El Plan Estratégico para la Vacunación contra el COVID-19 está en marcha en nuestro país pero muchas fueron las dudas y controversias que se generaron alrededor del mismo. A continuación encontrarán la palabra de Daniela Hozbor Coordinadora de la subcomisión de Vacunología de la Asociación Argentina de Microbiología e investigadora principal del CONICET. Desde su perspectiva y área de conocimiento nos explica las diferencias entre las vacunas aprobadas, la importancia de la vacunación y el desarrollo científico en casos de emergencia cómo el que estamos atravesando.
1.¿Cuál es la diferencia entre las más de 4 vacunas que existen hoy en día en el mundo?
En relación a las vacunas ya autorizadas para su uso en la emergencia, podemos ver una característica común a todas y es que de alguna manera en su formulación contienen algo que esté asociado con la proteína más inmunogénica, es decir, la que genera mayor respuesta inmunológica que es la proteína S o Spike.
Pero no todas las vacunas están constituidas de lo mismo, por ejemplo la vacuna de Pfizer y Moderna ambas contienen en su composición a el material genético que tiene la información para sintetizar en nuestro organismo a la proteína S de forma que después nuestro organismo la detecte como extraña y genere una respuesta inmunológica no sólo mediada por anticuerpos y anticuerpos funcionales neutralizantes sino también a nivel celular.
Hay otras vacunas, que ya han sido autorizadas también para su uso en la emergencia, que en su plataforma lo que tienen es un vector que lleva un pedacito de la información que después en nuestro cuerpo va a permitir la síntesis de la proteína S pero que ese vector no se reproduce en nosotros. Estas vacunas son las de Oxford AtraZeneca, la vacuna Sputnik V, CanSino y la vacuna de Janssen. En el caso de la de Oxford ese vector es un adenovirus que ha sido modificado genéticamente y proviene del chimpancé, en las otras vacunas que mencioné ese adenovirus es de origen humano que también ha sido modificado genéticamente.
El adenovirus normalmente produce resfrío leve (nada) y bueno la idea es que estos virus que no se reproducen sirvan de vehículo para llevar información. En este caso la información en vez de estar cómo ARN mensajero está cómo ADN. Entonces este vector lo que hace es vehiculizar la información hasta nuestras células, ahí se procesa todo ese DNA para que nos de la proteína S y en nuestro organismo genera la respuesta inmunológica que como habíamos mencionado para el caso de las vacunas ARN mensajero. En el caso de la vacuna de Oxford y la Sputnik V el esquema propuesto son de dos dosis, la diferencia clave en la Sputnik V es que esas dos dosis si bien conceptualmente son lo mismo lo interesante es que el vector no es igual en la primera dosis que en la segunda. Eso en vacunología es buscado porque robustece la inducción de la respuesta inmune, esto se conoce como prime bust heterólogo. En el caso de las vacunas de cansino y Janssen es una única dosis.
Después están prontas de ser autorizadas otras vacunas que en vez de tener material genético tienen directamente proteínas que es la de Novavax. Por otro lado hay unas vacunas que están diseñadas con una plataforma distinta que no es ni RNA, ni proteína, ni vectores que llevan pedacitos del SARS-COV-2 sino directamente el SARS-COV-2 pero presentando de una manera que obviamente no nos genere la enfermedad sino que lo único que hagan sea estimular nuestro sistema inmunológico para generar respuestas. Esas vacunas son a virus inactivado, osea no generan nada, no se reproducen ni generan enfermedad. Esas vacunas son desarrolladas por empresas chinas como Sinopharm y Sinovac.
Después vienen en carrera otros desarrollos que están en distintos estadíos del diseño de la vacuna, algunos ya probándose en las fases clínicas en humanos y otras en estadíos un poco más atrás pero que es fundamental que son los estudios en modelos animales que se llaman estudios pre clínicos.
En Argentina hay desarrollo, y los desarrollos están en esta etapa, la pre clínica que se tiene que hacer sí o sí y si es exitosa es la que permite dar continuidad en los otros ensayos.
2.Con respecto a la Sputnik, la primera vacuna aplicada masivamente en el país, medios masivos de comunicación instalaron la idea de que la vacuna no era segura. Sin embargo, hemos leído varias entrevistas tuyas en las que destacás la necesidad de confiar en la misma ¿Qué papel crees que jugaron las distintas voces que se promulgaron a favor y en contra?
