SALUD MENTAL | MUCHAS DIFICULTADES Y BARRERAS PARA ACCEDER A LOS SERVICIOS DEL SISTEMA


Por Antonella Zuccarelo, IDEP Salud ATE Argentina

OCUPARSE DE LA SALUD MENTAL, ES UN PRIVILEGIO DE POCXS, no solo por los estigmas y tabúes que conlleva sino por los obstáculos que debe sortear una comunidad a la hora de acceder a la atención integral que requiere: consultas, información, contención, espacios saludables, tratamientos, medicación, alimentación, esparcimiento…

La reciente Investigación sobre barreras de acceso a los servicios de Salud Mental en Argentina, creada por el Observatorio Humanitario de Cruz Roja Argentina, analiza el cercamiento que encuentra la población adulta en nuestro país para acceder a los servicios de salud públicos/privados para prevención, diagnóstico, tratamiento y/o rehabilitación vinculado a la salud mental. Considerando las siguientes dimensiones:

  • Barreras personales: refieren al impedimento a reconocer las necesidades propias de buscar atención sanitaria.
  • Barreras económicas: refieren a los costos de la atención privada y a gastos extras y que no son tomados en cuenta en la atención pública o de las obras sociales. 
  • Barreras organizacionales: refieren a la dificultad y tiempos de espera a causa de sobredemanda o una utilización ineficiente de los recursos en los espacios de atención.
  • Barreras sociales y culturales: refieren a las disposiciones sociales para acceder a los servicios de salud y los factores culturales de personas o grupos que limitan el acceso a los mismos. Incluyen la representación social, estigmatización y discriminación.
  • Barreras profesionales: refieren a las limitaciones en el sistema de salud para encontrar equipos de trabajo y personal capacitado para realizar un trabajo interdisciplinario con profesionales del trabajo social, la psicología, la psiquiatría, personal médico con especialización clínica o de familia para la detección temprana y prevención de patologías. (Investigación sobre barreras de acceso a los servicios de Salud Mental en Argentina-Cruz Roja)

Con la intención de conocer un poco más de cerca el trabajo analizado para poder socializar su contenido, nos pusimos en contacto con María Eugenia Buceta Mompó, coordinadora Nacional de Salud Mental y Apoyo Psicosocial, y con Mailén Villanis, coordinadora de Gestión de la Información en el Observatorio Humanitario de Cruz Roja Argentina 

El Observatorio nace en el año 2020 y se dedica a hacer estudios basados en evidencia con la premisa de trabajar en la investigación para la acción con la intención de sostener y englobar las acciones humanitarias y el trabajo que hacen organizaciones como Cruz Roja Argentina. “Con evidencia y datos que nos permitan que nuestras intervenciones sean más eficientes y que respondan a las demandas de la población, escuchando justamente cuáles son sus preocupaciones, en el caso de Argentina,  es un observatorio humanitario que trabaja sobre las diferentes problemáticas que pueden tener las personas a lo largo de todo su proyecto de vida, desde que son infantes hasta los últimos años”. Relató Mailén Villanis.

En relación a las personas adultas mayores se empezó a abordar la temática de salud mental a través de un proyecto para cubrir algunas temáticas que no siempre son las más trabajadas vinculadas a las barreras de acceso. “Para el diseño de las herramientas metodológicas y para la toma de datos, lo que siempre se intenta, es tener representatividad en todo el país, a lo largo y a lo ancho de las distintas provincias. En el caso de esta investigación, participaron muchos estudiantes de psicología, trabajo social, enfermería, se hicieron capacitaciones, sensibilizaciones y luego se salió a terreno a relevar los datos en todo el país” detalló.

En conexión con el trabajo de análisis observado,  María Eugenia Buceta Mompó nos explicó que es importante porque se desarrolla en Argentina, pero que además puede extenderse con los resultados generales a países que estén en una situación similar, dado que frecuentemente este tipo de estudios responden a características socioeconómicas, demográficas en países que tienen un nivel más alto de ingresos.

 

Aunque en nuestro país ciertas prácticas relacionadas con la salud mental como el deporte, la meditación, las manualidades, las prácticas artísticas, el psicoanálisis, etc, están más naturalizadas, muchas otras siguen siendo tema tabú y a menudo, por miedo, vergüenza o falta de información, las personas no acuden a profesionales especialistas. En ocasiones incluso pueden hacer uso de redes sociales en una búsqueda por saber qué puede llegar a ser lo que sienten o les pasa y si las sensaciones persisten y esa búsqueda inicial no continúa con un pedido de ayuda o una consulta profesional, puede ocasionar que el problema se torne más difícil. 

