Conversatorios para la Reconstrucción del Sistema de Salud Argentino Resumen 2.021


Aportes para la discusión de un Sistema Integrado de Salud en la Argentina. 

Como introducción presentamos las exposiciones de Nicolás Kreplak, Ministro de Salud de la Provincia de Buenos Aires, Hugo Cachorro Godoy, Secretario General de ATE Argentina y Daniel Godoy, Director de IDEP Salud e integrante de la Coordinación Nacional de Salud de ATE, en el cierre de año de los Conversatorios para Volver a Carrillo.

Acceder al Documento que resume los aportes de lxs participantes en los ocho conversatorios realizados durante 2.021: Descargar documento en PDF: Campaña Nacional Volver a Carrillo Conversatorios final

Acceso a la página de la Campaña Nacional Volver a Carrillo por la Reconstrucción del Sistema de Salud. En el botón Presentaciones se puede acceder a los audios y videos de las grabaciones de cada uno de conversatorios: https://idepsalud.org/campana-nacional-volver-a-carrillo/

ATE Argentina integra el colectivo social que impulsa el debate y la conformación de amplios consensos ante la imprescindible refundación del sistema sanitario. En este contexto, la Campaña Nacional Volver a Carrillo por la reconstrucción del sistema de salud es un cúmulo de aportes para discutir y evidenciar la fragmentación, la precarización laboral, la falta de acceso y la mercantilización que arrasa la salud en nuestra región y en el mundo.

En ese sentido, los Conversatorios organizados por la Coordinación Nacional de Salud de ATE constituyeron hechos políticos para fortalecer y reimpulsar la lucha que iniciaron figuras icónicas del sanitarismo en nuestro país como Carrillo, Alvarado, Ferrara u Oñativia. Estos encuentros no solo fueron concebidos para informar, discutir y profundizar el debate, también para impulsar los necesarios consensos que se requieren para hacer realidad el derecho a la salud.

Las amplias convocatorias a organizaciones de trabajadorxs de la salud, partidos políticos, intelectuales sanitarios, luchadorxs sociales, representaciones de género, de etnias, ambientalistas, nutrieron con sus aportes el camino hacia la Refundación del Sistema Sanitario Argentino en clave pluri cultural, de Salud Colectiva y de Derecho humano. Se trata de un proceso de acumulación de fuerzas, de acumulación de voluntades y de esclarecimiento público que no se debe limitar solamente a los actores del sanitarismo, sino que también tiene que ser extendido a toda la comunidad.

Acto de Cierre de año de los Conversatorios Campaña Nacional Volver a Carrillo por la Reconstrucción del Sistema de Salud

Exposición de Nicolás Kreplak, Ministro de Salud de la Provincia de Buenos Aires:  “La fragmentación del sistema de salud es un problema cultural y político muy grande”

Muchas gracias por la organización de este encuentro, es muy importante generar espacios de discusión, un espacio más que nos costó reconstruir. Nos tenemos que sentar a pensar muy bien de qué manera vamos a construir el poder para hacer la reconstrucción que estamos llevando adelante.

A mí se me ocurren múltiples puntas pero si la fragmentación del sistema de salud es lo más importante que tenemos que encarar, no caigamos en el tecnicismo de pensar que la fragmentación es un problema administrativo o un problema de recursos o un problema de financiamiento, es un problema cultural y político muy grande, es un problema de organización del poder muy fuerte.

 Por lo tanto, está muy bien que cada uno tenga su mirada de pertenencia, de procedencia o su perspectiva, pero la idea de que tenemos que hacer un sistema integrado de salud nos llama inmediatamente a la reflexión de que la perspectiva desde la cual cada uno de nosotros analiza las cosas, es una perspectiva y no puede pretenderse hegemónica, porque si se pretende hegemónica atenta en su propia esencia con la idea de integración.

