos en insumos químicos. El Uruguay debería pensar a mediano plazo en cómo cambiar ese modelo productivo», sostuvo y agregó: «Esto siempre sucedió solo que ahora con el cambio climático estamos viendo es eventos extremos mucho más seguidos».

 

Cesar Vega, integrante del PERI, Partido Ecologista Radical Intransigente, una agrupación de ciudadanos que busca defender la naturaleza y un desarrollo humano en armonía con el medio ambiente mediante propuestas políticas concretas orientadas a una mayor justicia social y una mejor calidad de vida, subió un video a las redes explicando brevemente el porqué de las playas afectadas por la cianobacteria y la relación con el agronegocio y la erosión laminar

 

Y parece que no es necesario que en el agua se produzcan grandes modificaciones para que se generen estos fenómenos en la naturaleza

 

La gran cantidad de cianobacterias se debe a que es una gran cantidad de agua dulce entrando en el agua salada cargada de cianobacterias que se han reproducido  gracias a que el agua está más caliente por el cambio climático

 

 

Estamos alimentando esas aguas con una gran cantidad de materia hidrogenada y fosfatada, o sea con PO4, eso deriva de los fertilizantes que se están usando en un paquete  agrotecnológico totalmente equivocada acompañado de glifosato y otros herbicidas, que producen erosión al laminar, de lo cuál no se está hablando.

Se va yendo la tierra hacia las cañadas, después hacia los arroyos, después hacia los ríos, después hacia el mar y llega a Montevideo a Punta del Este. El fosfato llega solamente con la tierra. Entonces debería de alertarnos que estamos perdiendo la tierra de los campos gracias al paquete y no nos estamos dando cuenta. Por eso se tapan todos los cauces de los ríos; y por eso después, como acá enfrente en Buenos Aires, Santa Fé, Entre Ríos… hay grandes inundaciones, porque estamos tapando los cauces de los ríos de tierra.

 

 

El efecto acumulativo, 10 años, 20 años, 30 años… produce este fenómenos. Si el agua está más estancada, ley de riego primer proyecto aprobado, aguas más estancadas, aguas más calientes, aguas más cargadas de nitrógeno y fosfatos, también derivados de la cantidad enorme de materia orgánica que estamos tirando a los cursos de agua de las casas de nuestras ciudades, todo para allá, todo mal! De hecho esa agua se les cobra a los productores que la van a usar porque contiene nitrógeno y fosfato

 

 

Esto es lo que le estamos dejando a nuestros hijos y esto ya vino para no dar marcha atrás salvo que demos marcha atrás nosotros. Y se puede? Por supuesto que se puede, esta semana se supo que China quiere comprar soja orgánica para comer los chinos, bueno al producir soja orgánica van a tener que dejar de usar todas estas porquerías del agronegocio que están provocando esto; me faltó citar a los feedlot, los encierros de ganado a las costas de los ríos, una locura encerrar ganado! Un invento gringo totalmente equivocado encerrar ganado del tipo vacuno encerrado como pollo… Pero también van a tener que ver los intendentes de cada una de las ciudades qué hacen para no seguir tirando por lo menos  tanta cantidad de pichí y caca y detergentes fosfatados y porquerías de las industrias que no están controladas muchas de ellas, a los ríos; porque si no la triste noticia que vamos a tener es que no nos vamos a poder bañar nunca más en verano en nuestras hermosas playas  y no vamos a poder comer pescado tampoco, no vamos a poder ni a pescar! Vamos a disfrutar de la playa y de los pescados en invierno, porque en invierno al bajar la temperatura las cianobacterias no se van a reproducir

 

 

 

CIANOBACTERIAS Y CIANOTOXINAS. IMPACTOS SOBRE LA SALUD HUMANA

 

Los florecimientos algales ocurren naturalmente pero son más frecuentes en aguas que han sufrido ciertas formas de interferencia humana, entre las cuales se destaca por su importancia la eutrofización o enriquecimiento de las aguas con nutrientes ya sea a partir de fuentes puntuales como las descargas cloacales municipales, o de fuentes no puntuales como la agricultura o el endicamiento de los rios, lo cual aumneta el tiempo de retención y de exposición del agua a la luz solar.

