Claudia Acuña fundadora de la Cooperativa de comunicación La Vaca | hay que producir pero no hay que hacer cualquier cosa y en lo posible hay que hacer otro mundo


Claudia Acuña es miembro y fundadora de la Cooperativa de Comunicación La Vaca, organización parida en plena crisis del 2001, bajo la certeza de que es posible generar herramientas, vínculos y saberes que fortalezcan la autonomía de las personas y sus organizaciones sociales.

Fue editora de la sección Cultura de La Razón; Editora general de la sección Cultura y Espectáculos de Página 12; Editora general de la revista Viva, de Clarín; Directora de la revista Trespuntos; Redactora de artículos de investigación en la revista Rolling Stones (edición Latinoamericana) y Gatopardo (Colombia)
Docente de TEA, UBA, UNLP, Universidad de Cuyo

En 2001 Claudia decidió apartarse de los medios comerciales junto con otrxs colegas y fundaron el Colectivo La Vaca. Actualmente es socia fundadora de lavaca.orgagencia de noticias que bajo el lema anticopyright, desde hace 11 años y todas las semanas, difunde crónicas y reportajes.

Pero La Vaca es mucho más que una agencia de noticias a contrapelo de los medios comerciales y del mercado de la noticia, es también La Cátedra Autónoma de Comunicación Social: para alentar la creación de proyectos independientes y autogestivos; MU, el periódico de lavaca de publicación mensual con una tirada de 10.000 ejemplares que se agotan. Decí MU, documental sonoro de una hora de duración que se emite por 139 radios comunitarias de AM y FM de todo el país y está disponible libremente en la página web. El hombre de lavaca, noticiero de los juicios y Crianzas, de libre reproducción. Lavaca.org también es  editorial y fundadora de la Asociación de Revistas Culturales Independientes, que reúne a 322 publicaciones autogestionadas en todo el país.

 

 

MU Trinchera Boutique, es un espacio del colectivo La Vaca para «compartir, recibir, presentar, agasajar, festejar. Y trabajar»; tal como presenta su portal web. Claudia recién terminó de compartir el cuarto encuentro del diplomado en comunicación feminista, que dio inicio este año en el sala trinchera del mismo espacio. Hace mucho frío, espero que Claudia prepare su café y, cada una sentada a un lado de la barra, empezamos a conversar.

«Abrimos este espacio en abril de 2001 para pensar qué estaba pasando con la comunicación y hacia dónde teníamos que ir. Ese grupo se armó para pensar y para compartir recursos, a partir de un gran no sabemos hacia donde seguir pero si de dónde salir y entonces llegó diciembre de 2001 y nos encontró donde teníamos que estar»

«Sabíamos que no solo teníamos que irnos de los medios sino que teníamos que irnos de esos géneros. Y ahí nos encontramos rápidamente también en la calle con putas y travas que nos enseñaron lo que faltaba a esa fórmula, hay que producir pero no hay que hacer cualquier cosa y en lo posible hay que hacer otro mundo. Y ese otro mundo era posible si lo hacíamos a partir de otros elementos.»

«Cuando nosotros empezamos solo se hablaba de género, éramos las únicas que hablábamos de feminismo, después de una prédica y de una militancia te diría cotidiana,  profunda, en los bordes, desde los bordes y hacia los bordes, hemos logrado realmente otro panorama, no solo nosotras, desde distintos lados; pero ahora nos parece que puede haber una captura de toda esta energía.»

 

Caludia es una gran oradora, una mujer llena de experiencia, conocedora de las teorías y también sus dificultades de aplicación en los distintos y muy diversos territorios. Hoy circulan por los medios y las redes muchos recortes y reinterpretaciones teóricas traídas a un tiempo significativamente distinto a aquél en el que fueron formuladas, y también el lenguaje aparece como un eje de reconocimientos, actúa como foco y filtro en el debate, y muchas veces tapa o desvía los problemas que se plantean. En ese marco, expuesto de un modo muy suscinto, le pregunté a Claudia por qué ella no habla de perspectiva de género?