 Digo esto porque es muy importante que vayamos haciendo medidas en el proceso de integración -no hay ninguna duda de que esto no se va a resolver de un día para el otro-. El proceso de integración tiene que ir teniendo algunos hitos, algunos avances, que al pueblo le resulten beneficiosos porque si no va a ser imposible que construyamos poder. No se va a construir poder sectorialmente, esto es muy importante para mí: ni con las organizaciones sociales en los territorios, ni con los sindicatos, ni con el Estado, ni con las corporaciones, ni con las universidades, es con todos, pero sobre todo con el pueblo, que tiene que ir empoderándose y asumir esta lucha como una lucha propia.

 Una transformación real, dinámica y movimientista

Es muy complejo lo que tenemos que conseguir que suceda: hay muchos actores que no tienen los mismos ideales, los mismos propósitos, pero que también tienen que estar adentro en ese proceso de integración del sistema de salud. Quizás uno podría tener un deseo de que la cosa fuera de otra manera pero ya estamos grandes y no nos podemos permitir que un deseo nos arruine la posibilidad de hacer una transformación real que, además, sea dinámica y movimientista.

 Uno mueve un poco, avanza, consigue logros, los defiende, pero enseguida le parece poco y tenemos que construir el piso de la transformación de esa manera. Y que ningún dirigente político se case con lo que consiguió, no vaya a ser cosa que después ese dirigente se convierta en un obstáculo para seguir avanzando en la construcción de derechos del pueblo. Y esto me parece que lo tenemos que tener todos muy claro.

 Y si a alguno de nosotros nos toca, en alguna de estas etapas, ser quien motoriza alguna de las partes de la transformación, tenemos que ser lo suficientemente dinámicos para poder seguir incorporando nuevos derechos, nuevos avances, nuevas construcciones, nuevos beneficios y bienestar para nuestro pueblo o nos tenemos que correr. Y como movimiento tenemos que entender fuertemente que tenemos que hacerlo también con un control entre nosotros sobre como construimos liderazgos o hegemonías para poder llevarlo adelante.

 Hagamos un esfuerzo muy grande para que los compañeros que están llevando alguna cosa adelante, lo puedan hacer, ayudemos a los compañeros y a las compañeras a que puedan lograr cosas en estos dos años que nos quedan y que van a ser claves para que el pueblo se empodere con la idea de que la salud es uno de los derechos que tenemos que llevar adelante. Que sea puesto también en discusión en la próxima elección y que sea también una de las cosas que nuestro pueblo tiene que conquistar y que el Gobierno tiene que defender, para que también sea plataforma en las próximas elecciones y sea cada vez más fuerte la transformación.

 Entiendo en esto que hay compañeros y compañeras, no solo los que estamos en la responsabilidad del Estado y que quizás tenemos capacidad de transformación y una responsabilidad muy grande, también tenemos a los compañeros que les toca el Poder Legislativo, que van a tener una responsabilidad de construcción política muy grande y a quienes hay que acompañar y ayudar mucho para que consigan todos los avances que necesitamos.

 Voy a aprovechar que en este encuentro hay muchos sectores distintos participando y nos permite que esto se ramifique más, porque lo que nosotros queremos es construir un sistema integrado de salud que lleve todas las necesidades de todos aquellos que entienden que el sistema de salud tiene que transformarse.

 Debemos integrar a todos los actores de poder real y existente e incluir a las organizaciones sociales

Pero si uno dice desde la metrópoli, desde acá, desde la Capital o el Conurbano bonaerense, que hay que hacer determinadas cosas para un sistema integrado de salud, uno que está parado en Neuquén te dice: no, no es eso lo que hay que hacer. Y no es porque esté mal lo que se dice acá, es porque tiene que ser territorial, tiene que tener base en las necesidades reales del pueblo. Entonces, no hay una sola receta para resolver los problemas y los problemas son muchos, múltiples, complejos, tienen muchas perspectivas, entonces necesitan respuestas con muchas perspectivas. Pero eso no nos impide que podamos discutir.