Las cepas tóxicas y no tóxicas correspondientes a las mismas especies de cianobacterias no pueden ser separadas por identificación microscópica. Para confirmar que una cepa particular de cianobacterias es productora de toxinas, es importante aislar un cultivo puro de esa cepa, preferentemente libre de otras bacterias, y entonces detectar y cuantificar las concentraciones de toxina en el cultivo puro, y, si fuera posible, purificar y caracterizar totalmente las toxinas.

Las evidencias para los efectos adversos sobre la salud humana derivan de tres fuentes principales: la evidencia epidemiológica que incluye las intoxicaciones humanas, las intoxicaciones animales y los estudios toxicológicos. No obstante,la evidencia toxicologica reviste una importancia capital ya que demuestra directamente la relación entre la exposición a la toxina y los daños sobre la salud humana. Lo cual no puede ser extrapolado directamente de los experimentos con animales.

Las principales vías de exposición a cianotoxinas incluyen la oral a través del agua de bebida y dental a través del agua de uso recreacional. Sin embargo, la muy limitada información disponible sugiere que la inhalación de aerosoles, potencialmente posible durante una ducha, prácticas acuáticas o actividades laborales, puede ser una via de exposición igualmente importante dado que la toxicidad de la microcistina luego de la instalación intranasal se aproxima a la observada por inyección intraperitoneal en animales de laboratorio.

 

PELIGROS PARA LA SALUD HUMANA

Las evidencias para los efectos adversos sobre la salud humana derivan de tres fuentes principales: la evidencia epidemiológica que incluye las intoxicaciones humanas, las intoxicaciones en animales y los estudios toxicológicos. No obstante, la evidencia epidemiológica reviste una importancia capital ya que demuestra directamente la relación entre la exposición a la toxina y los daños sobre la salud humana, lo cual no puede ser extrapolado directamente de los experimentos con animales.

Las evidencias epidemiológicas resultan de estudios realizados sobre poblaciones humanas que han mostrados signos de intoxicaciones o de enfermedades atribuibles a la presencia de cianotoxinas en el agua de bebida o de otras fuentes de agua.

La mayoría de los casos de enfermedades humanas atribuidas a las toxinas cianobacterianas ha sido estudiado retrospectivamente, y raramente se dispone de datos epidemiológicos completos, especialmente relacionados con la exposición (número de organismos, tipo y concentración de cianotoxinas).

Exposición humana

Las principales vías de exposición a cianotoxinas incluyen la oral a través del agua de bebida y la dermal a través del agua de uso recreacional. Sin embargo, la muy limitada información disponible sugiere que la inhalación de aerosoles (potencialmente posible durante una ducha, práctica de ski acuático o ciertas actividades laborales) puede ser una vía de exposición igualmente importante dado que la toxicidad de la microcistina luego de la instilación intranasal se aproxima a la observada por inyección intraperitoneal (i.p.) en animales de  laboratorio.  En algunos países, los suplementos dietarios con cianobacterias pueden constituir una importante vía de exposición oral para pequeñas poblaciones, si los niveles de cianotoxinas en los suplementos no son controlados. Una vía específica (intravenosa) puede afectar a ciertas poblaciones susceptibles en el caso de las clínicas de diálisis renal.

La extensión o duración de la exposición a través del año es más corta si los recursos de agua son poblados por cianobacterias en estaciones específicas. En las zonas de climas templados, los cuerpos de agua dominados por el género Microcystis normalmente exhiben floraciones estacionales de 3-5 meses, mientras que en algunos lugares de Australia, Sudamérica y Sudáfrica, este género puede tener floraciones de 6-10 meses.