 

«Las órdenes al lenguaje que recibe el feminismo son para ocultar y no para hablar. La perspectiva de género es una manera de ocultar que vamos a hablar de lo que nos violenta y nos oprime, que no es el género humano sino las relaciones sociales que crea este sistema, que son violentas. Todo eso se ocultó con la perspectiva de género como si fuera un problema de órganos sexuales y acá es un problema de relaciones.»

«Hay mucha gente tratando de volver a disciplinar el feminismo para ponerle un bozal y que hable como corresponda, no? A mi me molesta mucho porque junto con la orden de hablar como corresponde aparece otra orden que es un orden, la que sabe y la que no, la experta y la ignorante y reestablece el orden que justamente te somete, porque en realidad todas sabemos todo, porque todas somos víctimas de la violencia de este sistema, todas y todos, podemos tener más o menos necesidad de expresarlo en palabras, más o menos posibilidad de expresarlo en palabras y en ese caso tenemos que ayudarnos mutuamente para que pueda ser expresado; siempre hay un punto de vista que nos falta, un punto ciego»

La opresión del sistema continúa siendo machista, sobre las mujeres y ejercida por los hombres?

«Es fundamental la opresión que hay sobre las mujeres, que ejercen los hombres que además, son profundamente infelices por ese lugar de mierda que ocupan, lo primero que hay que decirle es -macho no te conviene ser macho, sos desocupado, sos violento, sos un cagador y además te cagás la vida y nadie es feliz. En este sistema nadie es feliz ocupes el lugar que ocupes.  Pero convengamos que la mujer, en el lugar que ocupa, sobre ella se descargan las violencias, se descargan las pobrezas; además paga con su cuerpo de una manera mucho más sentida todas las frustraciones que tienen todos los demás. Lo más probable es que un hombre humillado en el laburo llegue y te faje, y esa mujer no es que en el trabajo fue bien tratada; ese lugar donde se descarga la humillación, es un lugar que tiene prioridad en este momento, por eso de alguna manera tiene que ir adelante, porque pueden conducir una salida porque la necesitamos urgente las mujeres porque queremos que nuestras hijas vivan, ni más ni menos.

Compartir espacios muy diversos en participación con comunidades negras y con comunidades indígenas también propone ponerse en relación con otras perspectivas y con otros modos incluso desde el lenguaje, cómo dialogan estas perspectivas con el o los feminismos? Las mujeres indígenas como las mujeres negras o las mujeres de organización campesina, reconocen y se reconocen en muchas de las distinciones que el feminismo viene a leer desde hace mucho tiempo, pero también hablan desde lo colectivo, hablan de territorio oprimido, y los cuerpos como parte de esos territorios, hablan de tierra oprimida, de raza oprimida, de etnocidio…

«Las que pueden reconocerse como una raza, como un pueblo, pero la verdad eso te lleva a un proceso político muy fino, cultural; yo no se si voy a una villa del bajo Flores y ese proceso está así como vos lo decís, no se si reconocen parte de un etnocidio y son aymara, y son guaraníes, pero fundamentalmente te dicen somos argentinos.»

«Mirá los Mapuches, cuando se reconoce a sí misma como parte de una etnia es muy castigada y encerrada, fijate que son derechos consagrados por constitución, por tratados internacionales y que hoy no se cumplen en Argentina»

«Es complejo en Argentina hablar desde la ideología, en la práctica nos falta mucho para reconocer el proceso de falta de raíces sobre el cuál se fundó este país, claramente en Uruguay, en Bolivia, en Brasil, en Perú tienen otra relación con las raíces que las nuestras pero quizá ese especie de trauma negacionista de los orígenes nos traiga una salvación en el sentido de bueno, somos hijos de una confusión»

Llama  mucho la atención que en el reciente debate de diputados por la legalización del aborto, no apareciera ninguna manifestación en los argumentos en contra del aborto  por parte de Diputados y Diputadas Nacionales que diera cuenta de los abortos inducidos por el modelo productivo o como éste atenta contra la vida en todas sus formas, siendo que tenemos media Argentina tratada con agrotóxicos comprobadamente abortivos y muchas provincias que, producto de la megaminería, el fracking, las megarepresas… conviven con una contaminación y unas epidemias criminales