 Yo creo que tenemos que pensar, discutir y producir los documentos sobre qué es lo que pensamos cada uno de nosotros que tiene que ocurrir, ahí sí cada uno desde su perspectiva, si milita en un territorio seguramente aportará esa perspectiva. Yo creo que cuando hablamos de un sistema integrado de salud debemos integrar a los actores de poder del sistema de salud, en ámbitos, en múltiples ámbitos donde podamos sentarnos a discutir con los que nos caen bien y con los otros. Ámbitos donde se tomen decisiones, que sirvan para algo, construir diálogo con los actores de poder real, existentes, e incluir a los actores de poder que habitualmente el status quo, el establishment, no ha reconocido como actores reales y existentes de poder. Por ejemplo, las organizaciones sociales, la mayoría, no han sido invitadas a la discusión de la mesa de salud pero cuando nos tuvimos que poner a laburar para que la pandemia no nos reviente, sí nos sentamos con las organizaciones sociales a laburar, es decir que sí eran importantes, pero no se sientan en la discusión con los sectores que manejan los recursos. Entonces, los ámbitos tendrán que tener todas las características, las aristas, las puntas y las posibilidades como para que puedan todos los actores del sistema estar participando en los distintos ámbitos.

Integrar la información sanitaria es una deuda que podemos resolver

Yo creo que podemos empezar a discutir por cosas que sean posibles, cosas que puedan pasar, cosas que funcionen y quizás tengamos poca resistencia -o en las que tendremos mucha resistencia pero podremos vencerla porque ya en la pandemia lo hemos logrado-, y me parece que un punto rápido para poder a empezar a integrar las cosas es la información sanitaria.

La integración de la información sanitaria hoy casi es una deuda bastante fácil de resolver: se necesita plata y decisión política, una ley probablemente que lo haga, pero nos va a dar información tremendamente importante para todas las demás cosas que vienen después.

La forma en que nosotros venimos trabajando con información en salud, alrededor al menos de la pandemia donde hemos logrado una fuerte integración de la información en la Provincia de Buenos Aires, nos ha permitido tomar decisiones muy potentes en todas las aristas del sistema de salud: información epidemiológica, información de servicios de salud.

 Distribuir el poder dentro del equipo de salud e integrar la fuerza laboral

 Tenemos que trabajar en la integración de la fuerza laboral: ¿Quiénes son los que trabajan en salud, qué hacen, qué es el equipo de salud, quiénes trabajan, cuáles son las posibilidades, cuáles son los roles, cuáles son las características? Yo creo que si esto lo hacemos bien, los médicos vamos a darnos cuenta que necesitamos que otros actores del equipo de salud asuman responsabilidades, que no es una discusión médicos contra los equipos de salud sino que los médicos –y creo que hay que invitar a todas las corporaciones de médicos a sentarnos a discutir sobre esto-, porque hay muchas cosas que no podemos hacer los médicos y necesitamos que las hagan otros actores del equipo de salud, lo cual es distribuir el poder dentro del equipo de salud y es indispensable también para recuperar la imagen del médico en su capacidad de trabajo.

 También tenemos que tener información unificada: ¿quiénes son los médicos en la Argentina, quiénes son los psicólogos, cuántos son, dónde están, dónde viven? No tenemos ni registros unificados. Tenemos que trabajar en generar registros unificados y si después podemos avanzar después de eso, con unificar carreras, condiciones laborales, bueno, trabajemos en eso porque hoy es uno de los problemas principales. Mario Rovere dice que el multiempleo, la precarización laboral, es la madre del problema, porque los trabajadores no se identifican con el sector público o con la seguridad social, o donde laburen.

 Incorporar la idea de cuidado al concepto de atención

Tenemos que seguir trabajando muy bien en la idea del cuidado. Yo creo que es una batalla que se está ganando: la incorporación del concepto de cuidado al concepto de atención. Se avanzó fuertemente, quizás acompañado por el movimiento feminista. Cuando hablamos de cuidado no solamente decimos que los médicos no vamos a ser los únicos que vamos a hacer las cosas, que vamos a reconocer los roles de otros, sino incluso en transformar el rol del médico que no solo atienda sino que también pueda cuidar, cosa que nosotros (los médicos) habitualmente no sabemos hacer, excepto cuando nos dedicamos a los cuidados paliativos porque ahí hay una medicación para poner. Los médicos si no ponemos medicación nos sentimos raros. Eso lo tenemos que recomponer pero la idea de cuidado viene avanzando bien.