Toxicidad aguda

Brotes numerosos de enfermedad humana atribuidos a la exposición a microcistinas han sido reportados en la literatura, por ejemplo en Brasil, Australia, África, Inglaterra y Escandinavia. Las muertes humanas han sido observadas como consecuencia de la exposición intravenosa a través de la diálisis renal.

Muy difícilmente las cianotoxinas pudieran ser ingeridas por seres humanos en cantidad suficiente para alcanzar una dosis letal aguda. No obstante, las dosis estimadas indican que una dosis fatal en humanos es posible si el material peliculado es ingerido. Sin embargo, dado que dicho material es tan repulsivo resulta poco probable que pueda ser deglutido.

Exposición recreacional

Las principales preocupaciones para la salud pública se relacionan con la exposición recreacional, debido a la comunicación de ciertos casos fatales que podrían atribuirse a intoxicaciones con cianotoxinas a partir de la exposición a niveles peligrosos en aguas no tratadas.

Ingreso al organismo a través de la ingestión oral o la inhalación

Se pueden distinguir tres vías potenciales de exposición a cianotoxinas: el contacto directo de las partes expuestas del cuerpo, incluyendo áreas sensibles como los oídos, ojos, boca y garganta; las áreas cubiertas por el traje de baño; la deglución accidental y la inhalación de agua. Se han reportado casos de enfermedad a partir de deglución accidental e inhalación de Microcystis y ellos proporcionan evidencia directa de daños a usuarios de aguas recreacionales contaminadas con floraciones algales.

Los efectos sobre la salud observados en el estudio epidemiológico prospectivo de Pilotto et al. (1997) ocurrieron con densidades bajas de cianobacterias y guardan una clara relación con la población celular pero no con la concentración de microcistinas. Por lo tanto este peligro pareciera ser debido a otros metabolitos cianobacterianos adicionales no identificados, o a compuestos de bacterias asociadas, aun a niveles moderados de exposición.

Los efectos medidos fueron: irritación ocular, rash cutáneo, vómitos, diarrea, signos de resfrío, úlceras en la boca y fiebre. Estos signos y síntomas mostraron un «Odds Ratio» elevado (3.44) para las personas que estuvieron en contacto con el agua con mas de 5.000 células (cianobacterias) por ml, por mas de una hora. Odds Ratios similares para las mismas manifestaciones clínicas se observaron en la gente que se bañó en las aguas con 5.000-20.000 células por ml (2.71) y mas de

  • células por ml (2.90).

Durante la realización de deportes que implican un contacto con el agua, la exposición a las cianotoxinas probablemente ocurra a través de la incorporación por la deglución accidental, el contacto con la mucosa nasas o la inhalación.

Evidencias bien documentadas a partir de experimentos en animales y un caso de enfermedad múltiple en humanos indican que la inhalación y la absorción a través de las mucosas nasal y faríngea pueden representar un alto riesgo en los deportes acuáticos que obligan a la inmersión de la cabeza (natación, buceo, zambullidas deportivas, remo en canoas con vuelcos) o la inhalación de aerosoles (ski acuático).

Los resultados experimentales indican un peligro de daño hepático acumulativo por la ingestión repetida de microcistinas que podrían ocurrir durante unas vacaciones con baños diarios en sitios recreacionales con alta densidad de cianobacterias productoras de microcistinas. El daño hepático subagudo probablemente pase desapercibido, ya que los signos de enfermedad hepática recién se hacen evidentes cuando el cuadro es severo. Adicionalmente, la curva dosis-respuesta para el daño hepático de las microcistinas tiene una pendiente relativamente importante. Hay escasas evidencias de daño hepático agudo cuando los niveles están próximos a aquellos que podrían producir toxicidad aguda severa y la exposición es continua para las personas si no han sido informadas del riesgo (durante unas vacaciones, por ejemplo), aumentando el riesgo de daño hepático acumulativo.

