- Les adolescentes no creen que se hayan tenido en cuenta sus necesidades y opiniones a la hora de responder a la crisis sanitaria, a pesar de que su generación está siendo especialmente afectada
- “Ha quedado claro que tenían muchas ganas de asociarse y colaborar con les adultos encargados de tomar decisiones»e
- El informe destaca que la clave para facilitar la participación de les jóvenes han sido las oportunidades presentadas por las organizaciones de participación juvenil impulsadas por un compromiso con los derechos de la infancia y adolescencia.
La crisis de la COVID-19 ha puesto en segundo plano a la juventud e infancia, los colectivos con menor tasa de mortalidad por el virus. Sin embargo, estos grupos sí que se ven afectados por esta situación excepcional de otras maneras y, por tanto, tienen mucho que aportar a la hora de salir de ella. ¿Cómo han vivido y están viviendo esta crisis los adolescentes? ¿Se han sentido escuchados a la hora de buscar una solución colectiva? ¿De qué forma se les ha representado en los medios?
En búsqueda de respuesta a esas preguntas, la publicación To lockdown and back: Young people’s lived experiences of the COVID-19 pandemic, informe inicial del proyecto Growing up Under Covid-19 de la Fundación Nuffield, revela el impacto de la primera ola del virus en jóvenes de 14 a 18 años de siete países desde su propia perspectiva. Además de explorar cómo les ha afectado la crisis a sus vidas cotidianas y sus prioridades y preocupaciones (entre las que destaca el ámbito educativo), el informe refleja su visión como individuos y como grupo dentro de la sociedad.
Revela además que los chicos y chicas, independientemente del país, se sienten dejados de lado por parte de sus gobiernos y autoridades a la hora de tomar medidas para paliar la crisis, y que creen que su generación ha sido representada negativamente en los medios de comunicación. Pero, además, la investigación muestra que tienen ganas de formar parte de la solución a la crisis y dan algunas recomendaciones a sus gobiernos para que su derecho a la participación sea una realidad.
La juventud en los medios a raíz de la pandemia: culpabilizada o ignorada
Algo que ha frustrado a muchos adolescentes ha sido la representación negativa a su generación en los medios de comunicación. “Un tema que surgió intensamente de la primera ola de investigación fue el sentimiento de desconexión sobre cómo se retrata a los jóvenes en la prensa y sus experiencias cotidianas durante la pandemia”, explica Laurie Day, uno de los investigadores del estudio, durante la webinar de su presentación el pasado 24 de febrero. “Los chicos y chicas sintieron la sensación de injusticia debido a una representación bastante limitada”, añade.
Esto se debe a dos cosas: por un lado, muchos chicos y chicas se han sentido excluidos de la narrativa: desde un primer momento, los medios de comunicación se centraron en cómo el virus estaba afectando a las personas más mayores, y también en problemas como la economía o el desempleo. De ese modo dejaban de lado los problemas de la población más joven, como el cierre de las escuelas o los problemas de salud mental. Por otro lado, los mismos medios se han encargado de repetir historias sobre juventud irresponsable, en ocasiones muy estereotipadas, y los jóvenes creen que esto es injusto: en su experiencia, han estado siguiendo las normas.
La gestión de la crisis vista desde la adolescencia
Los y las adolescentes tienen ideas diversas sobre cómo sus gobiernos nacionales o locales han gestionado esta situación de emergencia, pero según las conclusiones del informe, en líneas generales, todos creen que la respuesta global ha sido demasiado lenta y sin coordinación internacional, lo cual les ha hecho perder la confianza. En cuanto a las respuestas locales, se han mostrado preocupados por el impacto de las decisiones de los gobiernos en sus realidades cotidianas inmediatas, como la educación, los viajes o el bienestar social.
Sin embargo, a la hora de dar una respuesta conjunta a la crisis, los adolescentes se han sentido ignorados. Según el informe, han experimentado una sensación de injusticia generacional al no haberse tenido en cuenta sus necesidades y circunstancias para responder a la pandemia, a pesar de sentir que su generación está siendo muy afectada. Esto refleja una sensación de marginación como grupo generacional. La percepción de que se les niega la participación en las decisiones sobre las respuestas a la pandemia ha estado generalizado en todos los países.