 En la provincia de Buenos Aires venimos trabajando en una reforma en la cual queremos que todos los hospitales provinciales sean de cuidados progresivos. Y la idea es que de acá al 2.023 lo tengamos así organizado porque esto nos permite trabajar mucho mejor en redes (organizar redes entre distintos servicios de salud) pero además una continuidad de cuidados entre el territorio y las terapias intensivas para que los diferentes niveles de complejidad trabajen en ida y vuelta. También en los servicios de recuperación para que nuestra ciudadanía, nuestro pueblo, pueda transitar más fácilmente por el sistema de salud. Tenemos que tratar de orientar los servicios de salud para solucionar los padecimientos de nuestro pueblo y no hacia el problema que tenemos habitualmente en los hospitales, cuando están organizados por pabellones, que son las disciplinas y los conocimientos de los trabajadores de salud.

 Tenemos que erradicar la violencia de los servicios de salud

Entre todas estas cuestiones de las transformaciones de redes con la idea de la atención primaria de la salud, de continuidad de cuidados y cuidados progresivos, uno de los conceptos que tenemos que poner en palabras y decirlo muy seguido, es que tenemos que erradicar la violencia de los servicios de salud. Porque si no logramos erradicar la violencia de los servicios de salud nunca vamos a lograr el acompañamiento que el pueblo tiene que darnos para hacer las transformaciones necesarias. Y no podemos seguir pensando que es un problema causado por las condiciones laborales o por alguno de todos los problemas que nosotros tenemos y que no los vamos a negar, pero no son ninguna razón para que nosotros sigamos teniendo violencia en los servicios de salud, que sabemos que existe y existe casi todo el tiempo. Y uno diría: casi es inherente a la asimetría entre la persona enferma y el equipo de salud, que ya hay una situación violenta aunque quien la atienda lo haga con el mayor amor del mundo. Si nos podemos dar cuenta de esto empecemos a trabajar muy fuertemente.

 Y esto hay que decirlo porque los mismos compañeros y compañeras que por ahí tienen muchas ganas de transformar el sistema de salud pueden reproducir o reproducen frecuentemente la violencia, entonces nunca vamos a tener el principal aliado que necesitamos si no dejamos de hacer eso. En este camino estamos cerrando los manicomios en la provincia de Buenos Aires, como para poner el emblema de lo que es la violencia institucional en salud estamos cerrando los manicomios en la provincia de Buenos Aires.

 Producción pública de medicamentos: aplicar investigación nuestra, argentina, al sector público

Los medicamentos son un tema central e importantísimo y, por supuesto, también la producción pública de medicamentos. Estamos por presentar una ley, que esperamos poder aprobar ahora, para poder tener una reforma del Laboratorio Público de Medicamentos de la Provincia que nos permite una inversión muy grande. Esto nos va a permitir no solo hacer lo abandonado, lo huérfano, sino también aplicar investigación nuestra, argentina, al sector público, que también se podrá asociar con otros sectores para desarrollar mejores cosas. Yo creo que tenemos que tener más ciencia e investigación en el sistema de salud y que el Estado esté coordinando. Nosotros queremos que sea una política pública en la provincia de Buenos Aires para que investiguemos tanto lo que tiene esponsoreo con la industria multinacional como lo que no lo tiene, incluso el programa que hicimos en la Provincia nos permite que lo que se recauda de lo financiado por las multinacionales quede en un fondo que nos permita financiar investigación que no tiene esponsoreo.