Los riesgos de la ingestión son particularmente altos para niños que juegan en aguas cercanas a la costa donde las películas de cianobacterias tienden a acumularse. Debido a que el peligro de ingesta de microcistinas está directamente relacionado con los niveles de toxinas en el agua

(toxinas unidas a las células y toxinas disueltas) y el volumen de agua ingerido o inhalado, ambos datos han sido tenidos en cuenta para establecer los niveles guía para la seguridad de agua de uso recreacional.

Contacto directo

Las reacciones alérgicas y tóxicodermatosis de severidad variable son conocidas a partir de la exposición a cianobacterias y otras algas de agua dulce, pero no han sido documentadas extensamente. Los trajes de baño, y particularmente los trajes de buceo, tienden a agravar tales efectos debido a la acumulación de las cianobacterias, al incremento de la disrupción celular que aumenta la liberación de las toxinas contenidas en las células sobre la piel del usuario. Los reportes provenientes de EEUU muestran reacciones alérgicas a partir de exposiciones recreacionales y en un caso se responsabilizó al pigmento ficocianina de tales manifestaciones.

Existen relatos de testigos oculares que cuentan que en Australia, Alemania y Japón los nadadores deliberadamente se cubren a si mismos con películas de cianobacterias para ser tomados en fotografías mas llamativas, y existe un caso bien documentado de intoxicación en el Reino Unido resultado de que cadetes de la armada realizaron ciertas prácticas en kayak denominadas «Eskimo rolls» inmersos en estas películas de cianobacterias.

En una sistemática revisión de la literatura sobre exposición recreacional a cianobacterias de agua dulce4, los casos reportados y las referencias anecdóticas datan desde 1949 y describen una variedad de enfermedades asociadas con la exposición recreacional a cianobacterias: síntomas símil fiebre del heno, eritemas, prurito, síntomas gastrointestinales como los mas frecuentemente reportados.

Algunos reportes de reacciones cutáneas son fuertemente sugestivos de reacciones alérgicas, y síntomas tales como rinitis, conjuntivitis, asma y urticaria también indican respuestas de hipersensibilidad inmediata. Enfermedades símil-gripe involucran una constelación de síntomas que incluyen fiebre, decaimiento, mialgias, artralgias, cefalea severa, tos y odinofagia, se explican, en la opinión de los autores, por la acción en cascada de las citokinas proinflamatorias. Si es correcto, esto implica que algunos productos cianobacterianos poseen capacidad de inducir respuestas inmunes innatas, y tales respuestas pueden necesitar que se considere en términos de su potencial de producir cambios patológicos directos en el hígado y otros órganos.

Ha habido repetidas descripciones de consecuencias adversas para la salud en nadadores expuestos a floraciones de cianobacterias. Aun contactos menores con cianobacterias en aguas de baño pueden producir irritación de la piel y probabilidad aumentada de síntomas gastrointestinales.

Las cianobacterias comparten ciertas características comunes con otros alérgenos ambientales y las investigaciones han mostrado respuestas alérgicas a cianobacterias en pacientes con alergias nasobronquiales.

Algunos reportes presentan descripciones convincentes de reacciones más severas:

  • Un coronel en EEUU encontró a un adolescente muerto, aparentemente como resultado de una ingestión accidental de cianotoxinas neurotóxicas en un Este es el primer

 

4  Ian Stewart, Penelope M Webb, Philip J Schluter, y Glen R Shaw. Recreational y occupational field exposure to freshwater  cyanobacteria  –  a  review  of  anecdotal  y  case  reports,  epidemiological  studies  y  the  challenges  for epidemiologic assessment. Environ Health. 2006; 5: 6. Disponible en:  http://www.pubmedcentral.gov/articlerender.fcgi?tool=pmcentrez&artid=1513208

 

caso fatal registrado en un ser humano atribuido a la exposición a cianobacterias, aunque existen incertidumbres alrededor de la identificación forense de la cianotoxina sospechada en este caso.