“Todas las decisiones en este país se centran en los adultos. Los jóvenes siempre somos fantasmas, y eso es una pena. Durante esta crisis, podríamos haber sido fundamentales de muchas maneras”, opina para el informe un participante de Italia de 18 años. “Mi mayor preocupación con el gobierno libanés, que son solo personas mayores, es que ignoran por completo a los jóvenes, descartan nuestras opiniones… simplemente miran a los adolescentes como si tuviéramos medio cerebro. Yo tengo opiniones políticas, pero si las digo en voz alta, la gente me dice: tienes 14 años, ¿qué sabrás?”, señala una participante de Líbano.
Al tratar de hablar sobre sus experiencias y necesidades, algunos jóvenes opinaron que había oportunidades limitadas para hacerlo, pero incluso aquellos que habían sido más activos a través de foros juveniles han sentido que sus voces eran cada vez más marginadas. Los participantes creen que habrían hecho falta más consultas con diferentes grupos de edades diversas para comprender mejor sus necesidades y reflejarlas en la toma de decisiones.
Participación política y ciudadana en pandemia
“Los jóvenes han sido más o menos invisibles en los procesos de toma de decisiones sobre la pandemia”, confirma Laurie Day, participante en el informe. Sin embargo, “en todo el proyecto quedó claro que tenían muchas ganas de asociarse y colaborar con los adultos encargados de tomar decisiones, incluso cuando el paternalismo era evidente”. La alineación con las alas juveniles de los partidos políticos les ofreció a algunos la oportunidad de participar, y también ha habido quienes han intentado expresar sus preocupaciones e influir en la toma de decisiones por medio de acciones más directas, como el uso de redes sociales o enviando cartas al gobierno. Sin embargo, el informe destaca que la clave para facilitar la participación de los jóvenes han sido las oportunidades presentadas por las organizaciones de participación juvenil impulsadas por un compromiso con los derechos de la infancia y adolescencia.
“La participación bajo la pandemia ha sufrido”, reconoce Finlay Wyer, investigadora. “Si quieres escuchar las voces de la minoría tienes que acudir a los jóvenes, y en este caso eso significa adaptarse, adoptar herramientas como Zoom y otras plataformas para llegar a ellos y descubrir qué les funciona, especialmente en el caso del aprendizaje a distancia. En líneas generales, eso no ha sucedido”.
Recomendaciones de les adolescentes para su participación futura en la toma de decisiones
La participación infantil y adolescente es un derecho que debe ser garantizado y fomentado en cualquier circunstancia, incluyendo la actual crisis sanitaria: es una herramienta clave para que los niños y niñas puedan tener un rol activo y útil en su comunidad y ejercer como ciudadanos. Por ello en UNICEF España ofrecimos varias claves sobre cómo fomentar la participación en el contexto de la pandemia.
Los autores del informe del proyecto Growing up under covid-19 están de acuerdo: creen que, como derecho incluido en la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, todas las decisiones que afectan a los jóvenes deben tomarse con los propios jóvenes. Algo que no se ha hecho en el caso de la pandemia actual, añaden. Por ello, incluyen algunas recomendaciones para mejorar la participación y la representación política.
En todos los países, la primera y más común recomendación fue involucrar activamente a un grupo amplio de jóvenes en la toma de decisiones de los gobiernos. Para lograrlo creen que, en primer lugar, hacen falta más oportunidades para aprender cómo funciona la política y el proceso de toma de decisiones. La escuela tiene un papel crucial a la hora de enseñar a los estudiantes cómo funciona la política o debatir las decisiones gubernamentales y permitir que los jóvenes comprendan mejor lo que sucede a su alrededor y tomen decisiones informadas. El informe también reconoce la importancia de los consejos locales a la hora de dar a los jóvenes una mayor exposición a la política, involucrándolos en debates e iniciativas. Algunas vías para asegurar esta participación infantil y adolescente en todas las decisiones que les importan son las encuestas o consultas online.
Finalmente, los chicos y chicas piden un compromiso más activo con las organizaciones juveniles por parte del gobierno y otras autoridades públicas, y que estas consulten con las organizaciones juveniles ya establecidas sobre asuntos que les conciernen. Por ejemplo, podría haber más diálogo y cooperación entre autoridades y grupos universitarios, representantes de escuelas, organizaciones juveniles, etc. Son recomendaciones que los gobiernos deben interiorizar para lograr que el proceso de toma de decisiones cuente, a partir de ahora, con las voces de los más jóvenes.
Fuente: Unicef