 Que la seguridad social, el IOMA, el Ministerio de Salud y, si podemos, el PAMI, piensen juntos cómo se compran los medicamentos

Hay una cosa muy vieja que hicimos cuando estuvimos en nación y que funcionó muy bien, que son las compras conjuntas, nosotros lo hicimos a escala sudamericana con el Mercosur y logramos cosas maravillosas. Quizás nos cuesta mucho más pensarlo hacia adentro, es difícil, pero tenemos que lograr que en la Provincia la seguridad social, el IOMA, el Ministerio de Salud y, si podemos, el PAMI, piensen juntos cómo se compran los medicamentos.

 Tenemos que trabajar en ese sentido: con la ciencia, con la investigación, con el desarrollo de lo propio y con las compras conjuntas en un diálogo muy serio con la industria farmacéutica nacional sobre qué se va a hacer, cómo se va a hacer, cuáles son los precios y qué vamos a planificar. Creo que tenemos que tener una discusión mucho más grande y larga, que no es solamente congelar los precios. Nosotros podemos congelar el precio final, pero tenemos que sentarnos a discutir qué se va a usar, cómo se va a usar, cuando se va a usar. Y cuando discutimos esto con la industria farmacéutica nacional, pero sobre todo internacional que viene con esos medicamentos que salen dos millones de dólares, yo se lo vengo diciendo a ellos –hay que ver cuánto funciona pero se los vengo diciendo-: los medicamentos que estamos usando muchas veces no sirven para nada. Y quizás no sirven para nada porque se indican motivados por razones espurias y no por la verdadera razón por la cual tendrían que darle ese medicamento de alto costo a una persona a la que quizás efectivamente sí le salva la vida, pero por ahí son cinco las personas que lo necesitan en la Argentina y no cien personas las que tienen que recibirla. Y la reciben cien, por otras razones, y quizás la eficacia de esa medicación es nula.

 Entonces tenemos que ir en algo de corresponsabilidad: ¿sirve o no sirve? ¿Para quién sirve? ¿Está mal indicado? ¿Entonces de quién es la responsabilidad? Porque si no sirve te voy a pagar menos. Tenemos que sentarnos a discutir todas estas cosas porque yo no quiero que nos quedemos sin innovación científica a nivel mundial, que no llegue a la Argentina, porque si hay una medicación que salva una vida, es un derecho. Y si no lo hay tenemos que poder despejarlo, y si es mentira de marketing tenemos que poder despejarlo. La integración de la información juega sobre eso. Porque hoy no sabemos quién se enferma, quién lo atiende, dónde está, para quién trabaja, cuál es su historia clínica.

 Trabajar con las grandes universidades tradicionales e incorporar las miradas de las universidades nuevas

Hay un trabajo muy importante en las universidades que tenemos que darnos. Me importa mucho que trabajemos con las grandes universidades, las tradicionales, la UBA, la de Rosario, la de La Plata, la de Tucumán, y me parece muy importante que incorporemos las miradas de las universidades nuevas que tienen otra historia, otra trayectoria y que, además, miran sus procesos desde otra historia, al promover carreras que tienen un desarrollo distinto.

 Por ejemplo, las carreras de medicina que se abrieron en los últimos quince o veinte años, que se pusieron en territorios donde antes no había, casi todas se hicieron con una currícula innovada bajo influencia absoluta de Mario Rovere, porque me parece que tienen algo que aportar en la discusión. Como nosotros hicimos en Nación cuando en el COFESA participaban los decanos de las facultades de medicina de las universidades públicas. Yo creo que si se institucionaliza esta discusión de las políticas públicas con los que forman, empecemos a ver si logramos mover algo en este lugar tan complejo que son las universidades.