  • 1959 Saskatchewan, A pesar de las alertas de peligro con respecto al uso recreacional y casos de muertes en ganado, un grupo de personas nadaba en un lago infestado con cianobacterias. Trece personas enfermaron (cefalea, náuseas, dolores musculares, diarrea dolorosa). En  las  excretas  de  un  paciente (un  médico que había ingerido accidentalmente alrededor de 300 ml de agua) se encontraron numerosas células de Microcystis spp. y fueron identificados algunos tricomas de Anabaena circinalis.
  • 1989 Reino Diez de 20 reclutas de las fuerzas armadas mostraron signos de intoxicación (p. Ej. Vómitos, diarrea, dolor abdominal central, ampollas en los labios, odinofagia) después de nadar y entrenar en una canoa en el agua donde había una densa floración de Microcystis spp. Dos de los reclutas desarrollaron una neumonía atribuible a la aspiración de microcistina y requirieron hospitalización y cuidados intensivos. La severidad de la enfermedad aparentemente estuvo relacionada con las habilidades de los nadadores y la cantidad de agua ingerida.

Los datos epidemiológicos son limitados. En dos estudios de cohorte en Australia se encontraron incrementos estadísticamente significativos de síntomas en los individuos expuestos a las cianobacterias, comparado con las contrapartes no expuestas, aunque la menor morbilidad parece el hallazgo principal. Otros cuatro son estudios pequeños (tres del Reino Unido y uno de Australia) que no reportan asociaciones significativas. Sin embargo, persiste la certeza del potencial para daños severos o muerte, dado que las cianobacterias de agua dulce, bajo condiciones de floraciones son capaces de producir potentes toxinas que causan disfunciones específicas y severas sobre el hígado y el sistema nervioso.

  • 1995 La evidencia epidemiológica de efectos adversos a la salud después del contacto con aguas recreacionales fue establecido en un estudio prospectivo que involucró a 852 participantes. Los resultados mostraron una incidencia elevada de diarrea, vómitos, síntomas gripales, eritema, úlceras bucales, fiebre, irritación de ojos y de oídos dentro de los siete días que siguieron a la exposición. Los síntomas se incrementaron significativamente con la duración del contacto con el agua y con la densidad de cianobacterias.

La verdadera incidencia de enfermedades asociadas a cianobacterias a partir de la exposición recreacional no es conocida, probablemente debido a que los efectos son leves y autolimitados y la mayoría de las veces no requiere atención médica, o bien el desconocimiento de la enfermedad por parte del equipo de salud, sumado a que los síntomas y signos son inespecíficos, determinan que la enfermedad sea infradiagnosticada. Citando a Codd en el artículo mencionado se puede decir: “las evidencias de la asociación entre ciertas enfermedades humanas con las cianobacterias y sus toxinas está abierta a la crítica debido al déficit de una definición de caso detallada, a que los diagnósticos se han hecho por exclusión, y la identificación y cuantificación de las toxinas cianobacterianas en los incidentes de salud han estado ausentes hasta hace poco tiempo”.

Un amplio rango de agentes microbianos de aguas dulces puede causar trastornos agudos que semejan enfermedades atribuidas al contacto con cianobacterias, y a la inversa, enfermedades agudas que resultan de la exposición a cianobacterias o cianotoxinas en aguas recreacionales podrían ser infradiagnosticadas. Resulta difícil realizar una evaluación precisa de la exposición a cianobacterias en aguas recreacionales y al presente resulta poco confiable debido a que tampoco se dispone de biomarcadores específicos.