La vacuna Sputnik V que fue desarrollada en una institución que está emplazada en Rusia motivó muchas discusiones y lo más tremendo es que las voces, sobre todo las que se oponían eran sin fundamento y todavía continúan, muchas opiniones pero nada contrastable con datos ni con información. Se replicaron mucho estas voces y contribuyeron a generar dudas y desconfianza en algo que es tan clave, para la salud en general, para el impacto que tiene esta pandemia en particular y muy dañino. Porque esta vacuna está siendo aplicada de forma voluntaria y es muy importante que la población se sienta segura con la vacuna, y se siente segura cuando tiene información sólida y contrastable.
Lo más importante es que se tenga confianza en las instituciones que bregan por nuestra calidad de vida, y esa institución en nuestro caso es el ente regulador que es la ANMAT. La ANMAT tiene mucha tradición, historia y profesionalismo. Es el que nos cuida en términos de lo que comemos, de los medicamentos y las vacunas. Entonces no sembraron desconfianza sólo en la vacuna Sputnik V sino en la institución porque fue ésta la que recibió toda la información para que objetivamente, en este caso como era estado, recomiende al ministro de salud de la nación para el uso de esta vacuna. Y después apareció la publicación que se reclamaba desde algunos miembros de la comunidad y en particular los que son oposición al gobierno, en la que aparecieron todos los datos. No es un requisito que esta publicación se haga pero en general a nosotros, a la comunidad científica nos gusta porque nos permite ver todo el diseño metodológico, los datos, analizar cómo fue la respuesta inmunológica, cómo sacaron las conclusiones, todo eso es lo que está en esta publicación que apareció en una revista de mucho prestigio Lancet. Información que tampoco podía ser divulgada en la comunidad, porque cuando uno quiere hacer una publicación científica tiene que ser con datos novedosos y si la ANMAT hubiera publicado estaría violando la confidencialidad y los estaría inhibiendo después publicarlos.
Así que bueno, aparecieron todos los datos, que confirman lo que la ANMAT había recomendado al ministro de salud y además aparecieron algunos datos más como la eficacia de una única dosis con valores espectaculares del 91,6 %, también una muy buena eficacia para la población mayor de 60 años con 91,8% y cuando analizan las dos dosis esa eficacia es del 91.1%. También está caracterizada la respuesta inmunológica, título de anticuerpos, hay datos sobre la capacidad neutralizante de estos anticuerpos que también se detectan en la población mayor de 60 años y también hay datos de seguridad que está siendo seguida ahora en población real en nuestro país y los datos coinciden con lo que se informa de las reacciones que son de leves a moderadas como ocurre con cualquier otra vacunación.
3.Se generó miedo e incertidumbre por las secuelas que podría llegar a tener la vacuna a largo plazo, ¿los estudios continúan? ¿Cuándo se podría comenzar a tener certezas al respecto?
Con respecto a esta pregunta vale la pena recordar que se hacen evaluaciones en las fases clínicas. Las fases clínicas en humanos tienen numerito, van de la 1 a la 3, normalmente en períodos no epidémicos estas fases se hacen secuenciales, es decir, primero se hace la fase 1 si es exitosa se pasa a la 2 y así sucesivamente. En el caso de que alguna fase no sea exitosa termina, si hay posibilidad de revisión se hace el cambio pero tiene que ser mínimo sino se volverá para atrás o queda ahí y terminó el estudio. En estas fases clínicas lo primero que se evalúa, en la fase 1, es la seguridad y se incluyen voluntarios que en general no es más de una decena de individuos. En la siguiente fase se incluyen centenares de individuos y se evalúa siempre seguridad y comienza a evaluarse inmunogenicidad y después en la fase clínica 3 lo que se evalúa con mucha más diversidad de individuos por que los estudios incluyen decenas de miles de individuos se evalúa seguridad y eficacia.
En todos los estadíos cómo podemos ver se evalúa seguridad y esto se va haciendo así en todas ellas porque se va incorporando más individuos para tener la diversidad necesaria porque no todos respondemos de la misma manera. En casos de pandemia, estas fases se siguen nada más que se condensan sin perder la exigencia pero sí tratando de reducir los tiempos. Cómo les decía en la última fase, la fase clínica 3 en general dura mínimo 6 meses y normalmente 2 años por que ahí sobre todo lo que se quiere es evaluar la duración de la respuesta inmune.
Respecto al desarrollo de las vacunas para el covid 19 ninguna terminó la fase clínica 3 entonces los estudios continúan fundamentalmente respecto a ello y en general las reacciones adversas a las vacunas aparecen tempranamente, después de la inmunización. Así que lo que se busca en realidad es analizar la inmunidad en el largo plazo, por eso se prolongan los tiempos sobre todo. Si surge alguna reacción adversa, que puede pasar por una patología de base que se podría asociar, se tiene que hacer la investigación correspondiente.
