Titiriteros en las salas de internación pediátrica de los hospitales públicos de la Provincia de Buenos Aires, dosis de creación artistica que ayudan a sobrellevar momentos de sufrimiento.
Titiribióticos es el nombre elegido por el grupo de titiriteros profesionales conducidos por el Maestro Omar Alvarez, seleccionados de un taller de investigación que trabajó durante 4 meses, con egresados de la Escuela de Titiriteros del Teatro General San Martín y de la Tecnicatura de Objetos y Tìteres de la Universidad Nacional de San Martín.
Es sabido que el artista posee una sensibilidad especial que lo acerca a lo esencial de las emociones humanas y que con su creatividad modifica la realidad y crea un mundo de ilusión y belleza. Todos los caminos que el artista decide transitar para plasmar su arte son igualmente válidos pero no dejan de llamar la atención aquellos que no solo brindan su arte sin esperar aplausos multitudinarios sino que además persiguen un beneficio para el receptor que excede la mera catarsis o la distracción y no por que éstas sean cosa menor sino porque llevar el arte a los enfermos y más cuando estos son niños supone, por lo menos, un despojamiento respecto de lo esperado, el aplauso, la carcajada, para hacer foco exclusivamente en el aspecto sanador del arte.
La alegría y la sonrisa de los niños siempre es bienvenida, si se recibe desde la cama de un hospital es casi un milagro, por eso es tan importante esta iniciativa del Instituto de la Comedia de la Provincia de Buenos Aires, junto a la Dirección Provincial de Hospitales del Ministerio de Salud y sus Jefaturas de Servicios Pediátricos que viene desarrollando este programa desde el 2010 presentándose en las localidades de San Martín, hospitales Eva Perón y Manuel Belgrano; en San Fernando, Hospital Cordero; y en 3 de Febrero, hospitales Bocalandro y Ramón Carrillo.
Preparar juego: Esta propuesta teatral ha sido ensayada en el Centro Cultural Espacios de Villa Ballester de la Compañía de Omar Alvarez. Buscando “los límites” y delimitando el espacio y el tiempo a su mínima expresión, intentando la máxima potencialidad de lo lúdico basado en 3 elementos fundamentales: las manos (y las sombras), el papel y el material hospitalario. De estos elementos surge el título del programa, ‘Lo máximo de lo mínimo’.
Buscando resignificar lo cotidiano desde el proceso de recuperación de la salud. Desde la situación actual buscando acompañar al paciente y al tratamiento médico con espíritu de transformación.
Goce estético: Afirma Omar Álvarez “Sugiero una instancia de juego posterior, entre los títeres y la infancia, producto de lo que cada trabajo incide en cada ser humano en su niñez y mientras atraviesa una situación de trauma”.
“El ideal es la enseñanza y uno de los elementos esenciales parte de romper el blanco del hospital, nuestro vestuario es un delantal de color y trabajamos con colores, transformando materiales como jeringas, tapas, frascos, y con ello buscamos en principio un goce estético, desde lo más simple y desde los elementos de su entorno.”
Camas: Ingresan 8 titiriteros a cada sala de internación del hospital, en lo posible uno a cada chico en cada cama, o dependiendo de la aceptación de cada chico puede realizarse una presentación de dos profesionales en un tiempo estimado de recreación de dos minutos a cada uno.
Fuente puesta en escena