 Retomamos la patria es el otro y lo pusimos en salud

Yo pienso que un momento clave va a ser el 1° de marzo que viene cuando empiece una carrera muy grande hacia el 2.023 y tenemos algo fuerte que jugar. El sector de la salud no solamente viene a salvar las papas cuando explotan las cosas, que también parte de un trabajo comunicacional muy fuerte que hemos hecho porque hemos hablado mucho este tiempo y me parece que también tenemos para aportar una cosmovisión distinta y yo no quiero renunciar a esta discusión porque sino los que hablan hacia donde queremos apuntar o cuál es el modelo ciudadano a seguir, en general son los ricos, famosos, poderosos, entonces el ejemplo a seguir terminan siendo las cosas que el capitalismo ya nos viene dando: el exitoso es aquel que tiene mucha guita y la muestra. Y yo creo que nosotros hemos logrado una discusión en este proceso en el que hay que agradecerle al Presidente, a Axel, que lo han dicho mucho y quizás lo pusieron en el sentido común de todos, la salud es lo primero, hay que fortalecer la solidaridad, que no nos salvamos solos.

 Nosotros nos acostumbramos pero hace muy poco tiempo la visión era otra, completamente otra. Lo que venimos haciendo es retomar la patria es el otro pero lo pusimos en salud. Por eso creo que en el tiempo que nos quedará a partir desde el 1° de marzo hasta las próximas elecciones tenemos que intentar disputar el sentido común y hasta donde queremos ir como pueblo. Salud también tiene algo para decir, porque cuando nosotros hablamos de reforma del sistema de salud, cuando Cristina habla de la reforma del sistema de salud, las tapas de los diarios dicen: -Se quieren quedar con las cajas de las obras sociales. Y nosotros no nos metimos en ningún momento en esa discusión. Primero, porque es mentira porque no hay ninguna caja, pero además de que no hay ninguna caja, la discusión es la discusión que ellos tendrían sobre la salud. ¿De qué discutirían los grandes medios de comunicación si tuvieran que discutir sobre salud? Sobre la caja. Si hubiera caja la buscarían a ver si la encuentran para ver si pueden discutir sobre eso.

 Queremos discutir sobre el derecho del pueblo a vivir mejor

Y nosotros no queremos discutir sobre eso, queremos discutir sobre el derecho del pueblo a vivir mejor y me parece que esto lo tenemos que poner en discusión popular. Y con esta discusión me parece que también podemos interpelar a las corporaciones del campo de la salud que solamente hablan del financiamiento y la guita del sector salud. Pero al mismo tiempo están desesperados, al menos me pasa a mí cuando hablo con ellos, por encontrar un sentido mucho más profundo a sus vidas, a sus pertenencias, a sus organizaciones, y que en la pandemia muchos de ellos, mismos actores de las corporaciones centrales, tradicionales, que fueron convocados a opinar en los medios de comunicación o en distintos lugares, lo han hecho desde una perspectiva mucho más linda que solamente hablar del poder que tenían como profesionales, porque en el fondo lo que necesitaban es lo que muchos de nosotros queremos hacer como laburantes: que nuestro laburo sirva para algo, que sirva para nuestros compañeros de trabajo, para nuestro pueblo, para nuestra comunidad. Así que me parece que este tiempo por delante nos ofrece un desafío político que tiene un marco temporal más o menos acotado, entonces nos permite tomar decisiones mucho más estratégicas, mucho más tácticas.

 Mi propuesta es que salgamos todos a buscar las tácticas necesarias y que construyamos los ámbitos para que esas tácticas no sean contrapuestas, que no compitan contra los demás y creo que tenemos que decirlo seriamente: guarda con que nosotros nos canibalicemos entre nosotros, que pensemos que algún compañero está avanzando un poquitito y le vayamos a comer el crecimiento. Si hacemos eso, nos quedamos a mitad de camino y es fácil quedarnos a mitad de camino. Así que todos nosotros tenemos que servir para controlar que nadie se transforme en un contrarrevolucionario, como dice el Turco Rachid, que tire tiros para acá. Si tira tiros para allá, vamos, si tira tiros para acá no nos conviene. Muchas gracias a todos y todas.

  

Exposición de Hugo “Cachorro” Godoy, Secretario General de ATE, cierre de año conversatorios:

“Construir este movimiento sanitario por un sistema de salud integrado es estratégico para transformar la realidad de nuestro país”

Muchas gracias a todas y todos, especialmente a los compañeros y compañeras que organizaron este encuentro, a Nicolás por su presencia y también la presencia de quienes representan a tantas organizaciones hermanas. Para nosotros es fundamental fortalecer el camino de la unidad del movimiento popular y entendemos que construir este movimiento sanitario por un sistema nacional de salud integrado, es una línea estratégica para pensar una forma de intervenir política que transforme la realidad de nuestro país.