Otros impactos

El uso recreacional de las aguas probablemente sea la ruta de exposición mas importante a cianotoxinas en algunas partes del mundo. El desarrollo de cianobacterias en lagos y ríos que son usados con propósitos recreacionales ha sido reconocido como una preocupación pública. Las floraciones de cianobacterias en las aguas se puede asociar con olores desagradables y una apariencia repugnante de las orillas de los lagos y ríos, especialmente cuando las películas de los organismos se acumulan y comienza el proceso de putrefacción. Las áreas con extensas películas de cianobacterias o estelas sueltas sobre la playa de los balnearios suelen ser evitadas por los nadadores o los bañistas debido a que constituyen un ambiente displacentero, particularmente si las condiciones anaeróbicas generadas localmente o las mismas cianotoxinas causan muertes de peces lo cual enfatiza el rechazo a tomar contacto con el agua. En los climas templados, la dominancia de las cianobacterias es mas pronunciada durante los meses de verano, cuando la demanda de uso de aguas recreacionales es mayor. En algunas regiones, las cianobacterias han sido muy abundantes por mas de una generación y los visitantes han aceptado esta calidad de agua como normal para su región. Existen múltiples observaciones anecdóticas de niños jugando con el material de las películas superficiales de cianobacterias en las orillas.

Probablemente, los sistemas de tratamiento capaces de remover cianotoxinas no están disponibles para las ciudades mas afectadas de nuestro país. Esos métodos, tales como la adsorción a algunos tipos de carbón activado granular, y oxidación, pueden ser efectivos en la remoción de cianotoxinas. Sin embargo, las condiciones de operación son críticas para el éxito. Si los procesos están operando solo periódicamente durante el crecimiento de las cianobacterias o el tratamiento del reservorio, el monitoreo del funcionamiento de la planta debe ser el adecuado para asegurar la remoción de las cianotoxinas.

Una iniciativa del Programa de Hidrología Internacional de UNESCO ha sido el establecimiento del CianoNet, que es una “red mundial para la gestión de los riesgos derivados de las floraciones algales de cianobacterias y las toxinas en los cursos de agua”, que incluye la publicación de los “incidentes reportados de efectos adversos para la salud incluyendo estudios de caso” y “estudios epidemiológicos e investigaciones de asociaciones entre poblaciones de cianobacterias, cianotoxinas y salud”.

Exposición ocupacional

El uso del agua a partir de fuentes que contienen floraciones de cianobacterias y toxinas para la irrigación de cultivos por sistemas de aerosoles representa un peligro potencial para la salud a través de varias vías de exposición. Los trabajadores o transeúntes pueden inhalar toxinas a partir de la deriva del spray y la piel puede tomar contacto con cianobacterias y toxinas disueltas.

No hay estimaciones de la real significación para la salud de estos aerosoles con agua conteniendo toxinas cianobacterianas. Los estudios con animales de experimentación han mostrado que el ingreso de microcistina a través de la mucosa nasal puede ser considerable. Asimismo las evaluaciones conjuntas de los signos irritativos cutáneos, el distress respiratorio y la irritación de la mucosa nasal observados después de exposiciones recreacionales, permiten concluir que debería evitarse la exposición ocupacional a aguas de irrigación aerosolizadas que puedan contener cianotoxinas y adecuar las prácticas de trabajo. La exposición incidental de animales o de humanos a dichos aerosoles también debería ser evitada.

Exposición alimentaria

En muchas áreas del mundo, la población humana local consume peces, bivalvos y otros animales que crecen dentro o cerca de cuerpos de agua contaminados con cianobacterias tóxicas. Por lo tanto, puede haber varias fuentes de exposición oral a neurotoxinas que se agregan al agua de bebida y al agua recreacional.