«Hemos tenido como una lucidez te diría, porque hemos tenido el saber, porque además Carrasco tuvo el compromiso de ir a explicárselo a las Madres de Ituzaingó, y entonces ellas pudieron ir a hacer el primer juicio; entonces tenemos un capital humano comprometido, de calidad, aunque muy castigado, porque obviamente a él lo insultaron de todas las maneras posibles para desacreditarlo pero no le importó! Yo veo la parte del medio vaso lleno, ese encuentro Madres con ciencia, pueblos fumigados y médicos; no se da en otras partes del mundo.»

«Ese encuentro que no son solo los campesinos, solo indígenas, solo vecinas, sino que hay mucha más heterogeneidad en los movimientos, permite que haya más conocimientos y más perspectivas para crear la salida. Apuesto a eso con todo, me decís estás segura? No, pero si estoy segura que esto se cae.»

 

Hay una piel nueva, la globalización le pone una lectura nueva a un montón de cosas incluso al feminismo, no? Los medios globalizados también fueron un aporte en una transversalización de las lecturas feministas y un poco más allá del feminismo, de los movimientos de mujeres y las organizaciones de mujeres que empiezan a dialogar con el feminismo; en esas nuevas herramientas que empiezan a circular social y culturalmente, me parece que el feminismo rápidamente se descama de una cosa europea, eurocentrista, de una lectura que viene también con algunos mandatos… y se empieza a poner en contacto con realidades ampliatorias, de ejercicios, de acciones, de comuniones…

«Si vamos a construir otro sistema de órdenes pero más bonita estamos en la misma trampa.»

«El desafío me parece muy interesante, es ponernos a pensar juntas, cómo salimos de acá, cuáles son los problemas… Es muy duro, porque para poder llegar a fondo tenés que incomodar a mucha gente y a muchas prácticas, y a muchos conceptos; entonces es un rol insoportable de aguantar, o sea, hay que aguantarse esta insoportabilidad que tiene este momento. Es una interpelación permanente hacia nosotras mismas, hacia nuestras compañeras, todo eso es vivido muchas veces como un reproche, como un reclamo, y me parece que lo interesante es que de todo eso tenemos que hacer un guiso. De todas nuestras carencias, de todas nuestras imposibilidades, de las cosas que no nos salen, ahí está la riqueza en la que tenemos que ver por qué falla, por qué no llegamos, por qué hay incoherencia, qué nos hace trastabillar; en vez de mirarlo para juzgarnos y corrernos de la vera, ahí está el tesoro. Y eso es muy incómodo, no todo el mundo lo tolera, no es fácil de escuchar, porque también necesitás un poco de autoestima, que destruye este sistema, también necesitás confianza, que destruye este sistema… Entonces estamos con ese equilibrio difícil de revisarnos autocríticamente y no destruir todo lo que hacemos, porque siempre va a tener un problema, es lo que tenemos que encontrar como fórmula para experimentar.»

Todo lo que estamos viviendo era bastante impensado hace…

«Exacto. Todo lo que  vi desde que me bajé de un mundo que teóricamente era el único que había es 10 veces más interesante, explotó de posibilidades y además se parece mucho más al futuro que esos mundos que hoy están… si me hubiese quedado ahí era el Titanic. En ese sentido, no siempre las apuestas al riesgo son las más riesgosas. Hoy en día ser conservador es no sólo ser reaccionario, es ser suicida, eso es lo que hay que ver. Ahora también la experimentación tiene que ver con prepararse, estudiar, poner foco… no de cualquier manera, porque si no perdés el tiempo, y no es lo mismo hacer cualquier cosa, que hacer lo que uno quiere.»

Muchas gracias Claudia por tu valioso aporte y tu disposición al diálogo

Cecilia Fernández Lisso, Producción de Contenidos y Comunicación IDEP Salud ATE Argentina

 

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