¿Cuál sería una estrategia para sacar tabúes en la comunicación dentro de la sociedad?

 “Es importante de acuerdo a los resultados arrojados de la encuesta, no yendo en particular a las barreras personales sino teniendo en cuenta los prejuicios, la importancia de la sensibilización en general en todos los ámbitos tanto privado como público. Se hace también una lectura sobre cuáles son los temas que más buscan las personas en las redes sociales hay un interés genuino por parte de ellas pero que no siempre llegan a tener una respuesta quizás más adecuada o que sea dada por un profesional en la salud mental. Este tipo de desinformación también colabora a no recibir un tratamiento adecuado”

El acceso real a los tratamientos, desde que se toma la decisión hasta que se concreta, es una gran dificultad debido a las barreras económicas mencionadas anteriormente, como da cuenta la investigación.

 “Si hoy va a pedir ayuda y le dan ayuda dentro de dos meses, muy probablemente la situación cambió porque se solucionó o porque se agravó. Si finalmente decidí pedir ayuda, si finalmente tomo la decisión de invertir mi tiempo, de invertir mi dinero, dedicar mi energía a estar mejor y finalmente no hay una respuesta, muchas veces esas personas terminan dejando de lado estas cuestiones y luego se le agrega y van de la mano con las barreras sociales y culturales”.

 

Eugenia hace hincapié en la importancia de abordar las temáticas y capacitaciones desde el sistema educativo, desde las bases; por ejemplo hablar sobre la inteligencia emocional, sobre una resolución de conflictos, cómo acompañar a una persona que está atravesando una situación de duelo “son temáticas que muchas veces no se tienen en cuenta como algo fundamental, pero que realmente el poder abordar estas cuestiones con información que sea además de basada en la evidencia, que sea abordada por profesionales de la salud mental habilita a que puedan hacer un acompañamiento más específico y después también poder hacer una derivación”.

Y agrega “la psicoeducación, la sensibilización y poder contar con mayor recursos para poder trabajar, en el ámbito educativo desde la prevención y acompañamiento a los cuidadores, a docentes y que muchas veces se ven sobrepasados. Pensar que la salud mental es una cuestión que solamente le corresponde a profesionales no es completo sino que tiene que ser trabajada desde todos los ámbitos.

Vinculado a los recursos y fondos para la posibilidad de continuar con investigación y proyectos a nivel nacional que sumen a la comunidad. “Hay ONGs, organizaciones privadas, públicas, colegios de psicología y psiquiatría, que trabajan con estas temáticas, pero que muchas veces no tienen el impacto que podrían llegar a tener si es que contarán con más recursos, por ejemplo, en lo que es Cruz Roja se trabaja a través de reels informativos o de post y como plus también la investigación científica para ver qué se puede hacer al respecto, empezar a hablar sobre estos temas es un elemento muy importante.” 

De este modo se puede observar que hubo un antes y un después de la pandemia por Covid-19 en relación a la socialización, valoración y preocupación desde todos los ámbitos incluso también desde los gobiernos con respecto a la salud mental. A pesar que aún sigue siendo una de las esferas mas desatendidas, por cuestiones que tal vez tienen que ver con lo tangible, con los resultados en la inmediatez, o que se puedan mostrar…

 

“La salud mental la tomamos como un derecho universal, donde todas las personas tienen que poder acceder sin tener que depender del contexto y el cómo, sino para todas y para todos” . Eugenia Buceta Mompó

 

Es importante tener en cuenta, distribuir, hablar y hablar sobre estas problemáticas. Es primordial socializar y difundir todo tipo de acción, actividades e investigaciones al territorio, para que no quede en un circuito chico de entendidxs

Abrir el camino, expandir el conocimiento, educar. Para llegar a un mayor número de habitantes de la población, tanto nacional como internacional. Pelear y exigir mayores recursos, mayores fondos y aportes de todos los ámbitos, para ayudar a todas las organizaciones, áreas y asociaciones del país, que realizan actividades, capacitaciones, talleres y asistencia a personas que necesitan atención vinculada a la salud mental pero es necesario que se haga desde la integralidad, desde la horizontalidad.