Hay varios indicadores que las plantas terrestres, incluyendo cultivos agrícolas pueden captar microcistinas de las aguas de riego. El desarrollo de un semillero de mostaza es inhibido si las raíces son expuestas a microcistina-LR en solución acuosa. Las microcistinas tienen varios efectos perturbadores sobre la fisiología y el metabolismo de las plantas, cuando niveles suficientes de toxina entran a las células. La proteína vegetal fosfatasa muestra una alta sensibilidad a la inhibición por microcistina-LR in vitro. El metabolismo de la sucrosa en las plantas es inhibido por la microcistina-LR cuando se administra en solución por inyección. También se observó inhibición de la fotosíntesis en forma global en plantas de alubias luego de la administración tópica sobre las hojas y este efecto, bajo ciertas condiciones de exposición, resultó irreversible. Estos resultados se observaron con diferentes diluciones de microcistina-LR que pueden ser halladas en aguas no tratadas de fuentes contaminadas con floraciones de cianobacterias (20 µg/1 de toxina). La exposición a concentraciones elevadas mostró necrosis de las hojas. No es clara aún la relevancia de estos hallazgos para las situaciones habituales en el campo.

En adición a la posibilidad de acumulación interna de microcistinas, la irrigación puede llevar a la acumulación de toxinas sobre las superficies externas de las plantas. Las toxinas están depositadas cuando el agua se seca sobre la superficie de las plantas entre los períodos de irrigación o cuando el agua queda atrapada en el centro de ciertas plantas saladas. Ulteriores investigaciones son necesarias para conocer la incorporación y el destino de las microcistinas y otras cianotoxinas en las plantas que se utilizarán como alimentos y la persistencia de las toxinas sobre las superficies de las plantas.

Agua de bebida

Los casos registrados de enfermedad gastrointestinal y hepática que pueden ser atribuidos a toxinas cianobacterianas provenientes de fuentes de suministro de agua, en casi todos los casos han sido coincidentes con la decadencia natural de una floración de cianobacterias o con la lisis artificial de una floración por aplicación de sulfato de cobre. Ambos mecanismos llevan a la liberación de cianotoxinas a partir de la descomposición de las células. Mientras que los procedimientos de tratamiento pueden remover las cianotoxinas ligadas a las células intactas, no son efectivos para remover las cianotoxinas disueltas en estos casos.

  • Los casos más tempranos reportados de gastroenteritis asociados con cianobacterias ocurrieron en la población de una serie de ciudades a lo largo del Río Ohio en En estos casos, las escasas lluvias habían causado que el agua de un brazo del río desarrollara una floración de cianobacterias la cual penetró en el curso principal del río. Debido a que el agua corría aguas abajo una serie de brotes de enfermedad fue reportado, los cuales no pudieron ser atribuidos a agentes infecciosos.
  • En Harare, Zimbabwe, niños que vivían en un área de una ciudad servida desde un reservorio particular de agua, desarrollaron gastroenteritis cada año durante el tiempo que las floraciones algales de Microcystis decaían en el Otros niños en la ciudad

 

que recibían agua de otras fuentes no fueron afectados y ningún agente infeccioso fue identificado.