 Yo quisiera expresar dos cuestiones: en primer lugar el rol que tiene el Estado y que tienen quienes gobiernan, que tienen la responsabilidad de cumplir funciones tanto a nivel nacional como provincial. La pandemia, dentro de las angustias que generó, también nos permitió poner de pie, desde las peores condiciones, no solamente el Ministerio de Salud sino una política rectora a nivel nacional en el orden de la salud. Y eso hay que mantenerlo y profundizarlo.

 Si uno mira lo que hace Rodríguez Larreta, que dice: terminó la emergencia, hay que echar trabajadores que trabajaron en la prevención y volver a un sistema que garantice no generar déficit en el gasto de salud. Nosotros como políticas de gobierno tenemos que hacer exactamente lo contrario, para nosotros la emergencia continúa en tanto y en cuanto continúa la pandemia pero además continúa el hambre, que es uno de problemas centrales generadores de enfermedad. 

 Y en ese sentido, la integración de las políticas desde el Estado es fundamental. Desde las organizaciones populares nuestra tarea es fortalecer la integración, la articulación, lo multisectorial y creo, que como bien decían algunos de los oradores, en el COFESA (Consejo Federal de Salud) tienen que participar los trabajadores y las trabajadoras de salud. Y también es importante que se constituyan ámbitos permanentes de articulación social. Lo hicimos al principio de la pandemia con los consejos de emergencia y es importante que se formen consejos estables de funcionamiento convocados por el gobierno en el ámbito de la salud para discutir desde una perspectiva más integral.

 O sea, fortalecer la intervención del Estado, fortalecer las organizaciones populares y fortalecer ámbitos y medidas concretas de articulación para llevar adelante una potenciación de la capacidad de unidad del movimiento popular, sino la unidad queda en declamación y nosotros necesitamos traducirla en actos.

 Como este acto, este encuentro, que es maravilloso para terminar un año muy intenso de trabajo en esta área pero al mismo tiempo para abrir el debate y fortalecer nuevas líneas de participación política de nuestro pueblo en la construcción de un sistema nacional integrado de salud y de un movimiento por ese objetivo.

 Muchas gracias a todas y a todos, un abrazo fraterno, y sigamos trabajando juntos, como estuvimos en la calle, sigamos estando aquí y en todos los ámbitos donde podamos producir conocimiento, propuestas y acciones transformadoras. Gracias.

Exposición de Daniel Godoy, director IDEP Salud e integrante de la Coordinación Nacional de Salud ATE Argentina.

“Tenemos que poner en marcha el movimiento sanitario argentino y decirle basta al neoliberalismo”

 Debemos reflexionar sobre una estrategia política en función de una contrarreforma para salir de los resabios del desmantelamiento y desguace brutal que hizo el menemismo primero y todas las expresiones del neoliberalismo después. Y ver como convertimos eso en un escenario político y no en uno de conjeturas o consignismos, tenemos que armar un paquete grande de militancia por un mejor sistema de salud.

 Del documental que produjo Nicolás (La insubordinación de los privilegiados) que es de lo poco que hay en la videoteca del sanitarismo argentino (me parece que también nos falta documentación de la memoria del campo popular sanitario, porque eso también constituye insumos para la discusión política), rescato dos cosas: primero el ejemplo brasilero del que todos disfrutamos y nos referenciamos, esa construcción política que fue el movimiento por el sistema único brasilero, que llegaron a ser un partido político, y ahora fue destruido por Bolsonaro. Y también lo que ha hecho y escrito Mario Testa, aquello del sujeto político, de la necesidad de la construcción política para tener mejores horizontes en las reformas de los sistemas de salud: universalidad, acceso, etc.