Naturalizar, hablar, poner en relieve de forma tangible datos e información, en este caso, con dicha Encuesta, los números dan visibilidad a esas situaciones que son invisibilizadas. Porque si bien la salud mental es individual y es colectiva, esa parte de la salud mental que es muy de adentro de cada persona y que es difícil verla o proyectarla en logros rápidos, pueden ser acciones y herramientas a largo plazo.

Hubo un antes y un después de la pandemia por el covid-19 en relación a considerar, asistir, visibilizar y buscar estrategias para mejorar la atención, la percepción y la batalla contra la salud mental. Aún queda mucho camino por recorrer.

Ejercer la atención a la salud mental desde una mirada integral y no solo como una afección médica o científica o algo a tratar; sino poder observar los malestares, los contextos sociales y económicos que afectan o ponen en riesgo a las personas y a las comunidades.

Cómo así también, hacer hincapié en que la Salud Mental es una pata fundamental para mantener y exigir la universalidad del derecho humano, que es el acceso a la salud, y cómo la Organización Mundial de la Salud subraya, la urgencia de transformar los espacios, los vínculos y los fondos de todos los países para garantizar este acceso.

Resumen de la investigación -encuesta nacional-

Es un estudio descriptivo, transversal y cuantitativo. Para la recolección de información fueron desarrolladas dos herramientas metodológicas: un cuestionario dirigido a población adulta de entre 18 y 70 años que reside en Argentina y un cuestionario dirigido a profesionales de salud que desarrollan sus tareas en el marco del ámbito público y/o privado del sistema de salud del país. 

Además, de la información obtenida mediante las encuestas se completó con el monitoreo de redes sociales con perfiles públicos -Twitter, Instagram, noticias, Facebook, videos, blog, forum- a través de herramientas de análisis de Big Data.

El Informe muestra que existen diversas barreras que dificultan el acceso a los servicios de salud mental en Argentina. Estas barreras incluyen limitaciones económicas, dificultades para conseguir citas y turnos, barreras personales como la falta de conciencia y la falta de confianza en la ayuda profesional, y barreras sociales como el estigma y el miedo al tratamiento. Abordar estas barreras de manera integral y diversificada es fundamental para garantizar un acceso equitativo y efectivo a los servicios de salud mental [6].

Además, se menciona que muchas personas no buscan ayuda profesional debido a barreras personales. Algunas de estas barreras incluyen la creencia de que no es necesario buscar ayuda, la falta de confianza en que puedan ser ayudadas o la falta de conocimiento sobre dónde encontrar servicios de salud mental [4]. Estas barreras reflejan la necesidad de promover la conciencia y la educación sobre la importancia de la salud mental y la disponibilidad de servicios.

En cuanto a las barreras sociales, se destaca que algunas personas buscan ayuda en familiares o amigos en lugar de acudir a profesionales de salud mental [4]. Esto puede deberse a la falta de información sobre los beneficios de la atención profesional y al estigma asociado a los trastornos mentales. El miedo al juicio social y la preocupación por el estigma también pueden ser barreras significativas para buscar ayuda profesional.

El informe destaca que las barreras organizacionales son un obstáculo importante para el acceso a los servicios de salud mental. Entre las principales barreras identificadas se encuentran la dificultad para conseguir citas y la demora en obtener turnos [4]. Esto puede deberse a la falta de recursos y personal en los servicios de salud mental, lo que limita la disponibilidad de citas y la capacidad de respuesta a la demanda de atención.

Datos obtenidos de la Investigación sobre barreras de acceso a los servicios de Salud Mental en Argentina. Buenos Aires: Observatorio Humanitario de Cruz Roja Argentina.

Información importante

Atención Nacional: Si vos o alguien que conocés está atravesando algún problema de salud mental, no dudes en comunicarte: 0800 999 0091, las 24 horas del día los 365 días del año.

Atención Provincial: Quienes requieran asistencia o acompañamiento en salud mental, pueden comunicarse al 0800-222-5462, acercarse a un hospital público de la red provincial, o a uno Centros Provinciales de Atención de la Salud Mental y Adicciones (CPA).

Atención Municipal:

Asociación pro Ayuda Discapacitado Mental 425-2353

Secretaría Prevención y Asistencia Adicciones 08002225462

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