  • El brote más letal atribuido a toxinas cianobacterianas en agua de bebida ocurrió en 1988 en el área del dique de Itaparica, en Bahía, Brasil, cuando una nueva represa fue inundada y desarrolló una inmensa floración de Durante un período de 42 días se reportaron alrededor de 2000 casos de gastroenteritis, 88 de los cuales fueron letales. No se identificó ningún otro agente infeccioso ni toxina, y los casos ocurrieron en pacientes que habían estado bebiendo solo agua hervida. En el agua no tratada se encontraron cianobacterias de los géneros Anabaena y Microcystis, en cantidades de 1.104 a 9.755 unidades por ml (la conversión de unidades de colonias a células por ml depende del tamaño de la colonia, pero un mínimo de 100 células por colonia es habitual en una floración mixta de estos géneros).
  • Ejemplos de enfermedades que siguieron al uso de sulfato de cobre para destruir una floración de cianobacterias en depósitos de agua han sido descriptos en los EEUU y en En un incidente, 62% de la población conectada a la red de agua clorada desarrolló síntomas de gastroenteritis dentro de un período de cinco días. Ningún patógeno fue hallado y se concluyó que una floración de cianobacterias en un reservorio abierto, que contenía mas de 100,000 células por ml de Schizothrix calcola, Plectonema, Phormidium y Lyngbya había sido responsable. Dicho reservorio había sido tratado con sulfato de cobre.
  • En Armidale, Australia, el reservorio que servía como fuente de agua había sido monitoreado para floraciones de aeruginosa tóxica durante varios años, desde 1970 cuando una floración particularmente densa ocurrió. Las floraciones de cianobacterias también habían sido monitoreadas para toxicidad y la toxina había sido caracterizada como microcistina-YM. Dentro de las tres semanas del desarrollo de la floración las autoridades trataron el reservorio con 1 ppm de sulfato de cobre con lo cual mataron la floración. Un estudio epidemiológico de la población local indicó la presencia de daño hepático ocurrido simultáneamente con la terminación de la floración.
  • En 1981, una floración particularmente extensa de Microcystis fue monitoreada durante su desarrollo y subsecuente terminación con sulfato de cobre. Durante el mismo se recibieron quejas sobre el sabor y olor desagradable lo que condujo al tratamiento con sulfato de cobre del Este evento fue usado como base para un estudio epidemiológico retrospectivo de la función hepática en la población que consumía dicha agua, comparada con la población de la misma región servida a partir de otros reservorios. Los datos de actividad de las enzimas plasmáticas que miden la función hepática (gamma glutamyl transpeptidasa, alanina amino transferasa, aspartato aminotransferasa y fosfatasa alcalina) se obtuvieron de muestras de sangre de pacientes del Laboratorio de Patología Regional que databan de las últimas seis semanas previas a la floración, de las semanas que duró la floración y de las seis semanas posteriores. Los datos fueron separados de acuerdo a que los pacientes tuvieran suministro de agua de Malpas o de otra fuente. Se observó un incremento estadísticamente significativo en los niveles de gamma glutamil transpeptidasa en la sangre del grupo que tenía como fuente de agua Malpas durante el pico de la floración y su lisis con sulfato de cobre, comparada con la misma población antes y después, y con la otra población que tomaba agua de otra fuente. Los registros clínicos no dieron evidencia de brotes de hepatitis infecciosa o alcoholismo desproporcionado. Mientras que el aumento en la actividad enzimática fue indicativo de toxicidad hepática menor, hubo individuos dentro de la población estudiada que tuvieron actividad enzimática fuertemente elevada indicando daño hepático sustancial. Las enzimas séricas que mostraban estos cambios también habían sido usadas como indicador de toxicidad de

 

Microcystis en estudios experimentales con cerdos y roedores donde funciona como un efectivo indicador de injuria hepática.

– Un brote aún mas severo de toxicidad cianobacteriana en una población humana ocurrió en un isla alejada de la costa noreste de Australia. Debido a las protestas derivadas del mal olor y sabor del agua de red, la cual fuera atribuida a una floración de cianobacterias, las autoridades trataron el reservorio con sulfato de cobre. A la semana numerosos niños habían desarrollado una severa hepatoenteritis, y un total de 140 niños y de 10 adultos requirieron tratamiento hospitalizado. El organismo identificado como responsable de este episodio fue la cianobacteria Cylindrospermopsis raciborskii.

Dentro de las poblaciones humanas, por una variedad de razones, habrá individuos que son más susceptibles a los daños producidos por las cianotoxinas que la población en su conjunto. Los niños son el ejemplo mas obvio, debido a que ellos beben un gran volumen de agua en proporción a su peso corporal comparado con los adultos. Los individuos que padecen alteraciones en órganos susceptibles a los efectos de las cianotoxinas  son también mas vulnerables, tales como las personas con hepatitis, cirrosis hepática, hepatopatía tóxica a partir de otras fuentes o daño renal. Los pacientes con diálisis renal serán especialmente vulnerables a la presencia de cianotoxinas en el agua de diálisis a causa que el tratamiento los expone por vía intravenosa a grandes volúmenes de agua.

Cecilia Fernández Lisso | IDEP Salud ATE Argentina

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