 Yo sigo pensando que nuestras experiencias recientes: la resistencia al cierre Ministerio de Salud, la resistencia a la CUS, la multisectorial que puso en pie 15 consignas para la defensa del derecho a la salud y que ganamos la calle y ganamos en una diversidad y una unidad que no teníamos. Me parece que ahí están las claves de nuestra memoria reciente y esa es la memoria que tenemos que mantener viva. Después cada uno está en su cancha jugando su partido. Nosotros, desde el punto de vista de la defensa de los trabajadores y trabajadoras, los partidos políticos y los movimientos sociales vemos que hay una necesidad de recocernos como un todo para ver si podemos poner en marcha la idea del movimiento sanitario argentino.

 En el reconocimiento de la diversidad, pero en la unidad de objetivos hay una clave y esto debe ser llenado de persistencia  e iniciativas políticas manteniendo la consigna de la pluralidad. Este movimiento sanitario argentino debe ganar pregnancia y articulación con la restitución del movimiento popular en la Argentina.

 Los últimos resultados electorales nos ponen en la encrucijada que no sabemos si está todo resuelto con respecto de dejar atrás a la época neoliberal y decirle basta a la derecha en la Argentina. Nosotros como movimiento sanitario debemos formar parte de todos aquellos esfuerzos y aquellas representaciones que pretenden restituir la unidad en el campo popular en la Argentina, para ahí sí decirle basta al neoliberalismo.

 Asimismo creo que debemos construir liderazgo, hay una situación que podemos blanquear, hasta no hace mucho el pensamiento sanitario se centraba en un espacio, en un grupo de producción de pensamientos y en una figura muy fuerte como fue la de Ginés González García, que me paree que los acontecimientos que son públicos, nos ponen al resto de las representaciones del campo popular sanitario en una situación y en una oportunidad de recuperar el sanitarismo en la Argentina desde un pensamiento crítico, nacional y popular. La orfandad y el liderazgo de pensamiento sanitario en la Argentina es una vacancia que todavía está en disputa y nosotros tenemos la oportunidad y la necesidad, quizás, de operacionalizar esas representaciones.

 La idea de un Sistema Nacional Integrado de Salud debe estar pegado a la necesidad que nosotros recreemos y explicitemos sobre la idea de eficacia sanitaria que pensamos. Si es gratuidad, si es universalidad, si es acceso, si es articulación de los subsectores, si es soberanía en Ciencia y Técnica, si es producción de medicamentos y vacunas o si es todo eso. También mejorar los niveles de empleabilidad de los trabajadores y trabajadoras de la salud y demás. También federalizar, nos parece que corremos el riesgo de crear una micro atmósfera metropolitana de pensamiento sanitario, donde nos parece que está todo resuelto y discutido con todos, y cuando vos viajas Formosa o te vas a Misiones profundo o te vas al sur nadie sabe de qué estamos hablando cuando hablamos de sistema integrado de salud. Hay que federalizar en una mejor explicitación la idea de Sistema Integrado de Salud. Y claramente nos parece que el punto donde nosotros nos debemos parar para posibilitar esa construcción del sujeto colectivo sanitario en la Argentina es: no más neoliberalismo.

 Estamos hablando que lo que hay dejar atrás son las bases de la reforma del consenso de Washington que operacionalizó el gobierno de Menem primero, pero que el resto de la democracia no pudo o no quiso resolver-tomando a Mario Testa en alguna de sus frases-, y que Macri profundizó, pero el desmantelamiento del sistema sanitario argentino viene de Carrillo a esta parte y tuvo una profundización, una aceleración a partir de los ´90. Así que no más neoliberalismo sanitario en la Argentina, porque también ya hemos aprendido que el pensamiento neoliberal no sólo es tributario de la derecha, sino que hay mucho en el campo popular que todavía alberga buena parte de los pensamientos y de los mandatos de la dependencia política.

Resumen de los Ocho Conversatorios Descargar documento en PDF : Campaña Nacional Volver a Carrillo Conversatorios final

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