4.Hablaste de la vacuna como un acto solidario, ¿podrías contarnos por qué?
La vacunación es un acto que es muy importante para el individuo que recibe la vacuna pero también lo que se logra es lo que se llama la inmunidad colectiva. Hay que pensar que hay población que no se puede inmunizar, aunque quiera no puede recibir la vacuna, porque por ejemplo se encuentra cursando una enfermedad que le afecta sus sistema inmune y está tratándose incluso con drogas que hacen que sus sistema inmunitario esté suprimido y no la pueden recibir. Entonces es importante lograr lo que se llama la inmunidad en la comunidad para que esa inmunidad indirectamente llegue sobre todo a esa población, y entonces aparece ese término que es inmunidad colectiva o de rebaño.
5.¿En qué consiste la inmunidad de rebaño? ¿Se espera que Argentina alcance dicho estadío? ¿Qué implica que un porcentaje de la comunidad no se vacune?
Esta inmunidad colectiva también conocida cómo de rebaño se refiere a la protección que se logra en individuos susceptibles a la infección cuando existe una determinada proporción de individuos que se ha logrado que sean inmunes a la enfermedad. La idea es lograr la inmunidad en mucha población para reducir con esto la circulación y de esa manera proteger a la población que no se puede vacunar. La mínima población que tiene que estar inmune para lograr la inmunidad comunitaria en el caso del covid-19 es del 70% y si aparecen variantes más contagiosas este valor va a aumentar ya que depende de la contagiosidad del virus.
6.¿En qué etapa del plan de vacunación nos encontramos hoy? ¿Cuáles son las expectativas de la comunidad científica con respecto a su desenlace?
Respecto de la campaña el propósito es disminuir todo lo que es morbilidad y mortalidad asociada a la enfermedad y con eso tener un impacto no solo en lo sanitario sino también en lo social y en lo económico que tanto provocó y está provocando el covid-19. Entonces el objetivo es vacunar a la población que se priorizó, hacerlo de forma escalonada y progresiva de acuerdo a la disponibilidad que tengamos de vacunas.
Dentro de estos grupos tenemos al personal de salud, sobre todo en una primera etapa a los que están más en contacto por la exposición que sería los terapistas y las personas que están realizando los testeos y después seguir con el resto del personal de salud. Después los adultos de 70 años y las personas mayores que residen en hogares. Luego pasar a los adultos de entre 60 y 69 años. Como se está hablando de la apertura de las escuelas y el comienzo de la docencia presencial entonces también se vuelve prioritario el personal docente y no docente que trabaja en las escuelas primarias y secundarias. También están las fuerzas armadas de seguridad y personal del servicio penitenciario. Después los adultos de 18 a 59 años de manera de ir cumpliendo cada uno de estos hitos, pero va a depender de la disponibilidad de las vacunas.
Hasta ahora recibimos 820.000 dosis y se tuvo que armar toda la logística, hay mucho seguimiento de las vacunas en términos de seguridad. También se están haciendo estudios para ver la respuesta inmunológica en los argentinos, ya tenemos los datos que se publicaron pero siempre es necesario estudiar en la población para ver cómo funciona la vacuna acá.
7.El esfuerzo de la ciencia por dar respuesta a esta pandemia ha sido notable, ¿crees que ha sentado un precedente para futuras problemáticas? ¿Qué limitaciones persisten?
El rol de la ciencia creo que se vió que es clave. Ha tenido impacto en todos los desarrollos, de terapias, preventivos, en los test de diagnóstico, en ponerse a disposición para trabajar en lo que es los testeo, desarrollar tecnologías y metodologías diagnósticas. La ciencia de todas maneras tiene que leer para hacer modificaciones y entender claramente la necesidad de un trabajo en conjunto con otras partes de la comunidad, salir de los espacios estancos, trabajar mucho en la interdisciplina. Los problemas complejos como estos que estamos atravesando requieren de distintas miradas y es esa interacción la que nos puede acercar a una solución o a reducir lo más que se pueda los impactos negativos de situaciones tan críticas como la que vivimos. En países en desarrollo obviamente que esto es necesario y no solamente necesario sino que debe ser sostenido en el tiempo.
Necesitamos que estas políticas que se implementen sean políticas de estado, independientes de los gobiernos y que que quede asentado el trabajo colaborativo, interdisciplinario y confiar en las capacidades que tenemos para poder ir para adelante.
Fuente: IPID