PRONUNCIAMIENTO DE INVESTIGADORAS SOCIALES, DEFENSORAS DE DERECHOS HUMANOS Y ACADÉMICAS FEMINISTAS PERUANAS EN DEFENSA DE LA JUSTICIA Y LA DEMOCRACIA
¡¡Ni un muerto más!!
Pronunciamiento y solidaridad desde diversas latitudes ante la situación grave que vive el país
Como investigadoras sociales, académicas feministas, trabajadoras de la cultura, peruanas y latinoamericanas, nos pronunciamos ante la grave situación política que enfrenta el Perú y hacemos públicas nuestras voces, unidas a otras que reclaman por la defensa de la vida y los derechos humanos de la ciudadanía en masivas y justas protestas. Frente al reclamo a través de legítimos canales de expresión, la ciudadanía encuentra represión, con uso de armas, detenciones arbitrarias e insultos racistas. Han acontecido más de 60 muertes y más de 1.100 heridos en diversos lugares del país y ahora se ingresa con tanquetas militares a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Las deudas históricas son conocidas, pero sin duda el neoliberalismo y el extractivismo pusieron su cuota de desprecio por la vida de los trabajadores y trabajadoras y por la vida de la naturaleza, fuente cotidiana de subsistencia de las comunidades, desprecio que se expande letalmente en cuerpos, tierras y territorio, sobre todo contra poblaciones quechuas y aymaras y en violencias contra las mujeres. Los mecanismos autoritarios estuvieron afincados en muchos capataces y patrones del pasado, así como mistis y políticos del presente, conservadores, colonialistas, patriarcales y retrógrados de izquierda y derecha. El fujimorismo unió intereses económicos y políticos para que éstos se expandan sin control, abriendo paso a la ilegalidad y la corrupción que ha filtrado toda la sociedad. Rechazamos la corrupción y a los poderes ocultos y económicos que no quieren que nada cambie. Rechazamos toda forma de violencia venga de quien venga.
El malestar y la indignación social nos llevan a una conmoción profunda. Todos los males son difíciles de resolver en el corto plazo, pero urgentes de canalizar social y políticamente. Por ello, al lado de las que no queremos violencias, de quienes trabajan los campos y las ciudades, de tejedoras de vida, unimos nuestras manos para alcanzar sus reclamos, expresar nuestra solidaridad y defender los derechos humanos. Rechazamos el régimen autoritario en marcha. Necesitamos gestar formas de seguir tejiendo y cultivando desde diversas latitudes el campo necesario para renovar la vida y la democracia.
No permitamos que las armas, la fuerza, el militarismo y el autoritarismo dobleguen nuestras voces. Con todas ellas, desde el sur del Sur, desde el interior del interior, desde las profundidades de nuestra patria, desde América Latina, con todas quienes son solidarias con estos reclamos y aspiraciones, reafirmamos los derechos de quienes hoy toman las calles y la palabra, nuestros reclamos de justicia con paz y democracia con memoria.
Lima, enero 2023